La última oportunidad de Meyers Leonard en la NBA, el jugador castigado... por "un error"

A punto de cumplir 31 años, Meyers Leonard volverá a la NBA. Milwaukee Bucks acaba de anunciar que ha firmado un contrato de 10 días con el jugador, con la intención de verle en acción en un par de partidos de la competición y, así, decidir si le hacen un contrato de manera definitiva. Después de dos años sin pisar una pista, por culpa de un par de lesiones y de una polémica antisemita, esta es su última oportunidad para subirse al carro del campeonato de basket.

Leonard llegó a la NBA en 2012, después de ser elegido por Portland Trail Blazers en la undécima posición del draft. Después de siete temporadas, fue traspasado a Miami Heat, donde por fin logró convertirse en titular indiscutible... pero todo se torció. Acababa de comenzar la temporada 2020-21, donde solo se habían disputado tres partidos, cuando el pívot de 2.13 metros comenzó a sufrir una serie de problemas físicos en su pierna derecha. Era el comienzo de su calvario.

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Tras varios meses sin poder jugar, por fin descubrieron que sufría una lesión que le afectaba a las terminaciones nerviosas de la pierna. Pero cuando empezaba a ver la luz al final del túnel, se lesionó en uno de sus hombros, que le hizo pasar por el quirófano y que le tendría toda la temporada fuera de las pistas. Fue precisamente en ese parón donde aparecía la gran polémica de su carrera que, de hecho, le ha tenido sin pisar una cancha desde enero de 2021.

Jugando al famoso videojuego Call of Duty, en una partida que retransmitía en directo a través de Twitch, en un momento determinado soltó: "¡Putos cobardes! ¡No me dispares, jodido kike!". Precisamente esa última palabra fue el centro de la polémica, pues se trata de una forma despectiva de referirse a los judíos, por lo que su vídeo no tardó en hacerse viral y dar la vuelta al mundo. Solo una semana más tarde, los Heat le traspasaban a Oklahoma City Thunder.

Después de lo sucedido, Leonard pidió perdón por lo sucedido con el videojuego, incluso llevando a cabo acciones en favor de la comunidad judía para confirmar que lo ocurrido era por absoluto desconocimiento y no con mala intención ni con la idea de hacer daño: "Ha sido un error, la ignorancia sobre su historia y lo ofensivo que es para la comunidad judía no es en absoluto una excusa. Me equivoqué", decía públicamente. Sin embargo, el problema ya estaba creado.

La decisión de Miami no solo fue tomada por una cuestión de ética deportiva sino, sobre todo, porque su dueño es Micky Arison... nacido en Tel Aviv. El problema no fue solo salir de los Heat, sino que los Thunder le confesaron que su llegada solo tenía la intención de aliviar el tope salarial de la plantilla. Y, de hecho, solo unos días después de llegar a Oklahoma, el equipo le cortó y le dejó fuera de la plantilla. Desde entonces, ha estado alejado de la NBA.

Ahora, los Bucks han decidido volver a apostar por él, después de haber tenido un test privado con él hace unas semanas en el que confirmó que sigue teniendo buena mano y que se encuentra en forma. Si en estos diez días de contrato confirma en la pista y en plena competición que tiene el ritmo suficiente, las ganas necesarias y la competitividad que se espera de él, es probable que Milwaikee se quede con él, al menos, hasta que acabe la temporada.

Meyers Leonard, que también fue uno de los pocos jugadores de la NBA que no se arrodilló por el Black Lives Matters -asegurando que su hermano estuvo con los Marines en Afganistán y que se sentía muy patriota-, vuelve a tener una nueva oportunidad en la NBA a punto de cumplir 31 años. Solo tiene unos días para confirmar si merece seguir jugando al más alto nivel, tras varios años fuera de las canchas por un "error" que le ha dejado fuera de la NBA... hasta ahora.