Kobe Bryant se despidió del baloncesto como solo él podía hacerlo

Solo Kobe Bryant podía eclipsar el récord de 73 victorias de los Golden State Warriors y solo Kobe Bryant podía despedirse del baloncesto de la manera en que lo hizo, lanzando 50 tiros y anotando 60 puntos para darle la victoria a los Lakers. Puro Kobe. Es la coda a la carrera de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, un competidor enfermizo, como demostró en el último partido de su última temporada, un homenaje que se encargó de transformar en una coversación entre él y el aro.

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A cualquier otro jugador, el ambiente festivo del Staples le habría llevado a una actitud contemplativa. Pero Bryant no es cualquier otro jugador. Los gritos de "¡Kobe, Kobe!" pronto se transformaron en "¡MVP, MVP!" con los 15 puntos que anotó en el primer cuarto. Si alguien esperaba que saliera, saludara y se despidiera, estaba equivocado. ¿Alguien conoce a otro jugador capaz de olvidarse de que juegan cinco contra cinco y tirarse hasta las zapatillas? Era su noche y la iba a aprovechar.

Por momentos, Kobe pareció el jugador que un día fue, un depredador del aro sin escrúpulos al que solo le importa la próxima canasta. Sus compañeros tenían solo un objetivo: pasarle el balón. Y él fue encadenando un tiro tras otro hasta llegar a 50, una cifra inverosímil que solo han alcanzado otros tres jugadores en toda la historia de la NBA: Rick Barry, Elgin Baylor y Wilt Chamberlain. Podría haber lanzado 100 si hubiese querido, nadie le iba a reprochar nada.

Kobe llegó al último cuarto con 37 puntos, uno menos que su tope de la temporada, pero no era suficiente. En los últimos 12 minutos anotó 23, 17 de ellos de manera consecutiva para culminar una remontada de 15 puntos. Con cada canasta, el ambiente enloquecía un poco más en el Staples. Era irreal lo que estaba pasando. Un final perfecto. Al final llegó a 60, su mejor anotación desde hace siete años, y selló la victoria contra unos Jazz que llegaron al último día de la temporada regular con opciones de meterse en 'playoffs'. A falta de 4,1 segundos, Byron Scott lo sustituyó para que se llevara la ovación de los aficionados. No sería la última.

"¿Estás seguro de que quieres retirarte?", le preguntó la reportera de 'ESPN' en la entrevista pospartido. "Estoy completamente seguro", respondió Bryant, que acababa de dirigirse al público desde el centro de la pista. "No se puede escribir algo mejor que esto", dijo. Tenía razón. Los Lakers y todo el mundo del baloncesto le dieron las gracias a Kobe por sus 20 años de carrera. Y Kobe lo agradeció haciendo lo que mejor sabe hacer. No hay mejor epílogo para semejante historia. Mamba out.