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Rose, un NBA millonario que no soportaría "las actitudes de gente que gana tanto dinero"
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EL BASE DE LOS BULLS VOLVERÁ CUANDO EMPIECE LA TEMPORADA TRAS UNA DURA LESIÓN

Rose, un NBA millonario que no soportaría "las actitudes de gente que gana tanto dinero"

Derrick Rose ha estado en Madrid durante un viaje que forma parte del ‘D Rose Tour’, un periplo que le ha llevado a recorrer media Europa

Foto: Rose, un NBA millonario que no soportaría "las actitudes de gente que gana tanto dinero"
Rose, un NBA millonario que no soportaría "las actitudes de gente que gana tanto dinero"

Derrick Rose ha estado en Madrid durante un viaje que forma parte del ‘D Rose Tour’, un periplo que le ha llevado a recorrer media Europa con la marca deportiva que lo patrocina y en la que tiene su propia línea de ropa, Adidas. Respetuoso, educado, así es el base de los Chicago Bulls. Un tipo con una cuenta corriente llena de ceros, pero de lo más normal. 18 millones al año en salario por jugar, más un vínculo con la marca alemana que ronda los 250 'kilos' en 14 años. Unas cifras mareantes pero que para el base no significan nada. Sus orígenes, Englewood, el barrio más conflictivo de Chicago, le hacen ser una persona que valora lo que tiene, que ha trabajado, y los sigue haciendo, muy duro para llegar a donde está. Rose reconoce que no podría ser entrenador de la NBA porque “no soportaría la actitudes de los jugadores que ganan tanto dinero”. Con la humildad por delante, le toca volver a ser una parte importante de los Bulls la próxima temporada después de un año en blanco. Ya está al 100% y sabe que su función sobre la pista será “liderar al equipo”. A partir de octubre, todos los focos apuntarán al que está llamado a ser el heredero de Michael Jordan: Derrick Rose. 

La abuela de Derrick Rose lo apodó ‘Pooh’ cuando era un niño, como el famoso oso de dibujos animados Winnie the Pooh. Ahora, ese niño tiene 24 años y está señalado para convertirse en uno de los jugadores más importantes de la historia de la NBA. Su vida no ha sido fácil. Rose creció sin padre, con una madre muy disciplinada aprendió a ser humilde y a trabajar para alcanzar sus objetivos. El baloncesto es su pasión y, aunque el ping-pong es su segundo deporte favorito, su especialidad es el mundo de la canasta donde destacó desde que era un niño. Con 22 años logró ser el MVP de la temporada regular más joven de la historia de la NBA. Antes, en 2008, fue elegido numero 1 del draft por los Chicago Bulls con tan solo una temporada en la Liga universitaria a sus espaldas, en los Tigers de Memphis. La franquicia de Illinois no podía dejar escapar a su joven promesa.

Desde sus inicios, el base ejerció siempre de líder de sus equipos, igual que le tocará hacer esta temporada en los Chicago Bulls porque Derrick Rose vuelve a las pistas, está preparado: “Estoy al 100%, listo para empezar la temporada. Va a ser emocionante volver”. Durante la pasada temporada estuvo descartado del equipo, la culpa fue de una grave lesión sufrida en 2012. El contratiempo frustró un año que pintaba mágico para el base de la franquicia de Illinois. Nada más comenzar los ‘playoffs’ de la temporada 2011-2012 Rose se rompió la rodilla izquierda. Un varapalo para su equipo, los Bulls, que partían con la esperanza de luchar por el anillo tras una temporada regular impoluta con 50 victorias y 16 derrotas. Este año, el joven talento de Chicago no llegó a tiempo para disputar un sólo minuto. Sin Derrick en el equipo, las cosas se complicaron para la franquicia dirigida por Tom Thibodeau que terminó quinta en la Conferencia Este y que cayó ante los Heat en los ‘playoffs’.

La grave lesión que sufrió ha sido una de las partes más complicadas de su carrera. Rose reconoce que fue “duro” (en un acto publicitario incluso llegó a derramar lágrimas viendo un video de su lesión) y que ahora va a “intentar hacer las cosas con más calma, desde el punto de vista de un entrenador”. Eso sí, no valora hacerse técnico, al menos, de momento: “Nunca seré entrenador. No soportaría las actitudes de gente adulta de la NBA que gana mucho dinero”. Durante su periplo en España, acudió a varios Campus de niños. Él no tuvo la suerte de acudir a uno cuando era pequeño por eso afirma que deben “dar gracias a Dios” por poder jugar en estos sitios. Rose lo hizo en su barrio, con gente mayor que él que tuvo la suerte de compartir pista con uno que, si nada cambia, es candidato a ser recordado como uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA. Una estrella dentro y fuera de la pista.

Derrick Rose ha estado en Madrid durante un viaje que forma parte del ‘D Rose Tour’, un periplo que le ha llevado a recorrer media Europa con la marca deportiva que lo patrocina y en la que tiene su propia línea de ropa, Adidas. Respetuoso, educado, así es el base de los Chicago Bulls. Un tipo con una cuenta corriente llena de ceros, pero de lo más normal. 18 millones al año en salario por jugar, más un vínculo con la marca alemana que ronda los 250 'kilos' en 14 años. Unas cifras mareantes pero que para el base no significan nada. Sus orígenes, Englewood, el barrio más conflictivo de Chicago, le hacen ser una persona que valora lo que tiene, que ha trabajado, y los sigue haciendo, muy duro para llegar a donde está. Rose reconoce que no podría ser entrenador de la NBA porque “no soportaría la actitudes de los jugadores que ganan tanto dinero”. Con la humildad por delante, le toca volver a ser una parte importante de los Bulls la próxima temporada después de un año en blanco. Ya está al 100% y sabe que su función sobre la pista será “liderar al equipo”. A partir de octubre, todos los focos apuntarán al que está llamado a ser el heredero de Michael Jordan: Derrick Rose.