La 'Familia' se refunda entre nostalgia y dudas ante el Eurobasket más caro de la historia

La pandemia no permitió disfrutar al aficionado el último baile de la etapa más gloriosa del baloncesto español. Juegos Olímpicos 2021 (2020), Japón, la Selección Española acude como una de las grandes favoritas a hacerse con los metales. Pau Gasol había vuelto a las pistas cuatro meses antes del torneo, firmando por el FC Barcelona después de dos años de ausencia por lesión. Su objetivo era despedirse en la pista, junto a sus compañeros, junto a su hermano Marc, junto a su otra ‘Familia’. El resultado ya se lo conocen. Un traspiés en la frase de grupos frente a la Eslovenia del todopoderoso Luka Donic en modo FIBA -llegó a superar doce puntos en el tercer cuarto- condenó a unos cuartos de final frente a Estados Unidos. Ni siquiera un heroico Ricky Rubio, quien dejó un partido para la historia, pudo frenar el vendaval físico y anotador de Kevin Durant y compañía (81-95)

Al previsible adiós de Pau, cuyo papel deportivo tuvo más relevancia en los banquillos que en el parqué, se le sumó el de Marc y el de Sergio Rodríguez. La lesión de Ricky Rubio, meses después, aceleró una transición generacional comandada por Sergio Scariolo. El italiano tiene la confianza absoluta de la Federación y se puso manos a la obra para tratar de armar un equipo sólido de cara a la primera prueba de fuego, el Eurobasket 2022. De aquel documental de ‘La Familia’ se pasa a un spin-off liderado por Rudy Fernández, eterno capitán pese a sus problemas físicos; la ilusión puesta en los hermanos Hernangómez (en especial, Willy); el fichaje estrella vía nacionalización exprés de Lorenzo Brown; la rebelión de Garuba, tras un primer año NBA de adaptación, y varios jóvenes que buscan dar un paso al frente.

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De la cita olímpica, solo Rudy, los Hernangómez y Garuba repiten. Habrían estado también Sergio Llull, lesionado a última hora, Álex Abrines, que no se recuperó a tiempo, o Alberto Abalde, también con problemas. Brown, Jaime Pradilla, Jaime Fernández, Darío Brizuela, Xabi López-Arostegui, Alberto Díaz, Sebas Saiz y Joel Parra componen el resto de la lista.

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Una transición acelerada y el caso Brown

Las lesiones del combinado nacional han obligado a Scariolo a forzar la regeneración del equipo. El italiano pidió un esfuerzo a la Federación Española de Baloncesto para hacerse con los servicios de Lorenzo Brown. Seleccionador y jugador coincidieron en la NBA con los Toronto Raptors. Ante las bajas por lesión de Ricky Rubio y de Sergio Rodríguez por retirada, Scariolo consideró esencial la llegada del norteamericano, que quiso vestir la camiseta española en cuanto se le planteó la opción. La FEB tramitó la nacionalización exprés del jugador vía Consejo de Ministros en una situación no exenta de polémica. Brown no tenía vínculos con España más allá de su deseo y ganas, además de distintas visitas por motivos deportivos.

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Rudy Fernández, capitán de la Selección, llegó a criticar lo sucedido, alegando que no era un caso similar al de otros compañeros: “Yo tenía la referencia de haber jugado con Mirotic y con Ibaka. Son jugadores extranjeros, pero se han formado en una cantera de España desde muy pequeños y, en ese sentido, tenían una vinculación especial con nuestro país”. El paso del tiempo fue diluyendo la polémica y el propio Rudy desveló en ‘Marca’ una conversación con su nuevo compañero. “Hablé con él y le expliqué un poco todo y él me explicó sus motivaciones para estar con la Selección Española. Ahí te das cuenta un poco de que él quería estar a toda costa”, explicó.

Lorenzo Brown se ha hecho con la batuta del equipo en el parqué, donde su importancia cobra un valor aún más trascendental por la baja de última hora de Llull. Después de un inicio vacilante, el base ha destacado como un pilar deportivo en la gira de preparación. Ante la falta de tiro exterior de la Selección, acentuada por la baja de Abrines y la restricción de minutos de Rudy, Brown asumirá responsabilidad ofensiva. Por detrás de Willy Hernangómez, el jugador más en forma del pre-torneo, el base se antoja como la referencia en ataque de Scariolo.

En un tercer escalón está Juancho Hernangómez, quien vivirá su particular revancha con la camiseta de la Selección tras el gatillazo de Tokio. El pasado verano, a pocos días del comienzo de la competición, los Timberwolves comunicaron a la FEB que el alero no tenía permiso contractual para la disputa. El enfado de Jorge Garbajosa, presidente de la entidad, fue mayúsculo. Pero aún mayor fue la decepción del jugador. Su gira no ha sido demasiado convincente, pero por capacidades físicas y calidad, Scariolo ve en él una de las piezas angulares de esta nueva familia.

El panorama del Eurobasket siembra dudas. Es el primer gran torneo FIBA en la última década a la que la Selección Española no acude entre las grandes favoritas a hacerse con la medalla. Una buena de fase de grupos (Montenegro, Turquía, Bélgica, Georgia y Bulgaria serán nuestros rivales) permitiría al equipo de Scariolo soñar con buenos cruces hasta las semifinales, donde, sí o sí, habrá cocos. Doncic y Dragic colocan a Eslovenia en lo más alto del podio de los favoritos, completados por la Serbia de Nikola Jokic y un extraterrestre Antetokounmpo modo FIBA que ya asustó a España en la gira de preparación. Otros equipos como la siempre competitiva Francia o la anfitriona Alemania parten por delante. El Eurobasket más caro que se recuerda ha cogido a la Selección en mitad de un traspaso de poderes.