España supera el desliz ante Bélgica y tendrá su prueba de fuego ante Turquía (82-65)

Un relevo generacional es siempre complicado, con independencia de cuál sea la generación saliente. En España, han sido 'Los Júnior de Oro', la misma que hizo de la excepción la regla al sumar éxitos desconocidos hasta entonces en el baloncesto nacional. Imagínense cargar con semejante losa. Es lo que le ocurre a la actual Selección Española, en su primer torneo en el que no están los hermanos Gasol. La sombra es demasiado alargada, porque en el palmarés hay ahora dos Mundiales, tres Eurobasket y dos platas olímpicas (2008 y 2012) que se sumaron a la de 1984.

Este equipo, sin embargo, tiene demasiada juventud. Si hay algo que caracteriza a los jóvenes, es la osadía para afrontar las situaciones límites. No estaba en la cuerda floja la Selección, pero todavía escocía la derrota ante Bélgica (73-83). A los jugadores, no obstante, no les importó porque arrollaron a Montenegro en un encuentro en el que fueron de menos a más (82-65).

La Selección salió con ganas de corregir el desliz ante los belgas, pero con poca cabeza. A los vertiginosos ataques les sucedieron paupérrimas defensas en las que los montenegrinos estaban sumamente cómodos. Solo había que mirar al banquillo para ver que a Sergio Scariolo no disfrutaba del partido. Aunque su cara era un poema, no hizo falta recurrir al tiempo muerto para corregir los fallos.

Las enseñanzas de las derrotas

Las derrotas tienen un aire de aprendizaje que no muestra paralelismos con la victoria. El valor de un triunfo no es el mismo si antes no has perdido y no es cuestión de imaginar otros escenarios. Frente a Bélgica fue un partido perdido con aroma a moraleja. Siempre es mejor ser derrota en lugares poco trascendentes que dejen igualmente una enseñanza.

Los Hernangómez son los líderes del equipo junto a Rudy Fernández, aunque aún no se ha notado. Frente a Bélgica, el seleccionador los dejó en el banquillo durante los dos últimos minutos en un toque de atención. Sin embargo, ante Montenegro, hubo mejoría por parte de Willy, que sufrió menos en defensa que de costumbre y estuvo fino en ataque.

De nada sirve tener una buena orquesta si no tienes un director a la altura. La Selección aún nota sus deficiencias en el base, donde Lorenzo Brown no termina de asentarse; tampoco da seguridad. Alguna pérdida en unas contras cuyos finales estaban claros lo confirmaron. Cuánto se echa de menos a Ricky Rubio.

La valentía de Pradilla

Una de las noticias positivas (otra vez) fue Jaime Pradilla. Tiene 21 años y la audacia suficiente para heredera el 4 de Pau. Se mueve con la misma facilidad en la pintura que en el exterior, donde anotó triples que oxigenaron al equipo. Los hay que sufren por las comparaciones con los ídolos y los que prefieren echarse el equipo a la espalda. El zaragozano es de los segundos.

La victoria estuvo encarrilada desde que la Selección se marchó al descanso con 20 puntos de ventaja. La fiesta continuó tras el paso por los vestuarios, con una diferencia que casi superó los 30. Y que sirvió para que el equipo recuperara la confianza.

El pase a octavos ya está confirmado, aunque aún está por determinar en qué posición lo hará España. Queda el duelo final ante Turquía, que sorprendentemente perdió frente a Georgia (83-88) en la tercera jornada. Un partido en el que se decidirá la primera posición del grupo A. Es la primera prueba de fuego para este equipo. Que les pille confesados.