El deportista a seguir | Un letón que nació con Llull ya jugando en el Madrid es el futuro de Scariolo

El Real Madrid de baloncesto acaba de empezar una nueva etapa con la llegada de Sergio Scariolo. El técnico más exitoso de la historia de la Selección española aterrizó este verano en la casa blanca por segunda vez, donde buscará revitalizar la sección madridista con un buen número de títulos. El inicio no ha sido sencillo, pues al equipo le ha costado acoplar a los nuevos jugadores, el nuevo estilo y algunos conceptos, pero empiezan a parecer brotes verdes.

La derrota en la final de la Supercopa de España, sumada a lo sucedido en el primer partido de la Euroliga, vaticinaba que Scariolo tenía mucho trabajo por delante para que empezaran a verse sobre las pistas las líneas maestras de su plan de juego. Pero el equipo empieza a coger vuelo y dinámicas, donde el primer mensaje que ha mostrado el entrenador italiano es que no se olvida de la cantera. Solo ha necesitado un puñado de minutos para tomar su primera gran decisión.

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Rubén Rodríguez

Fue el pasado fin de semana, ante el Dreamland Gran Canaria, cuando el primer canterano de la era Scariolo debutaba en partido oficial. Y el elegido fue el letón Gunars Grinvalds quien, a sus 17 años, vivió el momento más importante de su carrera. Ya había jugado varios partidos de pretemporada con el Real Madrid, pero saltar a la pista en un partido de Liga Endesa ya son palabras mayores. No en vano, está llamado a ser un jugador de futuro en el conjunto blanco.

Tan solo disputó un minuto de partido, pero tuvo tiempo suficiente para recibir un balón claro tras una pillería del Facu Campazzo y provocar la falta de Braian Angola. Grivalds gozó de dos tiros libres pero, el primer lanzamiento se salió de dentro. Se soltó la tensión, ajustó el punto de mira, tiró a canasta... y la bola entró, provocando la explosión de felicidad del banquillo madridista y la sonrisa del joven jugador, que acababa de anotar un punto en partido oficial.

Pero el gesto tuvo cierto simbolismo. Y es que Grinvalds no saltó a pista por un jugador cualquiera. No. Solo faltaba un minuto para el término del encuentro cuando entró, ni más ni menos, que por Sergio Llull, el capitán del Real Madrid. Ambos jugadores se fundieron en un bonito abrazo, donde un veterano curtido en mil batallas le deseó toda la suerte del mundo a un recién llegado. Es más, cuando el letón nació, en 2008, el escolta balear vivía su segundo año en el conjunto blanco.

Grinvalds llegó al Madrid hace cuatro años, para unirse al Infantil A. Desde ese momento, el joven letón ha mostrado una clara evolución en su juego que le convierte en una de las joyas de la cantera del conjunto blanco. No en vano, fue el elegido por Scariolo para convertirse en el primer canterano al que hace debutar en su nueva etapa como madridista. Y lo tiene todo para convertirse en un jugador importante que puede triunfar en el Movistar Arena.

Con solo 17 años, tiene grandes cualidades para llegar a la élite. Si por algo destaca especialmente es por su gran mecánica de tiro, que le convierte en un grandísimo triplista. Pero, además, es muy completo, pues es capaz de leer bien las acciones de ataque, tiene un gran pase y es un jugador con buenas capacidades defensivas. Y, desde luego, si sigue con esta progresión, está llamado a tener muchos más minutos de la mano de Scariolo.

Grinvalds tiene el honor de ser el segundo letón que juega en toda la historia del Real Madrid, después del durísimo Kaspars Kambala y, desde luego, son dos perfiles muy diferentes. Junto al ruso Egor Amosov, está considerado como la gran perla de la cantera blanca y Scariolo lo sabe. Que le hiciera entrar en la pista por Llull no fue casual, ni algo banal. Es un gesto con mucho peso. Grinvalds ya puede decir que un día jugó con el Real Madrid. Ahora, es el momento de seguir soñando.