Sergio Llull y el fuego que contagió al Real Madrid para conquistar la Décima
El Real Madrid ganó la Euroliga tras vencer en la final al Fenerbahçe. Sergio Llull solo ha podido jugar cuatro partidos europeos esta temporada, pero su influencia es decisiva
Tres meses y medio después de su lesión, Sergio Llull subió al pico de Peñalara. Era una ruta sin muchas complicaciones, pero en su estado suponía un hito más en un proceso de rehabilitación al que todavía le quedaba bastante para terminar. "El camino a la cima no se alcanza con las piernas, sino desde dentro. Paso a paso y sin atajos, como mi lesión", narra el propio jugador en el documental sobre su recuperación emitido por Real Madrid TV. Eso que tiene dentro es lo que explica, junto con el trabajo, una recuperación modélica. Y también lo que han conseguido él y el resto del equipo en Belgrado. El Real Madrid venció al Fenerbahçe y conquistó su décima Copa de Europa, la Décima, tras una temporada en la que tener cabeza para superar las adversidades ha sido lo más importante.
A eso que Llull tiene dentro unos lo llaman carácter, otros corazón, arrojo o huevos, como dijo Luka Doncic tras la final al hablar de todo el equipo. Jaycee Carroll dio en el clavo antes de la Final Four: "Tiene fuego". El fuego que le llevó a tuitear un selfi sonriendo acompañado del mensaje "¡Volveré!" cuando aún estaba en la camilla del hospital. Y el fuego que ha contagiado al resto del equipo durante toda la temporada. Primero para sobrevivir en la Euroliga y luego, con su regreso, para darle un impulso en los 'playoffs' y en la Final Four.
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— EuroLeague (@EuroLeague) 20 de mayo de 2018
"La fuerza y ambición colectiva las representa como nadie Sergio Llull", escribió antes de la final en 'El País' Ettore Messina, que lo entrenó entre 2009-2011. "El jugador referente no es el que habla sino el que hace; el que permanece en el tiempo manteniendo el mensaje y la historia del club. Es un chico con un corazón increíble y una personalidad muy fuerte. Hacer lo que hizo el viernes en Belgrado después de ocho meses y medio fuera es solo para elegidos. Verle a ese nivel le da a su equipo una confianza increíble".
Mientras Llull se esforzaba en su larga recuperación, sus compañeros lo hacían para superar las adversidades, en no dejar que los golpes acabaran tumbándole (en la Euroliga, en la Liga Endesa la película es muy diferente). Ambos salieron victoriosos. El menorquín regresando a gran nivel y el equipo culminando su temporada más complicada en mucho tiempo con un nuevo título de la Euroliga. "Pensábamos en qué más malo podría ocurrirnos, jugar sin siete jugadores en diciembre pasado por sus lesiones, pero importa el equipo, cuando la gente en los difíciles momentos dan su máximo. Nos hemos desarrollado como equipo y conquistamos la Euroliga", resumió Pablo Laso. La mención al desarrollo no es casual: este equipo es mejor que el que comenzó la temporada.
El Madrid pudo haberse venido abajo ante tanto contratiempo (ahí está el ejemplo del Barcelona la temporada pasada), pero eligió pelear. "Ante las adversidades, es cuando más crece el equipo, La actitud que tuvimos durante todo el año; a pesar de las lesiones, seguimos creyendo. Y terminar ganando la Euroliga más complicada de los últimos años es para estar orgullosos", dijo Rudy Fernández. "Comimos mucha piedra", señaló Facundo Campazzo. "Si hacemos una encuesta de cuántos pensaban que íbamos a ganar la Euroliga, sería curioso", continuó el argentino, que ha ganado dos Euroligas en sus dos temporadas con el equipo.
"Venían cosas malas y más cosas malas, y llegó un momento en el 'playoff' ante el Panathinaikos que pensamos que ya solo podían venir cosas buenas, y aquí está", dijo Gustavo Ayón, uno de los lesionados durante la temporada. "A veces la única forma de levantarte es que te den un tortazo, y el Panathinaikos nos lo dio. Eso nos hizo reaccionar", dijo Laso en referencia al primer partido de esa serie.
Llull reapareció en el momento justo, en medio de esa dura eliminatoria que él ayudó a ganar: ocho puntos y cuatro asistencias en el tercer partido; 11 y siete en el cuarto. Mejor aún fue su actuación en la semifinal contra el CSKA, en la que brilló con 16 puntos y cinco asistencias. En la final se quedó en cinco puntos y fue eliminado por faltas, pero siguió aportando. “Que una estrella como Llull es capaz de sacrificar sus faltas para parar al rival dice mucho de él. Sabíamos que su defensa era importante porque podía cambiar un partido", explicó Laso.
"He soñado muchas veces con la Final Four durante mi recuperación y siempre acababa bien", dijo Llull antes de viajar a Belgrado. Seguro que no soñaba con levantar el trofeo, honor reservado al capitán que Reyes compartió con él. A su manera, esta también ha sido la Euroliga de Llull.
Tres meses y medio después de su lesión, Sergio Llull subió al pico de Peñalara. Era una ruta sin muchas complicaciones, pero en su estado suponía un hito más en un proceso de rehabilitación al que todavía le quedaba bastante para terminar. "El camino a la cima no se alcanza con las piernas, sino desde dentro. Paso a paso y sin atajos, como mi lesión", narra el propio jugador en el documental sobre su recuperación emitido por Real Madrid TV. Eso que tiene dentro es lo que explica, junto con el trabajo, una recuperación modélica. Y también lo que han conseguido él y el resto del equipo en Belgrado. El Real Madrid venció al Fenerbahçe y conquistó su décima Copa de Europa, la Décima, tras una temporada en la que tener cabeza para superar las adversidades ha sido lo más importante.