España se sacude las penas, mejora y aplasta a la selección más débil del EuroBasket (91-47)
Todos los jugadores anotaron en el encuentro contra Chipre, que tuvo un bagaje ofensivo paupérrimo, sin alcanzar los 50 puntos. Scariolo pudo rotar minutos de cara a próximos encuentros
España solventó su enfrentamiento contra la selección más floja del campeonato con suma facilidad para conseguir su segunda victoria del Eurobasket, antes de enfrentarse a los dos cocos, Italia y Grecia. Los anfitriones apenas pudieron engancharse al ritmo alto que los de Scariolo introdujeron desde el inicio. De hecho, España ya ganaba en el segundo cinco del encuentro, tras un mate de Willy Hernángomez, y nunca estaría por debajo en el electrónico. El encuentro culminó con un resultado amplio, 91-47, y tuvo al pívot del FC Barcelona como máximo anotador, con 19 puntos.
Sin historia desde el inicio
Tras la independencia de 1960, Chipre se unió a la FIBA cuatro años después y, en este medio siglo transcurrido, jamás ha disputado un campeonato importante. La localía ha permitido que debuten en una competición como el Eurobasket, aunque son perfectamente conocedores que conseguir un triunfo es casi una quimera. Su mejor jugador es Willis, nacionalizado estadounidense, quien recalará tras el verano en la liga de China-Taipei, secundado por otros diez jugadores que compiten en la liga chipriota. Tras perder sus dos primeros partidos por 27 puntos –contra Bosnia y Grecia, respectivamente– el duelo ante la reciente campeona de Europa se vivió como una fiesta en Limassol, pese a que se pudieron encontrar varios huecos en el pabellón.
El hermano mayor de los Hernangómez, Willy, anotó tantos puntos en el primer cuarto como los que consiguió marcar la selección rival. Incluso, se permitió el lujo de anotar un triple, algo tan atípico como puede ser que un político actual reconozca un error. El parcial concluyó 19-9, con buena dirección de juego de Mario Saint-Supéry, que salió en el quinteto titular en detrimento de Sergio de Larrea, el otro base del equipo. En el segundo cuarto le tocó brillar al menor de los Hernangómez, pese al susto que dio en una jugada en que pareció torcerse el tobillo. Anotó nueve puntos en apenas tres minutos. La distancia no dejó de crecer y se llegó al vestuario con un cómodo 41-17; un resultado más propio de partido de alevines que de Eurobasket.
Poco más que un amistoso
No era el partido más dinámico del mundo para el espectador. Por momentos parecía un correcalles, con Chipre haciendo lo que podía y con los jugadores de España tirando a canasta cualquier balón que llegaba en sus manos desde posiciones muchas veces no ventajosas. Esto era producto de la intensidad menor: dada la categoría inferior del rival y la sustancial diferencia, la concentración no parecía al cien por cien. En cualquier caso, la distancia continuó creciendo y se fue a los cuarenta y un puntos cuando culminó un tercer parcial que no se quedará en el recuerdo de nadie. ¡Hasta Joel Parra puso la guinda a este periodo con un triple desde su campo!
Para sorpresa de nadie, la dinámica prosiguió en los últimos diez minutos del encuentro. Lo único divertido parecía ser tratar de adivinar en qué número se establecía la diferencia final. Finalmente, este ascendió al 44, pese a que los isleños consiguieron maquillar un poco sus guarismos ofensivos tras un mejor último cuarto. Al propiciarse tanto movimiento desde el banco, todos los jugadores de la selección consiguieron anotar, aunque ninguno alcanzó los 19 que Willy Hernángomez estableció en el tercer cuarto. El último cuarto vino a ser la culminación del entrenamiento con público en que se convirtió para el combinado español este duelo desde sus primeros compases.
Scariolo no dejó de mover el banquillo, aunque su mente debía ya estar en lo que ocurrirá el próximo martes, en el decisivo combate contra la selección del país en que nació. Si salta la sorpresa y se gana a Italia, España podría ser incluso primera de grupo si culmina la machada en la última jornada ante los griegos. Algo que parecía una quimera tras la derrota ante Georgia y que, realmente, abrazándose a la lógica, parece un milagro. Pero si hay un equipo que acostumbra a firmar milagros es, justamente, la España de Scariolo. Tras el "amistoso" ante Chipre, llega la hora de verdad.
España solventó su enfrentamiento contra la selección más floja del campeonato con suma facilidad para conseguir su segunda victoria del Eurobasket, antes de enfrentarse a los dos cocos, Italia y Grecia. Los anfitriones apenas pudieron engancharse al ritmo alto que los de Scariolo introdujeron desde el inicio. De hecho, España ya ganaba en el segundo cinco del encuentro, tras un mate de Willy Hernángomez, y nunca estaría por debajo en el electrónico. El encuentro culminó con un resultado amplio, 91-47, y tuvo al pívot del FC Barcelona como máximo anotador, con 19 puntos.