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La frustración de España mete a Georgia en la ecuación clasificatoria y es un problemón
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Oda al espíritu guerrero georgiano

La frustración de España mete a Georgia en la ecuación clasificatoria y es un problemón

La derrota contra Georgia no entraba en el guion previsto, pero ceder tantos puntos de ventaja complica mucho más el escenario esperado en las previas de la competición continental

Foto: Scariolo y su equipo. (EFE/EPA/Georgi Licovski)
Scariolo y su equipo. (EFE/EPA/Georgi Licovski)

En la previa del España-Georgia, el partido debut de los nuestros en el Eurobasket, no abundaban tanto las previsiones negativas con respecto al duelo, como a posteriori, donde tantos parecían dar por hecho la dificultad de la victoria y la previsibilidad de la derrota. El caso es que se trataba de Georgia, un país con un escasísimo bagaje en este deporte, cuando vienen a cumplir 35 años de independencia de la desaparecida URSS. Con todo, ocupan actualmente el 24º puesto en el ranking FIBA, si bien este dato arrastra una inercia que lleva, por ejemplo, a sobrevalorar a España en su potencial actual, debido a sus exitosos resultados (relativamente) recientes.

Elogio del carácter georgiano

Pero sí, se trataba de Georgia, un país caucásico de larga historia, cristiano ortodoxo por el rito bizantino, cuya bandera se conoce como la "bandera de las cinco cruces"; ante la amenaza persa y otomana, buscaron la protección del imperio ruso a finales del s. XVIII y por eso terminaron engullidos por la URSS, que era un asunto bastante diferente. Bajo el yugo soviético aguantaron como todos hasta que pudieron pirarse como dios manda. Mucha pelea requirió conseguirlo y unas cuantas batallas contra los osetios y los abjasos acostumbraron a ese pueblo a luchar como forma de vida.

placeholder El espíritu georgiano dio sus frutos. (EFE/EPA/Georgi Licovski)
El espíritu georgiano dio sus frutos. (EFE/EPA/Georgi Licovski)

Así que a nadie debe sorprender que Georgia domine (campeones del mundo y campeones olímpicos) en disciplinas como la halterofilia, la lucha libre, el judo…. España lo sabe bien, que tenemos por aquí a Niko Shera (Sherazadishvili), hispano-georgiano, campeón mundial de judo, pero de los de la centena de kilos eh, poca tontería. Y Tristani "Tato" Mosakhlishvili casi consigue medalla olímpica en la misma disciplina. Por no mencionar al extraordinario Ilia Topuria, héroe patrio, que pasea ambas banderas, la rojigualda y la georgiana, mientras reparte estopa donde sea menester.

Y sin olvidar que, en el noble deporte del balón oval, Los Lelos ya rozan el top-10 mundial del rugby, dominando con autoridad el Tier 2 europeo, donde compite España: cuando se cruzan en el campo, suelen sacar brillo, a base de cera, a nuestros admirados Leones hispanos. Así es que Georgia se trata de un lugar donde su gente, corajuda, pelea con todo… así que no sé qué esperaría España el jueves, que les pasaron por encima como los galos contra los romanos. No se les vio venir, pero no ha de sorprender.

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Y es que, pieza por pieza, quién lo iba a decir. Aportaba Georgia apenas un quinteto reconocible. Un NBA, Goga Bitazde, notable pero menos relevante por allá que nuestro Santi Aldama. Otro NBA, Alexander Mamukelashvili, en un nivel inferior. Tres tíos que juegan en España, Giorgi Shermadini el más conocido, ya veterano y conocido, como Beqa Burjanadze. Un georgiano americano, Kamar Baldwin, reconvertido en georgiano europeo. Y ya está. Cinco tíos. De los demás, uno es apenas un junior, tres no tienen ni equipo, otro juega en Emiratos Árabes.

Un desastroso, pero salvable, inicio de la competición

Sorprenden dos cuestiones: la primera, que nadie en el scouting, siquiera histórico, de España, advirtiera del carácter caucásico y luchador de los georgianos. La segunda, que los nuestros se borrasen del partido de semejante manera, desde el principio y sin siquiera ser capaces de revertir la tendencia en el juego hasta el consabido arreón final que precedió a la debacle definitiva.

Foto: espana-portugal-republica-checa-eurobasket-scariolo

Los agujeros del equipo español no dejaron asomar ni un solo elemento positivo, al menos uno que fuese mínimamente estructurado. El par de triples de De Larrea y Saint Supéry en el primer cuarto, o los postreros de Juancho, el par de acciones valiosas de Willy en ataque ante Bitadze, fueron meros espejismos.

Ya se ha dicho por activa y por pasiva, la falta de generación de juego desde el base, el atasco monumental en la circulación de balón en ataque, el paupérrimo porcentaje en los lanzamientos exteriores (28/66), elementos todos ellos achacables por mitad entre Sergio Scariolo y los jugadores.

