Llull y Ayón no evitan que el Darussafaka le complique los 'playoffs' al Real Madrid

El Real Madrid perdió contra el Darussafaka por 80-84 en el segundo partido de los 'playoffs' de la Euroliga y se complicó el camino hacia la Final Four. La derrota deja la elminatora empatada a uno y obliga al equipo madridista a ganar al menos uno de los dos encuentros que se jugarán en Estambul, donde ya perdió contra el equipo turco en la fase regular.

Si ya es difícil ganar un partido de Euroliga jugando solo un cuarto a buen nivel y con solo dos jugadores mostrando su mejor versión, mucho más es hacerlo en los 'playoffs'. Eso es lo que le pasó al Real Madrid, que solo mostró su mejor cara en el tercer período, en el que anotó 30 puntos, y cuya producción ofensiva, sobre todo en la segunda parte, se limitó a la aportación de Sergio Llull (22 puntos y 6 asistencias) y Gustavo Ayón (16 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias). Entre ambos anotaron 30 de los 43 puntos del Madrid en los últimos 20 minutos. Más allá de ellos, la nada.

Cinco triples de Llull en un cuarto

En los dos primeros partidos de los 'playoffs', el Real Madrid ha ido más tiempo a remolque del Darussafaka que por delante. Este viernes no mandó en el marcador hasta el tercer cuarto, cuando Llull revolucionó el duelo con cinco triples. El base cambió el ánimo de su equipo, al que Pablo Laso pedía más energía e intensidad. Las canastas del menorquín le dieron la delantera al Madrid, pero sacaron a los turcos del partido. Igual que había pasado el miércoles. Justo lo que había advertido Laso antes del comienzo de la eliminatoria.

El Darussaka tiene dos estrellas, pero una de ellas no juega. Brad Wanamaker es el jefe sobre el parqué, aunque hay otros jugadores, como Clyburn, Wilbekin o el futuro NBA Zizic (se irá a los Celtics), de primer nivel. Pero es el exjugador del Bamberg que ejerce de líder. Él fue que contestó a Llull en el tercer cuarto y mantuvo a su equipo con vida. Acabó con 21 puntos, los mismos que en el primer encuentro.

Pero tan importante o más que él es David Blatt. El entrenador estadounidense, un clásico del baloncesto europeo en la última década, volvió el verano pasado a Europa tras un paso agridulce por la NBA. Allí llevó a los Cleveland Cavaliers a las finales, pero nunca encajó. Una cosa está clara: es un entrenador descomunal, de los mejores de la Euroliga. Esta temporada ha ido construyendo poco a poco un equipo con las piezas que compró el proyecto millonario de Dogus, la empresa que sustenta al Darussafaka. El resultado, ya en los 'playoffs', es un conjunto temible, talentoso en ataque y al que hay que tumbar varias veces para ganarle.

Rudy y Doncic se quedan a cero

Tras recibir 30 puntos en el tercer cuarto, el Darussafaka reaccionó y solo encajó 12 en el último. Ayudó la falta de acierto en el triple del Madrid, especialmente Sergio Llull, que no anotó de tres en los últimos diez minutos: falló los cuatro triples que intentó. Ni el trabajo de Ayón en el rebote ofensivo le sirvió al Madrid, que no metía ni los tiros libres.

Fue una noche nefasta en el tiro de Rudy y Doncic (0/8 entre ambos), a los que el Madrid echó de menos durante todo el partido. Tampoco Randolph apareció en los momentos decisivos. Es algo que ya ha pasado otras veces esta temporada, y es muy preocupante. El Madrid no puede depender de un solo jugador, por mucho que ese sea Llull. El caso de Rudy es muy llamativo: solo ha alcanzado la decena de puntos en 7 de sus 28 partidos en Euroliga.

El Real Madrid necesita más aportación ofensiva si quiere que la eliminatoria vuelva a su casa. El Darussafaka ya ha demostrado que su clasificación en la fase regular no se corresponde con su nivel actual. El camino a la Final Four se le ha complicado más de la cuenta al Madrid,