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Que empiece el baile: Pau vuelve a Estados Unidos para elegir 'novia' a partir del martes
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es agente libre y negociará su futuro

Que empiece el baile: Pau vuelve a Estados Unidos para elegir 'novia' a partir del martes

Como agente libre, Pau podrá negociar con cualquier franquicia su último contrato en la NBA. La Liga vivirá inmersa en unos días de trajín y fichajes continuos

Foto: Pau Gasol trata de jugar al poste con Al Jefferson durante la pasada temporada en los Lakers.
Pau Gasol trata de jugar al poste con Al Jefferson durante la pasada temporada en los Lakers.

“Ha llegado el momento de viajar de vuelta a los Estados Unidos. En unos días empezaré a ver mis opciones”. A través de su perfil de twitter, el pasado domingo Pau Gasol calentaba motores. Llega la hora de la verdad. Nada de instantáneas junto Froilán en el Congreso durante el acto de coronación del nuevo monarca Felipe VI, viajes a Israel para obsequiar al presidente israelí Shimon Peres con una camiseta de la selección o tediosos compromisos publicitarios con alguna entidad bancaria. A seis días de cumplir los 34, Gasol regresó a Estados Unidos para negociar el que puede ser el último contrato de su carrera en la NBA.

Tras dos años llenos de dudas en los que recibió un trato más que discutible por parte de los Lakers, Pau tenía claro que, por lo pronto, había que otear el horizonte. Finiquitada la extensión de tres años firmada en 2011 a cambio de 64 millones de dólares, llega el momento de tantear el mercado. Como agente libre tiene la posibilidad de firmar con el equipo que quiera. Para neófitos, la situación del de Sant Boi en estos momentos es la siguiente: tras el vencimiento de un contrato el uno de julio, un agente libre sin limitaciones tiene toda la libertad de negociar un nuevo contrato con cualquier equipo. Aunque se cierren acuerdos verbales, no será hasta el día 10 de julio cuando los jugadores pueden firmar contratos con sus nuevos equipos. De ahí su viaje, con el objetivo de seguir en primera persona unas conversaciones que deberán cristalizar en un acuerdo que colme sus expectativas, no tanto económicas, sino deportivas.

Un trajín palpitante que se repite con exactitud cada verano. Porque la agencia libre no es más que una jungla donde sólo sobreviven los más fuertes. Agárrense que vienen curvas. En este punto, la salida al mercado del ‘Big Three’ de los Heat (LeBron, Wade y Bosh) dibuja un escenario apasionante lleno de incógnitas cuya resolución, para bien o para mal, alterará el devenir de la competición. Otra de las esquinas del laberinto reside en el firme deseo Carmelo Anthony de sondear las posibilidades que le pueden ofrecer otros equipos al margen de unos Knicks con los que sólo ha acumulado rabia e impotencia durante las tres últimas temporadas.

Gasol asume su condición de ‘soltero’ tras una temporada gris en lo colectivo y en lo individual. Las tiranteces con Mike D’Antoni (despedido en medio de un perdón tardío acerca del trato profesado al español), la ausencia por lesión de Kobe Bryant y sus molestias en ambas rodillas provocaron el descalabro de una franquicia oro y púrpura que acabó el curso como el sexto peor equipo de la Liga (27-55). Una hecatombe que al menos le ha brindado la posibilidad de pescar en el número siete draft a Julius Randle, una de las joyas que lidera la mejor hornada de la última década. A pesar de lo enrarecido del ambiente, en los últimos 31 partidos de temporada regular Pau firmó unos dignos 19,5 puntos, 10,1 rebotes y 1,7 tapones con más del 50% de acierto en el tiro. Una muestra más de la naturaleza competitiva del dos veces campeón de la NBA (2009 y 2010).

Con el baile de entrevistas y promesas a punto de empezar, la ristra de pretendientes es larga. Si durante los últimos meses sonaron con fuerza las opciones de Suns, Hornets, Cavaliers, incluso un retorno a Memphis para jugar con su hermano Marc, las miras en estos momentos han cambiado por completo el enfoque. Chicago Bulls, Dallas Mavericks, Houston Rockets y Golden State Warriors también se han interesado por sus servicios. Sin embargo, los dos destinos más seductores en estos momentos para Pau son los Lakers y los Knicks. Vayamos por partes.

