La racha "sin precedentes" de positivos por dopaje en la NBA

En poco más de dos meses, tres jugadores de la NBA han dado positivo en controles antidopaje y han sido sancionados con 25 partidos. La situación, nada habitual, invita a hacerse una pregunta: ¿está aumentando el consumo de sustancias dopantes en la liga o han mejorado las medidas antidopaje? La mejor liga de baloncesto del mundo siempre ha tenido fama de ser permisiva con el dopaje, un sambenito que su programa antidopaje no le ha ayudado a quitarse.

El primero de los tres en ser cazado fue Wilson Chandler, jugador de los Brooklyn Nets. A finales de agosto recibió una sanción de 25 partidos de suspensión por dar positivo por Ipamorelin, un péptido liberador de la hormona del crecimiento. En octubre, DeAndre Ayton, compañero de Ricky Rubio en los Phoenix Suns y número 1 del 'draft' de 2018 por delante, entre otros, de Luka Doncic, dio positivo por un diurético y recibió la misma suspensión. El último, este martes, fue John Collins, que también estará apartado 25 encuentros tras dar positivo por hormona del crecimiento. En opinión de Bobby Marks, exejecutivo de los Brooklyn Nets y ahora periodista de 'ESPN', tal cantidad de positivos en tan poco tiempo es una situación "sin precedentes".

Al margen del Código Mundial Antidopaje

La NBA, como el resto de las grandes ligas norteamericanas, no es signataria del Código Mundial Antidopaje. La consecuencia de eso es que ninguna de las normas para prevenir y perseguir el dopaje que rigen en la mayor parte del deporte mundial se aplica allí. La mejor liga de baloncesto del mundo regula su propio programa antidopaje a través del convenio colectivo que firma con la asociación de jugadores (NBPA, por sus siglas en inglés), el sindicato en el que acaba de empezar a trabajar José Manuel Calderón tras su retirada.

Tanto la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés) como la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) han criticado a lo largo de los últimos años las medidas contra el dopaje de la NBA. Preguntada en 2017 sobre las últimas novedades del programa antidopaje de la NBA, la AMA respondió a El Confidencial que valoraba positivamente los avances de esa y otras ligas norteamericanas, pero también lamentaba el rechazo a una reunión para hablar del asunto.

El caso de la marihuana

La NBA distingue entre tres tipos de sustancias: marihuana, drogas de abuso (anfetaminas, LSD, cocaína y opiáceos) y PED ('performance-enhancing drugs'), sustancias estas últimas que ayudan a la mejora del rendimiento (esteroides, hormona del crecimiento, etc.). Las sanciones por marihuana son las más suaves: solo hay suspensión de partidos si se reincide, si no solo se paga una multa. Entre las otras dos, las mayores sanciones se las llevan los positivos por drogas de abuso. Un jugador de primer año recibe una sanción de un año. Para el resto es de dos.

Si el positivo es por PED, la sanción es de 25 partidos. Si un jugador es reincidente, son 55 partidos. Y si da positivo por tercera vez, entonces es expulsado de la liga. Por poner en contexto la dureza de esos castigos (que llevan aparejados la suspensión de sueldo), un equipo de la NBA tarda menos de dos meses en jugar 25 partidos en temporada regular.