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Carroll mete la mano y Real Madrid pierde de manera cruel ante el Fenerbahçe
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cuarta derrota en la euroliga

Carroll mete la mano y Real Madrid pierde de manera cruel ante el Fenerbahçe

Una falta de Carroll a menos de dos segundos del final decidió un partido igualado en el que el Real Madrid dio una gran imagen. Randolph fue el máximo anotador con 16 puntos

Foto: El Real Madrid volvió a caer ante el Fenerbahçe (Tolga Bozoglu/EFE)
El Real Madrid volvió a caer ante el Fenerbahçe (Tolga Bozoglu/EFE)

Hay canchas en la que no vale con hacer un gran partido para ganar; se necesita algo más, ya sea una mala actuación del rival, un golpe de suerte o una decisión arbitral a favor. El Ülker Sports Arena, la casa del Fenerbahçe, es una de ellas. Por muy buen equipo que seas, ganar allí es una proeza. Bien lo sabe el Real Madrid, que solo lo había hecho en una de sus cuatro visitas. En la quinta, este jueves, rozó la segunda victoria, pero se le escapó de la manera más cruel. Sergio Llull falló la canasta que podía haberle dado el triunfo y en el rebote Jaycee Carroll cometió una falta que permitió al Fenerbahçe vencer por 78-77.

El Madrid protestó mucho la decisión de los árbitros. Ayón y Randolph buscaron el rebote, pero el balón salió rebotado hacia un lateral del aro y le cayó a Nunnally. Carroll, que jugó uno de sus peores partidos con el Madrid, metió la mano y sonó el silbato. ¿Falta? Rudy Fernández cree que no. "Los árbitros tienen un trabajo muy duro y difícil, pero es cierto que hoy, a lo mejor, se han equivocado. Han estado muy bien todo el encuentro, pero han tenido un fallo que nos ha perjudicado muchísimo", dijo en rueda de prensa. Quizá Carroll arriesgó demasiado. Quedaban menos de 3 segundos y Nunnally estaba en su línea de fondo y de espaldas al aro rival.

Resumen del partido.

Esa acción decidió un partido que pudo ganar cualquier de los dos equipos. Eso, que puede parecer una progrullada, es ya una diferencia sustancial con la temporada pasada, en la que el Madrid no tuvo ninguna opción en sus tres visitas a la cancha del Fenerbahçe. Este jueves, en cambio, el equipo madridista jugó un excelente partido solo deslucido por un par de acciones en los últimos minutos que dieron vida a su rival. Lo que queda claro tras el partido es que esta temporada, el Real Madrid está mucho mejor equipado para sufrir en el infierno.

“Hemos hecho muchas cosas bien, dominando el rebote frente a un equipo con dos jugadores como Vesely y Udoh. Hemos sido también capaces de dar respuestas defensivas con todos aunque luego haya aparecido Nunnally", explicó Pablo Laso. "El equipo ha estado sólido. Es algo mínimo que pides a tu equipo. Te vas jodido por no haber conseguido la victoria después de un buen trabajo durante casi todo el partido".

Llull y Rudy, dos generadores

Fue probablemente el mejor partido de la Euroliga, una batalla igualadoa, con alternativas en el marcador, con duelos tácticos decisivos y un ambiente sensacional, como es habitual en Estambul. A diferencia de lo que sucedió hace unos meses, el Madrid aguantó varias embestidas del Fenerbahçe e incluso tuvo la iniciativa durante varios tramos del encuentro, gracias su dominio en el rebote y al trabajo de cuatro jugadores. Llull y Rudy Fernández creando (17 asistencias entre los dos) y Hunter y Randolph anotando (28 puntos). Sobre esos cuatro pilares, más la ayuda de Ayón (12 puntos y 5 rebotes), el Madrid construyó su resistencia ante un Fenerbahçe que ya desde el primer cuarto amenazó con dar un zarpazo gracias al acierto de Udoh y Nunnally.

El Madrid resistió con un gran segundo cuarto en el que Rudy y Hunter explotaron la debilidad turca en la defensa del 'pick&roll' si no está Udoh, en el banquillo descansando. El otro pívot era Vesely, porque Antic fue baja por lesión. Eso lo aprovecharon Rudy y Hunter, que fabricaron 10 puntos entre los dos para igualar el partido en el segundo cuarto. Al descanso, cada equipo había anotado 14 canastas de 2 y tres triples. La única diferencia era que el Madrid había anotado un tiro libre más. El partido era de igualdad enorme, con los dos equipos perdiendo muy pocos balones. Las buenas defensas obligaban a mover el balón muy bien para encontrar buenos tiros.

Las dos caras de Randolph

El ritmo bajó tras el descanso; conforme avanzaban los minutos, la cara de Obradovic se enrojecía y el partido se embarraba un poco más. El Madrid se movió mejor y tuvo su máxima diferencia en el tercer cuarto (47-52), pero le duró poco. Primero Dixon y luego Udoh, inédito en ataque desde los primeros minutos, empataron el partido. El pívot anotó seis puntos entre el final del tercer período y el inicio del úlltimo. Su acierto y el de Sloukas obligaron a Laso a pedir tiempo muerto. Y a partir de ese momento. Randolph se hizo con el partido.

El ala-pívot madridista casi revienta el partido con 13 puntos en cinco minutos. Al estadounidense le excitan partidos como el de Estambul, pero esa excitación a veces también le pasa factura. Parece que tiene hielo en las venas; pero en la siguiente acción entra en erupción. A poco más de dos minutos para el final, Randolph anotó un triple que puso a su equipo por delante. En la siguiente jugada robó un balón, pero su reacción después de que no le pitaran una falta le hizo ganarse una técnica. Poco antes, a Sloukas le había pasado lo mismo, pero el madridista no pareció darse por enterado. Aún le dio tiempo a cometer una pérdida, pero el Fenerbahçe no la aprovechó.

Llull, con dos tiros libres, y Dixon anotaron para dejar el marcador en 77-77. El base madridista se jugó el último ataque para ganar y se fabricó un buen tiro tras driblar a Kalinic, pero su tiro rebotó en el aro. El resto ya es historia: Carroll hizo falta y Nunnally, tras anotar el primer tiro libre, tiro el segundo a fallar. Ahora, ambos equipos están empatados en la segunda posición con siete victorias y tres derrotas.

Hay canchas en la que no vale con hacer un gran partido para ganar; se necesita algo más, ya sea una mala actuación del rival, un golpe de suerte o una decisión arbitral a favor. El Ülker Sports Arena, la casa del Fenerbahçe, es una de ellas. Por muy buen equipo que seas, ganar allí es una proeza. Bien lo sabe el Real Madrid, que solo lo había hecho en una de sus cuatro visitas. En la quinta, este jueves, rozó la segunda victoria, pero se le escapó de la manera más cruel. Sergio Llull falló la canasta que podía haberle dado el triunfo y en el rebote Jaycee Carroll cometió una falta que permitió al Fenerbahçe vencer por 78-77.

Sergio Llull
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