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Rudy y el Chacho derriban a un Barcelona en el que Hezonja ya ejerce de jefe
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EL MADRID SE IMPUSO CON CLARIDAD (97-73)

Rudy y el Chacho derriban a un Barcelona en el que Hezonja ya ejerce de jefe

El escolta mallorquín realizó uno de los mejores partidos de la temporada en la victoria madridista (97-73) ante un Barcelona en el que el joven Hezonja fue el mejor

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El Real Madrid aprovechó el Clásico de la Euroliga para mandar un mensaje a todos sus rivales: el equipo lleno de dudas, inseguro y con problemas defensivos de finales del 2014 ha desaparecido para dejar paso a una nueva versión, que en realidad es antigua. El Madrid del mes de enero ha recuperado el pulso de las dos últimas temporadas. Y lo que es aún mejor: ha recuperado al mejor Rudy Fernández, que cuando está a tope no admite comparación en Europa. En la victoria contra el Barcelona lo volvió a demostrar: 22 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, un tapón y la sensación de que enfrente no había un defensor capaz de pararlo.

El nivel de actividad del escolta balear fue contagioso. Antes del minuto cinco ya había metido tres triples y se había cargado a dos defensores: uno Thomas, castigado por su mala defensa por Xavi Pascual; el otro, Hezonja, por faltas. La entrada de Abrines, su tercera pareja de baile, tampoco lo frenó. Cuando se fue al banco, Sergio Rodríguez cogió el relevo. El Madrid jugaba muy fluido y encontraba tiros fáciles, pero empezaba a tener el mismo problema que en el partido de diciembre en el Palau Blaugrana: el rebote.

El Barcelona, con bajas en el juego exterior (sin Navarro y Oleson), se aferraba a Ante Tomic, que era el más acertado. Los azulgrana estaban cargando bien el rebote ofensivo (6 en el primer cuarto), pero no lo transformaban en canasta. Acabaron el primer cuarto con un pobre 5/18 (1/9 en triples) y una desventaja de diez puntos en el marcador (26-16).

El nivel de intensidad de los primeros diez minutos fue disminuyendo con el paso de los minutos. El Madrid manejaba diferencias cómodas, alrededor de los 10 puntos, pero no conseguía romper el partido. El Barça, bastante inferior en casi todas las facetas, llegó a ponerse a 6 puntos a poco de llegar el descanso, pero un fogonazo blanco abortó el intento de remontada. Dos triples de Sergio Llull y Sergio Rodríguez volvieron a abrir la brecha, que aún no era definitiva: 42-33.

Todo siguió por el mismo camino. Rudy y Sergio comandaban el juego de un Madrid que estaba cómodo en ataque y concentrado en defensa, pero sin la chispa necesaria para dar el golpe definitivo al encuentro. El Barça hacía la goma: se acercaba 6 o 7 puntos y luego volvía a alejarse a 10 o 12, pero nunca más. Parecía que el Madrid estaba jugando con su rival: le ponía el cebo y luego se lo retiraba justo antes de que mordiera. Así una y otra vez. Eso tenía un riesgo: que el rival fuera más rápido y acabara mordiendo antes de retirarlo.

Desaparecido Tomic en labores de anotación, desquiciado Marcelinho Huertas por las pérdidas y convaleciente Abrines de la gripe que casi lo deja fuera de partido, le tocó tomar el mando al más joven: Mario Hezonja. Si los grandes partidos son para los grandes jugadores, entonces el croata de 19 años demostró que su futuro puede ser enorme. Fue el único que respondió en ataque (22 puntos) y puso en problemas a los blancos. Sus triples fueron la mayor respuesta que encontró el Madrid, en el que Rudy seguía sin bajar el nivel: suya fue la jugada más espectacular, un mate tras un rebote ofensivo que levantó a los aficionados de sus asientos. El balear dejó claro que, con Navarro lesionado, el Clásico del presente es suyo. Vista la actuación de Hezonja se podría decir que el futuro de los Barça-Madrid le pertenecen, pero lo más probable es que de aquí a un par de años ya esté en la NBA.

El Barça había llegado al último cuarto con una deventaja amplia (66-53), pero no insalvable. Para su desgracia, acabó por hundirse al final. El Madrid se desató de la mano de Sergio Rodríguez (23 puntos y 6 asistencias) y la máxima diferencia comenzó a aumentar casi tras cada ataque. Se sumaron también Felipe Reyes (otro gran partido: 14 puntos y 6 rebotes), Llull, Nocioni... Laso apenas dio descanso a los mejores en el último tramo. No hubo minutos de la basura. El Madrid anotó 31 puntos en un último cuarto que sirvió casi de correctivo: acabó arrasando al máximo rival y complicándole mucho la vida en la Euuroliga.

Con la victoria del Maccabi, israelíes y madridistas lideran el Grupo E con 5 victorias en 6 jornadas. El Barça, que sigue sin ganar lejos de casa, suma 3 triunfos y 3 derrotas. Aún queda más de la mitad del Top 16 por jugarse, pero parece difícil que remonten y consigan acabar entre las dos primeras posiciones, que dan ventaja de campo en los cuartos de final. Si no lo hace, le esperan el CSKA o el Olympiacos para jugarse el billete a la Final Four. De eso era consciente el Madrid, que no solo ganó el partido, sino que también hirió a su adversario.

Ficha técnica:

97 - Real Madrid (26+16+24+31): Rudy (22), Reyes (14), Ayón (10), Carroll (2) y Llull (11) -equipo inicial-, Rivers, Nocioni (7), Bourousis, Slaughter (2), Maciulis (6) y Rodríguez (23).

73 - Barcelona (16+17+20+20): Doellman (11), Huertas (8), Jackson (8), Thomas (1) y Tomic (12) -equipo inicial-, Abrines, Hezonja (22), Lampe (5), Nachbar y Satoransky (6).

Árbitros: Christos Christodoulou (GRE), Ilija Belosevic (SRB) y Tolga Sahin (ITA). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada del Grupo E del Top 16 de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 12.578 espectadores. Antes de inicio se homenajeó a Felipe Reyes por haber batido el récord histórico de rebotes capturados en la competición

El Real Madrid aprovechó el Clásico de la Euroliga para mandar un mensaje a todos sus rivales: el equipo lleno de dudas, inseguro y con problemas defensivos de finales del 2014 ha desaparecido para dejar paso a una nueva versión, que en realidad es antigua. El Madrid del mes de enero ha recuperado el pulso de las dos últimas temporadas. Y lo que es aún mejor: ha recuperado al mejor Rudy Fernández, que cuando está a tope no admite comparación en Europa. En la victoria contra el Barcelona lo volvió a demostrar: 22 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, un tapón y la sensación de que enfrente no había un defensor capaz de pararlo.

Sergio Rodríguez
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