Y se le vio parlanchín y gesticulante al técnico de Brescia. No parecía estar dispuesto a conformarse con dar unas clases particulares a los jóvenes. Pero no conseguía revertir la situación.

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Con todo, el fracaso mayor sobrevino de otros dos elementos: el inaceptable porcentaje en los tiros libres (6/13) o triples (7/32), y sobre todo en el rebote en ambos tableros (29 de los hispanos por 46 de los georgianos). Ni siquiera dominaron el aro propio en la protección de los rechaces. Y éstos, son elementos achacables a la actitud de los jugadores. Manos blandas, bloqueo inexistente de los pares, palmeos sin sentido al exterior: derrota segura.

Y la bajada de brazos final, igualmente incomprensible. No salía nada. Ni el backcourt, ni los aleros, ni los interiores, funcionaron. No se explica que ante un equipo que cargaba con dos o tres altos, considerando que Toko Shengelia es también un cuatro alto, nuestro Yankuba Sima no tuviese ni un minuto, al menos para asegurar el aro propio.

En fin, tampoco se explica el bajo rendimiento de los nuestros. Resultó llamativa la ficha de Santi Aldama, con 5/15 en tiros de campo, ocho errores en los triples y apenas tres rebotes en 24 minutos sobre la pista, en los que España acumuló también 24 puntos de desventaja.

Foto: quien-manda-eurobasket

A disfrutar del fin de semana reparador

No sería la primera vez que España comienza mal un campeonato y lo termina bien, como tampoco sería la primera vez que sucede lo contrario. De modo que no se ha de perder la calma en este sentido.

Las claves parten de las cuatro cuestiones básicas mencionadas anteriormente; la primera es que los jugadores sientan la calidad que en realidad tienen, que se sacudan los nervios, que se suelten y disfruten. Después, un poco de mala leche, agresividad en la defensa, proteger y atacar el rebote sobre todas las cosas. La tercera es jugar inteligente en ataque: correr siempre que se pueda, el estático no es lo nuestro por el momento. Pero si se da, el bloqueo y continuación y provocar faltas, o pop y tiro exterior, con confianza, que los meterán. Y cuarto, por favor, por favor, los tiros libres hay que embocarlos todos.

placeholder En busca de la mejor versión de Aldama. (Europa Press)
En busca de la mejor versión de Aldama. (Europa Press)

Ahora viene un fin de semana reparador: Bosnia y Chipre han de suponer medicina reconstituyente de la buena. Ya hay quien percibe en Bosnia una amenaza manifiesta. Si se da esa circunstancia, España se irá pronto de vacaciones. Pero no parece probable. Más allá de la ausencia de Dzanan Musa, que pesa lo suyo, su rédito se apoya en Jusuf Nurkić, gran jugador que supera la década de experiencia al otro lado del Atlántico, superando habitualmente la decena de puntos y rebotes por partido.

Foto: georgia-espana-fase-grupos-eurobasket-2025-horario-donde-ver

Ahí finaliza básicamente el potencial del equipo balcánico, aunque los apellidos que terminan en "ic" imponen siempre un poquito de respeto, que nunca se ha de perder. Pero España no debería tener, ahora ya no, mayor problema para vencer con relativa comodidad a los bosnios.

Más vale acumular diferencias, por lo que pueda pasar en los empates múltiples, que ya se parte del importante déficit cosechado contra los georgianos. De momento, sería imprescindible superar los catorce, que concederán un eventual margen, aunque esto es adelantar demasiado los acontecimientos.

El futuro en el torneo para España

Queda claro ahora que el partido clave para España se jugará contra Italia, que a priori no alcanza el nivel que seguramente ofrecerá la Grecia del titán heleno, Giannis Antetokounmpo, que cenó pizza y risotto y prosciutto (31p, 14/20 tc) en la clara victoria de los griegos ante Italia, contando con que Grecia, de hecho, cosió el marcador de la mano de otros jugadores.

Foto: España - Georgia, Eurobasket 2025: resultado y última hora, hoy en directo (EFE / Jorge Zapata)

Sigue siendo el objetivo pasar entre los dos primeros para evitar, presumiblemente, a Francia y Eslovenia en los octavos. El contratiempo de Georgia tiene solución, pero ahora vencer a Italia será casi imprescindible, dando a Grecia por dudoso, de momento. Aunque será el último partido. Haciendo los deberes este fin de semana, con dos victorias, allí se llegará con opciones, seguramente.

En la previa del España-Georgia, el partido debut de los nuestros en el Eurobasket, no abundaban tanto las previsiones negativas con respecto al duelo, como a posteriori, donde tantos parecían dar por hecho la dificultad de la victoria y la previsibilidad de la derrota. El caso es que se trataba de Georgia, un país con un escasísimo bagaje en este deporte, cuando vienen a cumplir 35 años de independencia de la desaparecida URSS. Con todo, ocupan actualmente el 24º puesto en el ranking FIBA, si bien este dato arrastra una inercia que lleva, por ejemplo, a sobrevalorar a España en su potencial actual, debido a sus exitosos resultados (relativamente) recientes.

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