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Parker baila en la cara de LeBron para dar a los Spurs el primer triunfo en la final
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EXHIBICIÓN DEL FRANCÉS, DUNCAN Y GINOBILI EN EL ÚLTIMO CUARTO

Parker baila en la cara de LeBron para dar a los Spurs el primer triunfo en la final

Son mayores, pasan de la treintena pero tienen mucho baloncesto en sus manos y, sobre todo, en su cabeza. Llevan más de una década juntos y

Foto: Parker baila en la cara de LeBron para dar a los Spurs el primer triunfo en la final
Parker baila en la cara de LeBron para dar a los Spurs el primer triunfo en la final

Son mayores, pasan de la treintena pero tienen mucho baloncesto en sus manos y, sobre todo, en su cabeza. Llevan más de una década juntos y eso se nota. Hablamos de Tony Parker (21 puntos), Tim Duncan (20 puntos) y Manu Ginobili (13 puntos). Ni el 'Big Three' ni nada pudo con las ganas y el saber estar de estos tres señores del baloncesto. El último cuarto que se marcaron, especialmente el del base francés, bien pudiera quedar grabado en la historia de la NBA. El 88-92 final hace justicia a lo visto en la parte decisiva del partido en la que Parker, con 21 puntos, se convirtió en el factor decisivo para el triunfo de los texanos.

El baile que Parker hizo en las mismas narices de LeBron a cinco segundos del final fue el broche a una noche para enmarcar. Su canasta al límite del tiempo de posesión, fue revisada por los árbitros en otro ejemplo más de que la tecnología no molesta en el deporte, cerró el partido y dejó a la estrella de Miami sumido en una depresión que le puede costar algo más que una simple derrota. Ni la energía desatada por LeBron James (logró su tercer triple doble en una final), ni los 19.600 aficionados que llenaba el American Airline y que no cesaron de pedir que todas los ataques pasaran por su ídolo, pudieron con la clase del trío franquicia de los Spurs. Y estos golpes son de los que se acusan a lo largo de una serie que parece muy larga pero que al final no lo es tanto.

Quedaban siete minutos para el final del partido cuando los Spurs consiguieron dar la vuelta a un marcador que desde el minuto tres siempre habían llevado en contra. Era el aviso de lo que iba a pasar instantes después. el triunfo de ese baloncesto alegre, de equipo a la europea que Greg Popovich tan bien sabe manejar y que Duncan, Parker y Ginobili se encargan de plasmar sobre la cancha. Los texanos, con la victoria de hoy, ponen a su favor eso del factor cancha y dan un golpe a la cansada moral de unos Heat que han transmitido la sensación de llegar agotados tras su dolorosa serie con los Pacers en la final de Conferencia.

Los siete puntos de ventaja que los texanos lograron gracias a un triple de Green (81-88) a poco más de dos minutos para el final fue la puntilla para el partido. Los Heat se habían quedado sin ideas, sin oxigeno, ese que habían gastado durante los tres primeros cuartos, esos que muchas veces apenas sirven de nada en esto de la NBA. Bosh y Wade ya no veían el aro como antes y el acierto de Allen no bastaba para resistir. Los locales veían cómo lo hecho durante los 38 minutos anteriores no valía de nada (nunca tuvieron más de nueve puntos de ventaja) y la seguridad de los Spurs en los momentos finales les condenaba a dejarse en el camino la ventaja de cancha lograda durante la temporada. 

Son mayores, pasan de la treintena pero tienen mucho baloncesto en sus manos y, sobre todo, en su cabeza. Llevan más de una década juntos y eso se nota. Hablamos de Tony Parker (21 puntos), Tim Duncan (20 puntos) y Manu Ginobili (13 puntos). Ni el 'Big Three' ni nada pudo con las ganas y el saber estar de estos tres señores del baloncesto. El último cuarto que se marcaron, especialmente el del base francés, bien pudiera quedar grabado en la historia de la NBA. El 88-92 final hace justicia a lo visto en la parte decisiva del partido en la que Parker, con 21 puntos, se convirtió en el factor decisivo para el triunfo de los texanos.

LeBron James