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"Sólo un rebote lo cambió todo": así resucitó el Real Madrid en Belgrado en busca de la Final Four
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FUERZA EL QUINTO PARTIDO

"Sólo un rebote lo cambió todo": así resucitó el Real Madrid en Belgrado en busca de la Final Four

El Madrid logró, por segunda vez, una meritoria victoria en Belgrado que le permite llevar la eliminatoria al Wizink y buscar el pase a la Final Four de la Euroliga en el quinto choque

Foto: Tavares, en un momento del cuarto partido. (EFE/EPA/Andrej Cukic)
Tavares, en un momento del cuarto partido. (EFE/EPA/Andrej Cukic)

Habrá quinto partido en los cuartos de final de la Euroliga. Después de que el Partizán se llevara la victoria en los dos primeros choques del Wizink Center, batalla campal incluida en el segundo de ellos, el equipo blanco sacó a relucir su carácter competitivo para igualar la contienda con dos monumentales victorias en el Pionir. Pero en el cuarto choque, con la soga a cuello, una jugada cambió el partido para que los blancos regresen a casa para jugarse el pase a la Final Four.

En el primer partido, un increíble triple de Kevin Punter en la última jugada daba la victoria a los de Belgrado (87-89); en el segundo, el equipo serbio dominó el partido por completo ante un Madrid impotente, en un partido que acabó antes de tiempo por la monumental pelea entre ambos equipos (80-95); y, la eliminatoria, llegó a Belgrado, donde el conjunto blanco necesitaba un milagro para seguir con vida en la Euroliga. Y los de Chus Mateo lo consiguieron a lo grande.

Foto: Tavares intenta anotar en un balón interior. (EFE/Andrej Cukic)

Fue en el tercer choque donde el Madrid se dio cuenta de que podía dar la vuelta a la eliminatoria. En un partido muy disputado, en el que Partizán llegó a ponerse con +13 de ventaja, Walter Tavares y Nigel William-Goss sacaron la artillería para, con 50 puntos entre ambos jugadores, dar un triunfo ajustado a su equipo (80-82). Los blancos habían salvado la primera bola de partido, pero quedaba lo más difícil: voltear la eliminatoria con otra nueva heroicidad.

Y de nuevo lo consiguió el Madrid este jueves, firmando uno de esos partidos que será recordado durante mucho tiempo. El Madrid dominó el marcador en todo momento, tomando una buena renta en el primer cuarto que fue enjugada por los serbios en el segundo. De nuevo, en el tercer parcial, el equipo blanco se estiró en el marcador... hasta que los últimos diez minutos se convirtieron en un drama. En un partido donde se juega toda una temporada, el miedo a perder era evidente.

Partizán apretaba y recortaba en el marcador, con un Madrid que trataba de ser serio en defensa y seguir sumando en ataque. La lesión de Gaby Deck a tres minutos del final dejó al Madrid sin uno de sus puntales, uno de esos jugadores que pelean cada bola como si fuera la última, y que son básicos para jugar esos minutos en los que se decide todo. Y, entonces, con solo 60 segundos para acabar el choque, Tavares se volvió a disfrazar de héroe para sellar el triunfo.

Con 78 a 80 en el marcador a favor de los blancos, tras un grosero error en el saque que dejaba a Partizán a una canasta del triunfo, el Madrid atacaba consciente de la necesidad de anotar. Se acababa la posesión y Adam Hanga se jugó un triple lejano que no entró, pero Mario Hezonja cogió un rebote complicadísimo para dar una bola extra al Madrid. Recibió varias faltas por el camino en su intento por anotar y, el balón, salió de nuevo hacia el cielo de Belgrado... momento en el que todo cambió.

Casi de la nada, apareció el gigante Tavares para descolgar la bola del mismísimo techo y conseguir un monumental 2+1 que cerraba el partido. Partizán no volvería a anotar y el Madrid se llevaba la victoria (78-85) que le devuelve la ventaja de campo y le permite seguir soñando. "Un rebote. Solo un rebote lo cambió todo. La canasta de Tavares...", explicaba Zeljko Obradovic al final del partido. La canasta que decantó la balanza a favor del Real Madrid.

Será el próximo miércoles cuando ambos equipos vuelvan a verse las caras, esta vez en el Wizink Center, en busca de la clasificación a la Final Four de la Euroliga. El Real Madrid, que parecía completamente desahuciado tras los dos primeros partidos, llega con vida al quinto partido y Tavares tiene mucha culpa. Sus dos enormes partidos en Belgrado le han dado vida al Madrid y esa canasta que lo cambió todo les permite depender de otra noche de gloria en Madrid.

Habrá quinto partido en los cuartos de final de la Euroliga. Después de que el Partizán se llevara la victoria en los dos primeros choques del Wizink Center, batalla campal incluida en el segundo de ellos, el equipo blanco sacó a relucir su carácter competitivo para igualar la contienda con dos monumentales victorias en el Pionir. Pero en el cuarto choque, con la soga a cuello, una jugada cambió el partido para que los blancos regresen a casa para jugarse el pase a la Final Four.

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