Georgia muestra su dura realidad a España: triste derrota en el peor inicio de Eurobasket posible
Ningún jugador de la Selección brilló en el debut en el torneo, con lo que se complica la defensa del título cosechado en 2022 en un partido donde España no jugó a nada
España no pudo con una gran Georgia. (Reuters/Yiannis Kourtoglou)
La paulatina y normal jubilación de los grandes nombres del baloncesto español en el primer cuarto de siglo, la falta de un inequívoco líder sobre el que edificar un proyecto, la plaga de lesiones o los partidos disputados en la preparación sitúan a España, por primera vez en los últimos lustros, fuera de la terna de cuatro o cinco favoritos para llevarse el Eurobasket 2025.
No obstante, descartar al equipo de Sergio Scariolo sería injusto: tampoco eran los grandes candidatos en Alemania, en 2022, y acabaron llevándose el oro. Pero lo cierto es que el camino por la reválida empezó de la peor manera posible, con derrota ante Georgia, en un mal partido colectivo de la actual campeona. Si lo de 2022 fue una hazaña, conseguir medalla tres años después cabría calificarse como milagro.
Empezó nada más que regular, por ser generosos, la Selección española. Los desaciertos desde la línea de triple y el buen hacer inicial de los del Cáucaso provocaron que el rival pusiese diez puntos de ventaja a su favor. No empezó a entonarse la dos veces campeona del mundo hasta final del primer parcial, coincidiendo con la salida de Jaime Pradilla al parqué de Limassol, en Chipre, donde España jugará los partidos de la primera fase. El jugador del Valencia Basket –equipo que aporta más jugadores a la Selección– anotó dos canastas consecutivas y pareció meter a sus compañeros en la dinámica del torneo. El primer cuarto acabó con desventaja de tres puntos para lo de Scariolo, siendo Sandro Mamukelashvili, jugador de Toronto Raptors, un continuo dolor de muelas para los españoles, tras anotar ocho puntos.
El choque preció equilibrarse con el transcurso del segundo parcial. Willy Hernangómez dio un paso adelante, pero también lo hizo su homólogo en la pintura, Goga Bitadze. Por suerte para España, no había aparecido aún en el partido el determinante Toko Shengelia, el reciente fichaje del FC Barcelona, aunque lo cierto es que llegó al estreno sin estar plenamente recuperado, según el cuadro médico georgiano, de una reciente arritmia cardiaca. Los de Scariolo se pusieron por vez primera con ventaja en el encuentro a cincuenta segundos del descanso, tras una canasta de Darío Brizuela, la mamba vasca, pero dos acertadas acciones georgianas permitieron al país del este de Europa irse a los vestuarios dos puntos arriba: 35-37. La igualada era máxima.
Willy Hernangómez, muy crítico tras el debut en el #EuroBasket2025
🗣️ "No hemos salido a jugar con la dureza que requiere un partido así"
🗣️ "Cuando jugamos como equipo tenemos posibilidades y cuando no, salen las cosas como hoy"
Tampoco empezó bien la segunda mitad para la Selección española. Kamar Baldwin, estadounidense nacionalizado georgiano, anotó un triple lejanísimo, lanzado desde Gori, ciudad natal de Iosef Stalin. Además, el capitán Shengelia, alma y ancla de su selección, se empezó a entonar y en apenas cinco minutos alcanzó los diez puntos. No obstante, España no llegó a desconectarse y también se vio el despertar de Santi Aldama, con varias acciones seguidas con acierto, triplazo incluido.
Las malas noticias se acumularon superado el ecuador del tercer cuarto. Un parcial de 7-0 para los del Cáucaso obligó al técnico italiano a pedir un tiempo muerto, con un inquietante 53-44. Es muy preocupante la cantidad de pérdidas que acumulaba España en los primeros veinticinco minutos de juego, siendo muy superada también en el rebote, tanto en el defensivo como en el ofensivo. ¿Dónde estaba, por cierto, Juancho Hernangómez? El aficionado al baloncesto europeo recordará sus enormes actuaciones en el verano germano de 2022, incluyendo su merecido MVP en la final de aquel inolvidable Eurobasket, al derrotar a la selección gala en el partido definitivo. Los actuales campeones se marcharon ocho puntos abajo antes de empezar el parcial definitivo.
Si España no quería empezar con una dolorosa derrota, Aldama y los hermanos Hernangómez, sus estrellas, debían dar un paso adelante. Cinco puntos seguidos de Juancho abrazaron un horizonte de esperanza y dejaron la diferencia en tres puntos en contra a tan solo siete minutos del final. Era ahora o nunca. Pero la remontada quedó lejos y Georgia acabó consolidando su ventaja para llevarse el encuentro con determinación: 83-69. Primera vez que el país con capital en Tiflis derrota a España en el Eurobasket. Y lo hizo con justicia: los de Scariolo estuvieron siempre a remolque, sin apenas ideas y superados por el buen hacer de Mamukelashvili, Shengeila y Bitadze.
Con esta derrota, el camino de España se complica. No solo de cara a los cruces –si pasa como cuarta de grupo, se enfrentaría con el campeón del grupo D, previsiblemente Francia– sino en la propia fase de grupos. Italia y Grecia son dos cocos, a los que España podría superar solo si hace las cosas a la perfección. O si transalpinos y helenos tienen un muy mal día. Aun así, la lógica dice que se puede pasar de ronda si se vence a Bosnia-Herzegovina, que llega sin su mejor jugador, Dzanan Musa, y Chipre, la cenicienta del torneo, pese a ser local. Se verá. En poco más de 48 horas, los de Scariolo jugarán su segundo partido ante la selección bosnia. Si no ganan, dirán prácticamente adiós al Eurobasket muchísimo antes de lo imaginado.
La paulatina y normal jubilación de los grandes nombres del baloncesto español en el primer cuarto de siglo, la falta de un inequívoco líder sobre el que edificar un proyecto, la plaga de lesiones o los partidos disputados en la preparación sitúan a España, por primera vez en los últimos lustros, fuera de la terna de cuatro o cinco favoritos para llevarse el Eurobasket 2025.