La lesión de Bryant, un elemento más de la tormenta que se avecina en los Lakers

No hay paz en la franquicia de los Lakers, en barrena desde hace un año y con la necesidad de afrontar decisiones estratégicas, tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico, que le permitan armar un conjunto poderoso que pueda volver a pelear por los anillos. El último revés para los de oro y púrpura es la nueva lesión de Kobe Bryant, que a sus 35 años y tras recuperarse de una rotura en el tendón de Aquiles, ha visto como tendrá que decir adiós a la temporada por la rotura de la platea tibial externa de su pierna izquierda. No es sin embargo el único frente abierto en Lakers.

El deporte suele moverse alrededor de los mitos, reflejando estos las constantes de sus equipos. Nadie como Bryant para reflejar el estado actual de los Lakers, campeones en 2010 y ahora desnortados y sin un rumbo sobre el que remontar el vuelo. Con un contrato de 48’5 millones, inédito en esta temporada (sólo 6 partidos en la presente campaña, convaleciente de nuevo en el duelo ante Memphis Grizzlies), Bryant ya mira a la próxima campaña con la intención de abanderar, de nuevo, un proyecto ganador, lejos de la imagen de botarate a la deriva que ejemplifican los angelinos en la presente campaña.

Nadie apuesta de forma rotunda por Mike D’Antoni para dirigir el proyecto. Pese a que no existe un solo síntoma para explicar la dantesca situación del equipo angelino, penúltimo en la Conferencia Oeste, nadie pone la mano en el fuego por la continuidad de Mike D’Antoni, técnico que ostenta el dudoso honor de cosechar la derrota más abultada de la historia de la franquicia. Recientemente reconocía el propio técnico una reunión con la dirigencia de la franquicia, lo que evidencia que no está nada claro quién será el dueño del banquillo la próxima temporada. Según anunció recientemente la cadena ESP, el actual técnico angelino sería despedido a final de esta temporada.

Tampoco la plantilla es ajena a la renovación que pide a gritos el equipo, lastrado por una plaga de lesiones. No está clara la continuidad de Steve Nash, quien valora su retirada a final de temporada si no logra resistir el ritmo desenfrenado de la NBA. “Intentar volver ahí es un verdadero reto para mí. Si no puedo estar bien tres veces y media a la semana, no está bien para la NBA. Quiero estar al nivel que se espera de mí", declaró en un documental emitido por Grantland Channel. La gran apuesta hace ahora dos años de Lakers amenaza con poner punto y final a su carrera si el físico no le alcanza.

No sólo se enfrenta a un baile de nombres la franquicia angelina. La reducción de la masa salarial del club, con la opción de fichar a Kevin Love en 2015 en su condición de agente libre, es otro de los puntos que deberá tratar. Actualmente, la franquicia tiene una masa salarial entorno a los 77 millones de dólares, lo que le obliga a pagar el impuesto de lujo (impuesto que se imputa al sobrepasar los 71 millones de dólares).

En ese escenario no está clara la continuidad de Pau Gasol, que ha estado a punto de abandonar Lakers en los últimos años. Sólo Kobe, Nash, Sace, Young y Marshall tienen contrato en vigor de cara al próximo curso. La continuidad del internacional español pasaría por una importante rebaja en su contrato y la no continuidad de Mike D’Antoni, con quien nunca tuvo química. Tampoco el técnico considera a Gasol una pieza clave en su juego ofensivo. La continuidad de Gasol pasaría más por el aspecto económico, toda vez que son ya muchas las voces en Estados Unidos que apuntan a la marcha del entrenador a final de temporada.

Gasol, no obstante, podría negociar su fichaje con cualquier franquicia en su posición de agente libre. Farmar, Hill, Kaman, Henry, Meeks, Bazemore y Brooks también serán agentes libres este verano. El regreso de Bryant y los refuerzos provenientes del Draft podrían dar algo de luz a una franquicia que en 2014 sigue en la oscuridad.