En un baloncesto carente de perfiles versátiles y polivalentes en la pintura, Pau Gasol se erige como una pieza cotizada. Lo dice sus elevados emolumentos. Algo que ha quedado refrendado en los mareantes 19,3 millones que le han pagado los angelinos este curso. Ahora bien, si Pau quiere seguir en el candelero, véase jugar en una franquicia aspirante a pelear por cotas altas, deberá rebajar sus elevadas pretensiones. Atendiendo a la ‘Excepción Larry Bird’ prevista por las normas que delimitan el marco del límite salarial en la NBA (permite renovar un contrato a un jugador en condición de agente libre, a pesar de sobrepasar el límite salarial, siempre que el jugador haya estado tres años en situación de negociar con su club sin haber cambiado de equipo), en Los Ángeles es donde más se le va a pagar. Eso sí, una cifra nunca superior a los 10 millones de dólares. Además, el General Manager de los Lakers, Mitch Kupchak, ve a Gasol como un cebo a la hora de atraer a algún pez gordo que nada suelto en las turbulentas aguas de la agencia libre (LeBron, Carmelo, Kevin Love…)

Al otro lado, en la costa este, también suspiran por sus huesos. “Los Knicks necesitan un pívot y me gustaría que fuera Pau Gasol”. Cargado de ilusión tras el intercambio que le ha colocado en el corazón del mundo, José Manuel Calderón dejó clara su opinión sobre el posible aterrizaje de su compatriota. Con Derek Fisher en el banquillo y Phil Jackson manejando los hilos desde los despachos, los románticos ven con buenos ojos la posibilidad de reunir en la Gran Manzana a tres integrantes de la segunda versión (la primera le deparó seis anillos con los Bulls de Jordan) del ‘triángulo ofensivo’ desplegado con éxito por el ‘Maestro Zen’ en los Lakers campeones de cinco anillos en la década pasada (2000, 2001, 2002, 2009 y 2010).

El problema reside en el factor Carmelo Anthony. La piedra angular del proyecto neoyorquino tiene encima de la mesa la posibilidad de firmar un estratosférico contrato de 129 millones de dólares por cinco años, el máximo previsto por la ‘ley’. Por mucho que Phil Jackson se haga el duro y asegure que nadie es imprescindible, la continuidad el alero, icono mediático en uno de los grandes escaparates de la Liga, es prioridad alfa. Al igual que ocurre en Los Ángeles, desde Nueva York se está usando la rumorología en torno al posible desembarco de Pau en las orillas del río Hudson como método de seducción que haga reflexionar a Melo. Pau no vería con malos ojos esta alternativa. Sin embargo, la traba estaría en lo económico. Si Carmelo sigue, unido a los desmedidos compromisos con su actual roster (los 23 kilos de Amare Stoudemire son una losa), Los Knicks podrían aspirar a pagar poco más de cinco millones de dólares.

Puestos a cavilar, los Heat aparecen a lo lejos con un ‘Big Three’ austero, concienciado con la economía de subsistencia que deparó el convenio colectivo que dio carpetazo al ‘lockout’ de 2011. Tranquilos, no parece que se vaya a vivir otro episodio tan infame como el que protagonizó LeBron con ‘The Decision’ en 2010. Se da por hecho que su salida en tromba al mercado responde a una estrategia para renovar con el equipo de Florida por menos dinero y abrir hueco en el ajustado límite salarial. Un contexto idóneo para fichar un elemento que dote al alicaído subcampeón de un valor añadido para hacerse con un anillo en los próximos años. ¿Pau Gasol? Quién sabe.

“Ha llegado el momento de viajar de vuelta a los Estados Unidos. En unos días empezaré a ver mis opciones”. A través de su perfil de twitter, el pasado domingo Pau Gasol calentaba motores. Llega la hora de la verdad. Nada de instantáneas junto Froilán en el Congreso durante el acto de coronación del nuevo monarca Felipe VI, viajes a Israel para obsequiar al presidente israelí Shimon Peres con una camiseta de la selección o tediosos compromisos publicitarios con alguna entidad bancaria. A seis días de cumplir los 34, Gasol regresó a Estados Unidos para negociar el que puede ser el último contrato de su carrera en la NBA.

Pau Gasol
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