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Orenga se aferra al bronce para seguir en el cargo hasta el Mundial
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LA DECISIÓN ESTÁ EN MANOS DE JOSÉ LUIS SÁEZ

Orenga se aferra al bronce para seguir en el cargo hasta el Mundial

La medalla de bronce en el Eurobasket es un nuevo éxito del baloncesto español. La pregunta es si será suficiente para que Orenga continúe en el cargo

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Todo aquel que acude a un campeonato y consigue una medalla puede calificar su actuación como un éxito. Y así debemos valorar lo realizado por la selección española en el Eurobasket celebrado en Eslovenia. La ÑBA, con bajas tan significativas como las que todos conocemos y que tanto hemos nombrado en los últimos meses, ha vuelto a subirse al podio por cuarta vez consecutiva y séptima desde 1999. La gesta de esta generación es indudable, y sin embargo este último campeonato ha dejado un poso extraño, una sensación más agria que dulce. El foco de todas las miradas se ha dirigido al seleccionador, un Juan Antonio Orenga que ha sido la diana de las críticas por parte de la afición y de un sector de los medios de comunicación de este país.

Las decisiones adoptadas por el técnico en momentos determinantes del torneo no han sido las adecuadas, y el propio Orenga lo ha reconocido, como sucedió con las tres faltas de Marc Gasol en el duelo ante Grecia. España ha conquistado un valioso bronce, sí, pero lo ha hecho perdiendo hasta cuatro partidos, algo que nohabía sucedido en torneos precedentes. La Selección ha jugado a ráfagas, combinando momentos absolutamente brillantes, como en los cuartos de final ante Serbia, con otros ciertamente decepcionantes, casos de las derrotas ante Eslovenia, Grecia, Italia o Francia. Las interrogantes son, ¿por qué esa falta de regularidad? ¿A qué se debe esa ausencia de reacción desde el banquillo en momentos en los que el equipo se cae?

Y es que, todos los partidos en los que nos hemos ido a la lona fueron dominados por el combinado nacional durante buena parte de los mismos. La reacción de nuestro adversario nunca tuvo la correspondiente réplica, y así se confirmaronlas derrotas. Ante eslovenos en la primera fase y griegos e italianos en la segunda no tuvo una trascendencia definitiva, pero sí en el caso del cruce ante los galos, a la postre nuevos campeones del Viejo Continente y que nos arrebatan el trono. La inamovible idea de jugar con dos bases ha dejado muchas dudasy a hombres determinantes, caso de Calderón, muy perdidos sobre la pista. A eso habría que añadir que en los mejores momentos de algunos jugadores, el técnico ha decidido sentarlos. Sus razones tendrá, obviamente, pero resulta ciertamente difícil de entender por parte del resto. Ahora bien, no toda la responsabilidad debe caer sobre Orenga, a quien se le ha acusado de tener poca experiencia en los banquillos del más alto nivel. Hay jugadores que no han dado el gran nivel que se espera de ellos (Llull o Ricky, entre ellos), amén de la falta de recursos en el juego interior, donde las ausencias de Pau, Felipe Reyes e Ibaka son irreemplazables.

España - croaciaComo hemos comentado en los últimos días, quizá es que nuestro paladar baloncestístico se ha hecho demasiado fino, nos hemos acostumbrado al Beluga y ahora no nos gustan los sucedáneos del caviar. El empacho de éxito que nos ha generado este grupo nos ha podido nublar la mente y puede que, con el paso del tiempo, valoremos este Eurobasket en su justa medida.

Un Mundial en casa… ¿con Orenga?

Y una vez que se pase página de lo sucedido en este mes de septiembre, las miras de la Federación Española de Baloncesto (FEB) seconcentraránal cien por cien en el Campeonato del Mundo que nuestro país organizaráel próximo verano. Aquí, de no medir algún contratiempo físico (esperamos y deseamos que no sea así), estarán todas nuestras figuras para tratar de colgarse una nueva medalla y, por qué no, repetir una de esas finales de campanillas ante Estados Unidos. ¿Estará entonces Orenga dirigiendo a nuestros internacionales? Si atendemos a los mensajes que el presidente José Luis Sáez lanzó antes del Eurobasket, todo apuntaría a que sí, pero el runrún de estos días puede haber sembrado algunas dudas.

El actual seleccionador es una apuesta personal del máximo dirigente del baloncesto nacional. A pesar de lo comentado anteriormente respecto a la inexperiencia de Orenga, Sáez no tuvo dudas en llevar a cabo una política deportiva continuista (era segundo de Sergio Scariolo) con un gran conocedor del trabajo en la FEB como técnico de las categorías inferiores. Conocía perfectamente al grupo y era todo un experto en la Federación. Todo encajaba en su perfil. Ahora, después de haber saltado al ruedo y tener que lidiar con los miuras, el presidente tendrá que sentarse a valorar si esta medalla de bronce es suficiente como para no tocar el proyecto y dejar que siga su curso hasta el Mundial del próximo verano. Para bien o para mal, seguro que el máximo responsable de nuestro baloncesto no tardará en poner las cartas sobre la mesa.

Todo aquel que acude a un campeonato y consigue una medalla puede calificar su actuación como un éxito. Y así debemos valorar lo realizado por la selección española en el Eurobasket celebrado en Eslovenia. La ÑBA, con bajas tan significativas como las que todos conocemos y que tanto hemos nombrado en los últimos meses, ha vuelto a subirse al podio por cuarta vez consecutiva y séptima desde 1999. La gesta de esta generación es indudable, y sin embargo este último campeonato ha dejado un poso extraño, una sensación más agria que dulce. El foco de todas las miradas se ha dirigido al seleccionador, un Juan Antonio Orenga que ha sido la diana de las críticas por parte de la afición y de un sector de los medios de comunicación de este país.

Marc Gasol José Manuel Calderón
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