El Real Madrid brilla en el momento más importante y se lanza a por el peor rival posible
El conjunto de Chus Mateo dio la cara el día que no podía fallar contra el Bayern de Múnich y se prepara para el infierno de Grecia, donde el equipo deberá alcanzar un nivel excelente
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El martes, tras el fiasco monumental que supuso la derrota ante Paris Basketball en el coliseo madridista, más fiasco por el cómo se produjo que por la derrota misma, Mario Hezonja dejaba caer una frase que resumía con tino la cuestión: "Si no metes ni una, no puedes pensar que vas a ganar". Podría haber añadido algo sobre la triste defensa del equipo aquel día y habría completado así el asunto: sin defender ni atacar, imposible vencer.
Esta vez, el Real Madrid afrontó correctamente ambos aspectos del juego y doblegó al Bayern Múnich tras un inicio impresionante, que supo defender en esta ocasión para abrochar finalmente la victoria que les conduce a playoffs (93-71). Los minutos iniciales contemplaron a un equipo que embocaba todos sus tiros y cuya defensa abierta ahogó los lanzamientos de los germanos, víctimas del ansia por mantener el ritmo anotador del Real Madrid.
Al final del primer cuarto, el 33-17 que mostraba el marcador incluía un inusual 7/8 en tiros triples, de siete jugadores diferentes, por este orden: Deck, Mario, Facu, Abalde, Ibaka, Feliz y Musa. Al poco se uniría a la fiesta Garuba, que conseguía el suyo al medio minuto de la reanudación. Y el segundo cuarto lo remató Mario Hezonja con otro adicional (52-33).
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Rendimiento coral en el Real Madrid
El Madrid le había birlado la ametralladora al Bayern para conseguir sus mejores cifras del curso, justamente ante el equipo líder en tiros exteriores. Su tarjeta final mostró 18/30 en T2 y un extraordinario 15/28 en T3, además de 12/13 en tiros libres y 24 asistencias. También brilló el equipo en su dominio del rebote, especialmente del rebote defensivo: el juego abierto de los alemanes los lleva a ser el tercer peor equipo de la competición en ese aspecto del juego.
Así es que, en un contexto favorable, el Madrid coleccionó hasta 19 puntos de ventaja al descanso. La cifra la fue manteniendo sin especial dificultad hasta la finalización del partido. En este caso no se percibió amenaza alguna, a pesar de algunos leves acercamientos, y hasta Chus Mateo dio tres minutos a Hugo González y Xavier Rathan-Mayes, de modo que jugaron todos: no es algo que en condiciones normales se vaya a ver mucho en estas semanas finales de las competiciones mayores, Euroliga y ACB.
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Es importante destacar la excelente aportación de Alberto Abalde. Cuando está en pista, el juego del equipo crece exponencialmente, no ya solo con los intangibles, también de cara al aro aporta cada día más, mostrando el mejor porcentaje de acierto en triples de toda la plantilla, y con diferencia.
El pabellón también pudo disfrutar de nuevo del liderazgo de Super Mario (19+7+1, 24 val), que sin duda saltó a la pista con la mente enfocada en sus palabras del martes. El acompañamiento de Facu, de nuevo mágico en todas las fases del juego (12+4+5, 22 val) redondeó la cosa y ni siquiera fue necesaria una sobrecarga de minutos para Tavares, que fue bien respaldado por Ibaka.
Al final de la fiesta se unió Musa, con 9 puntos en el último cuarto y se disfrutó de buenas aportaciones de Feliz, Garuba o Deck. No fue así en el caso de Sergio Llull, cuyos minutos en pista coincidieron con acercamientos de los bávaros y su carta de tiro quedó en 0/5, con cuatro errores en los triples.
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No era el mejor momento para Bayern
Los muniqueses echaron de menos a su estrella Carsen Edwards, segundo máximo anotador de la competición y reluciente miembro del mejor quinteto nombrado por la Euroliga (de los madridistas, solamente Tavares forma parte del segundo mejor quinteto). La lesión de espalda del base americano, que venía de completar una fila de excelentes partidos, pudo naturalmente trastocar los planes de Gordon Herbert. También pareció acusar el equipo alemán la tremenda exigencia de su partido de playin del martes, donde doblegaron a Estrella Roja tras una prórroga y con polémica arbitral de por medio.
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Ha sido un buen año para Bayern, coleccionando buenas victorias durante la fase regular (Real Madrid, Barcelona, Olympiacos) y parecía que su clasificación iba por buen camino, hasta que algunas derrotas finales le desviaron al duro camino del play-in. En todo caso, la consolidación del equipo es un hecho, tras el paso positivo de Andrea Trinchieri o de Pablo Laso, ahora con Gordon Herbert, campeón del mundo con Alemania en 2023.
Olympiacos en el horizonte
Ahora, todo el mundo hubiera preferido enfrentar a Fenerbahce, con desventaja de campo y a cinco partidos. De ahí la desilusión vivida el martes. Y no es cuestión de infravalorar a la escuadra de Saras Jasikevicius, pero es que la plantilla de Olympiacos es terrorífica, de largo, la mejor de todos los equipos de Euroliga, por calidad y por cantidad.
El quinto año de Georgios Bartzokas puede contemplar el cuarto acceso del equipo a la Final Four, que ya vencieron en 2023 y son primer candidato este año. Y si es temible su plantilla, qué puede decirse del Pabellón de la Paz y la Amistad en el Pireo. Desde luego esa denominación está escrita fuera del recinto, pero no se puede esperar algo parecido dentro, donde la presión ambiental será extraordinaria, con todo lo que este factor implica.
Las opciones del Madrid distan de ser muy optimistas, qué duda cabe. Además, los dos partidos de esta semana, más los de ACB (y fue Tenerife el pasado domingo), sugieren que el equipo griego estará más descansado… porque el miércoles comienza el lío y con el del viernes son dos partidos en El Pireo, casi nada. Es de esperar que Mateo rotará ampliamente la plantilla este domingo ante Andorra. Se lo puede permitir. El viernes tampoco hubo sobrecargas extremas para ningún jugador y da la sensación de que los problemas musculares de Andrés Feliz han sido (felizmente) superados.
THE REGULAR SEASON LEADERS ✅@Olympiacos_BC pic.twitter.com/2NNYuka8kc
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) April 10, 2025
Desde luego, el buen estado físico de todos los chicos de Mateo es una primera condición para el éxito. Después, la intensidad defensiva es un deber, no es elegible. Luego, el acierto ofensivo es poco menos que imprescindible. Pero, sobre todo, asumir que son hasta cinco partidos por delante, que se irá muchos minutos por debajo, que habrá presión, que será fundamental permanecer mentalmente en los partidos, mantener la paciencia y un concepto colectivo del juego.
Todos estos serán aspectos que deberá impulsar Mateo en la mentalidad de sus chicos. Tampoco Olympiacos estará muy contento con esta situación: quedas primero en la fase regular… y te toca el Real Madrid, con todo lo que conlleva. Esa es otra baza que podrá explorarse estos días: el escudo blanco también pesa en el equipo rival.
El martes, tras el fiasco monumental que supuso la derrota ante Paris Basketball en el coliseo madridista, más fiasco por el cómo se produjo que por la derrota misma, Mario Hezonja dejaba caer una frase que resumía con tino la cuestión: "Si no metes ni una, no puedes pensar que vas a ganar". Podría haber añadido algo sobre la triste defensa del equipo aquel día y habría completado así el asunto: sin defender ni atacar, imposible vencer.