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Ricky Rubio, ¿ha acertado o se ha precipitado al firmar su nuevo contrato?
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séptimo base mejor pagado de toda la nba

Ricky Rubio, ¿ha acertado o se ha precipitado al firmar su nuevo contrato?

Con 56 millones en cuatro años, se convierte en el séptimo base mejor pagado de toda la nba. Un estatus de superestrella con muchas dudas a nivel deportivo

Foto: Ricky trata de zafarse de la defensa de Luis Scola y George Hill
Ricky trata de zafarse de la defensa de Luis Scola y George Hill

Iba camino de convertirse en el culebrón del veroño, pero al final hubo acuerdo. A escasas horas de las 00.00 horas del pasado sábado, fecha límite impuesta por la Liga, Ricky dio su particular ‘sí, quiero’ a los Minnesota Timberwolves para extender su vínculo con la franquicia que le eligió en el número cinco del draft 2009 y que dos años más tarde le abrió de par las puertas de la NBA. Una última oferta de 55 millones garantizados a cobrar en las próximas cuatro temporadas (2015/2019). Decimos garantizados porque hay uno, para sumar los 56 de los que habla todo el mundo, que acabará embolsándose en función del porcentaje en tiros de campo que registre. Sin duda, el gran talón de Aquiles (37% de acierto en sus tres primeros años) en su juego. “Feliz de anunciar que voy a estar en Minnesota durante cuatro años más. Gracias a los fans que me han apoyado desde el día uno. No podría estar más feliz”, expresaba el jugador en su perfil de Twitter poco después de hacerse oficial la buena nueva. ¿Seguro?

De no haber firmado su extensión antes del deadline, Ricky hubiera recibido los 5 millones previstos en su último año con contrato de rookie y al final de la temporada hubiera pasado a convertirse en agente libre restringido. Esto es, los Wolves se reservaban el derecho a igualar la oferta (‘Qualifying offer’ de 6,7 millones) que pudiera llegar por él. Desde el verano las negociaciones empezaron a coger forma. En un primer momento, su representante, Dan Fegan, se cerraba en banda: pedía una extensión de cinco años, el máximo permitido bajo el convenio laboral vigente hasta 2017. Los Wolves ofrecían 43 millones y 4 años. Las últimas informaciones indicaban que desde las oficinas del Target Center se le ofrecían 52 millones por cuatro años. Un tira y afloja que se ha acabado por cerrarse en 56. Mucho dinero para un hombre que por prestaciones no estaría en esa burguesía de la Liga. Pero ya lo dice su eslogan: ‘NBA, where amazing happens’. “Hace bien en pedir lo que quiera, pero Minnesota sabe cómo está el mercado de bases y tiene la sartén por el mango”, nos comentaba hace unos días Andrés Aragón, colaborador de Elmundo.es, y experto en el baloncesto del otro lado del charco.

Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de forzar la situación radica en el nuevo contrato televisivo (Nueve años y 24.000 millones de dólares, unos 2.670 al año) con ESPN y TNT vigente a partir de 2016 que aumentará los ingresos y generará un mayor margen salarial a los equipos. La pasada temporada el tope se fijó en 58,68 millones de dólares. Para el curso recién arrancado es de 63,06 millones, un 7,5% más. Un dato que pone de manifiesto la capacidad para hacer dinero de la liga dos años antes de que llegue el premio gordo. Aunque el impacto económico real se verá en la próxima ronda de negociaciones, Según las estimaciones de Ken Berger, periodista de la CBS que cita fuentes ejecutivas de los equipos, para entonces el ‘salary cap’ se habrá disparado hasta los 91,2. Otros cálculos rebajan la euforia y dejan la cifra en 85. En cualquier caso, hablamos de un crecimiento sustancial que se verá traducido en un aumento de los salarios de los jugadores.

Ricky ha decidido no salir al mercado y se ha conformado con la nada desdeñable cantidad que le han ofrecido los Wolves. Así las cosas, sólo seis bases de la NBA ganarán más que él: Chris Paul, Deron Williams, Derrick Rose, Russel Westbrook, Kyrie Irving y John Wall. Para acabar de poner en valor el pelotazo, Stephen Curry, uno de los mejores anotadores de la Liga, firmó el año pasado 44 millones y 4 años con los Warriors. Rajon Rondo, líder de los Celtics, cobrará 13 millones en el que puede ser su último curso con la franquicia del trébol. Kemba Walker acaba de rubricar su alianza con los Hornerts durante cuatro años a cambio de 48 kilos. Goran Dragic, pieza clave en los Suns y que también sondeará la agencia libre el próximo verano, se lleva 7,5. Calderón cobra menos de 8 en los Knicks, Mike Conley está en ocho con los Grizzlies y Tyreke Evans apenas recibe 11 kilos de los Pelicans. Incluso Tony Parker, tetracampeón de la NBA con los Spurs, se ‘conforma’ con 12,5.

