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Giannakopoulos, el millonario que acusa a la Euroliga de beneficiar al Real Madrid
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Giannakopoulos, el millonario que acusa a la Euroliga de beneficiar al Real Madrid

Dimitris Giannakopoulos envió este martes en un dossier a varios medios denunciando un trato favorable de la Euroliga a cuatro equipos, entre ellos el Real Madrid y el Baskonia

Foto: Homenaje a Obradovic en 2014 con Pavlos (izquierda), Thanasis (segundo por la derecha) y Dimitris Giannakopoulos (primero por la derecha), actual presidente del Panathinaikos. (EFE)
Homenaje a Obradovic en 2014 con Pavlos (izquierda), Thanasis (segundo por la derecha) y Dimitris Giannakopoulos (primero por la derecha), actual presidente del Panathinaikos. (EFE)

La Euroliga tiene desde hace un tiempo una china en el zapato. Se llama Dimitris Giannakopoulos, es dueño del Panathinaikos y está convencido de que la máxima competición europea y en concreto su director ejecutivo, el español Jordi Bertomeu, ha puesto en marcha una persecución contra él y su club. Sus habituales salidas de tono le han costado varias multas, aunque él suele ignorarlas. Esta misma temporada le fue prohibido el acceso a partidos de la competición, pero eso no ha impedido que acuda a ver a su equipo.

En su guerra con la Euroliga (de la que el Panathinaikos es propietario de una parte), Giannakopoulos dio este martes un paso más. Varios medios de comunicación europeos (en España la revista 'Gigantes' y el diario 'As') recibieron un sobre que contenía una carta firmada por él mismo, un dossier y un DVD. Con ese material, el dueño del club ateniense pretende demostrar el trato de favor de los árbitros de la Euroliga hacia Fenerbahçe y Olympiacos. También la ventaja que, en su opinión, otorga el calendario a Real Madrid y Baskonia, dos rivales directos en el final de la temporada regular de la Euroliga. Tras 26 jornadas, el Panathinaikos es sexto con 15 victorias, una menos que el Madrid (4º clasificado) y dos más que el Baskonia (8º).

La discusión de Giannakopoulos con la Euroliga no es nueva, pero esta temporada se ha intensificado. En enero, la Euroliga le abrió expediente tras unos comentarios contra los aficionados del Fenerbhaçe en su cuenta de Instagram. Ese expediente se cerró con la prohibición de un año para asisitir a partidos de Euroliga o Eurocup, sanción reducida tras la apelación a una prohibición de cinco meses y una multa de 60.000 euros. Pero el 2 de marzo acudió al OAKA para ver el derbi contra el Olympiacos, lo que provocó que la Euroliga le multara con otros 60.000 euros adicionales.

"No cumpliré con la prohibición que podría resultar en que tenga que pagar multas de entre 30.000 y 280.000 euros por cada vez que acuda a ver al club en el que he invertido tiempo, energía y dinero", escribió ese mismo 2 de marzo en Instagram. En febrero también fue sancionado con la prohibición de acudir a eventos deportivos en Grecia durante tres meses y una multa de 10.000 euros por críticas a los árbitros de la liga griega.

Sus salidas de tono y ocurrencias son habituales. Hace casi un año, después de que su equipo perdiera en el 'playoffs' de la Euroliga contra el Fenerbahçe por 3-0, decidió que los jugadores debían volver a Atenas en autobús desde Estambul. A los jugadores que se negaron quiso echarlos. Y hace poco, tras la primera sanción de la Euroliga, anunció la celebración de un referéndum para que los aficionados decidieran si el club debía seguir en la Euroliga, aunque aún no se ha celebrado.

Ninguna multa económica va a frenar a Dimitris Giannakopoulos, para quien el dinero nunca ha sido un problema. Cuando nació en 1973 en Atenas, su familia ya había fundado la farmacéutica Vianex, un negocio que tiene sus orígenes en una farmacia que había abierto su abuelo Dimitris en la década de los 20. El negocio pasó a manos de su padre Pavlos y su tío Thanasis, que todavía son los dueños mayoritarios. Dimitris es el vicepresidente y el director ejecutivo. También es el dueño del conglomerado de medios DPG Group.

placeholder Dimitris Giannakopoulos quiere comprar el Panathinaikos de fútbol y también el Estadio Olímpico de Atenas (en la imagen). (Reuters)
Dimitris Giannakopoulos quiere comprar el Panathinaikos de fútbol y también el Estadio Olímpico de Atenas (en la imagen). (Reuters)

Su padre y su tío se hicieron con el control del Panathinaikos BC en 1987 y dejaron paso a Dimitris en 2012. En esos 25 años, el equipo de Atenas se convirtió en uno de los mejores de Europa, al ganar el título continental en 1996, 2000, 2002, 2007, 2009 y 2011. Los cinco últimos llegaron con Zeljko Obradovic en el banquillo. Pero tras la marcha del serbio, el mismo año en el que Dimitris se hizo con el control del club, el Panathinaikos no ha vuelto a ganar la Euroliga.

Dimitris Giannakopoulos es un hombre poderoso en Grecia, y lo puede ser aún más en un corto plazo de tiempo si sale adelante su plan de comprar el Panathinaikos de fútbol. Hace unas semanas presentó una oferta para hacerse con el club. Pero sus planes no acaban ahí: incluye comprar también el Complejo Olímpico de Atenas, sede de los Juegos de 2004 y cuya propiedad es del Estado, que quiere privatizarlo. Con ayuda de inversores extranjeros, Giannakopoulos quiere construir un nuevo pabellón en el lugar del actual y también un nuevo estadio que sustituya al olímpico. Su proyecto solo dejaría un elemento del edificio sin tocar: la cubierta diseñada por Santiago Calatrava.

La Euroliga tiene desde hace un tiempo una china en el zapato. Se llama Dimitris Giannakopoulos, es dueño del Panathinaikos y está convencido de que la máxima competición europea y en concreto su director ejecutivo, el español Jordi Bertomeu, ha puesto en marcha una persecución contra él y su club. Sus habituales salidas de tono le han costado varias multas, aunque él suele ignorarlas. Esta misma temporada le fue prohibido el acceso a partidos de la competición, pero eso no ha impedido que acuda a ver a su equipo.

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