Con el nuevo compromiso que finalizará en 2019, cuando Ricky tenga 29 años, habrá amasado un total de 72 millones en salarios y llevará a sus espaldas 8 años en la NBA. En ese tiempo, por poner un ejemplo que ilustre la situación, Pau Gasol había acumulado 65 millones. Aunque mirando la chequera el acierto parece rotundo, en el aspecto estrictamente deportivo es donde surgen las dudas. “El año antes de llegar a Minnesota el equipo ganó 17 partidos. Tenía un poco de miedo cuando llegué. Venía de Europa, donde jugué en Barcelona. Creo que en dos temporadas perdimos seis o siete partidos y cada derrota era un desastre. No quiero pasar por una experiencia donde ganar sea algo especial”, confesaba Ricky al periodista de nba.com Scott Howard-Cooper en junio.

En sus tres temporadas anteriores, nunca ha llegado a playoffs. Tampoco ha terminado la regular season por encima del 50% de victorias: 26-40 (2011/2012), 31-51 (2012/2013) y 40-42 (2013/2014). Obligado a despedirse de Kevin Love, su mejor consejero y confidente desde que aterrizó en Minneapolis, le aguarda un reto palpitante: ser el timonel de una franquicia justo antes de cumplir los 24. No será tarea fácil convertir la victoria en rutina. Las opciones de anillo han quedado hipotecadas en beneficio de un buen puñado de millones. Los mismos que, honestamente, le podrían haber ofrecido otra franquicia de rango y aspiraciones similares. Junto al español, Thaddeus Young (26), Zach LaVine (19), Anthony Bennett (21) y Andrew Wiggins (19) forman un ‘jardín de infancia’ que emana descaro a borbotones. A ellos se les une Shabazz Muhammad (22), otro que espera eclosionar tras no cumplir las expectativas en el draft de 2013 (puesto 14), y la perla senegalesa Gorgui Dieng (24). Todos estarán tutelados por los ‘carrozas’ del equipo: el montenegrino Nikola Pekovic (28), Corey Brewer (28), Kevin Martin (31). Madera con la que luchar y curtirse en el salvaje Oeste.

Y en esa juventud encontramos otra de las llaves que abrieron la puerta de la renovación. Vistos los contratos de rookies que tiene en el roster, Minnesota puede gastar alegremente al menos a corto plazo para tratar de retener a sus grandes apuestas, entre las que figura Ricky. “No sólo es un gran jugador, también es un líder dentro del campo y una gran persona fuera, que sirve de modelo por su gran comportamiento y responsabilidad", reconocía el técnico de los Wolves, Flip Saunders. Pese a sus problemas a la hora de mirar aro, rémora que los Wolves trataran de aliviar con un entrenador personal, las prestaciones del español, tentiendo en cuenta la rotura de ligamentos que sufrió en su año rookie, han sido destacadas.

Siempre ha estado entre los cinco mejores pasadores de la competición (8,1 asistencias por noche) y el pasado curso fue segundo en robos (2,3) sólo por detrás de Chris Paul (2,5). Ladrón y pasador (17 la pasada madrugada en la derrota por un punto ante los Bulls) como forma de vida. Tanto, que Ricky es el único jugador de la historia junto a Isiah Thomas, Magic Johnson y Tim Hardaway capaz de promediar al menos 7 asistencias y 2 robos durante su primer trienio en la NBA. “Si lo ha hecho es porque cree que está en disposición de hacerlo. Y puede hacerlo porque está en un equipo donde es el líder. No me extrañaría que pueda acabar llegando a un acuerdo porque firmar una renovación en el entorno de los 50 millones sería una buena maniobra para él”. David Sardinero, coordinador de Kia en Zona, dio en el clavo. Ahora es Ricky el que, noche sí, noche también, tiene que demostrar que vale todo ese zurrón de pasta que le espera.

Iba camino de convertirse en el culebrón del veroño, pero al final hubo acuerdo. A escasas horas de las 00.00 horas del pasado sábado, fecha límite impuesta por la Liga, Ricky dio su particular ‘sí, quiero’ a los Minnesota Timberwolves para extender su vínculo con la franquicia que le eligió en el número cinco del draft 2009 y que dos años más tarde le abrió de par las puertas de la NBA. Una última oferta de 55 millones garantizados a cobrar en las próximas cuatro temporadas (2015/2019). Decimos garantizados porque hay uno, para sumar los 56 de los que habla todo el mundo, que acabará embolsándose en función del porcentaje en tiros de campo que registre. Sin duda, el gran talón de Aquiles (37% de acierto en sus tres primeros años) en su juego. “Feliz de anunciar que voy a estar en Minnesota durante cuatro años más. Gracias a los fans que me han apoyado desde el día uno. No podría estar más feliz”, expresaba el jugador en su perfil de Twitter poco después de hacerse oficial la buena nueva. ¿Seguro?

Ricky Rubio Minnesota Timberwolves