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La imagen de la Copa: el entrenador del Tenerife suplicando de rodillas a los árbitros
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el barcelona jugará la final este domingo

La imagen de la Copa: el entrenador del Tenerife suplicando de rodillas a los árbitros

El Barcelona vencía por 24 puntos a siete minutos del final, pero se confió y el Iberostar Tenerife entró con opciones en el último minuto y protestó mucho una decisión arbitral

Foto: El árbitro Antonio Conde señala técnica a Txus Vidorreta, de rodillas en la banda. (ACB Photo)
El árbitro Antonio Conde señala técnica a Txus Vidorreta, de rodillas en la banda. (ACB Photo)

Queda la segunda semifinal y la final de este domingo, pero va a ser difícil que una imagen de esta Copa del Rey supere a la de Txus Vidorreta, entrenador del Iberostar Tenerife, suplicando de rodillas a los árbitros en el último minuto del partido contra el FC Barcelona Lassa (92-86). El bilbaíno les recriminaba una falta que acababan a de pitar a Nicolás Brussino en un robo a Pau Ribas. Sus quejas solo sirvieron para que le pitarán la segunda técnica y lo expulsaran. Se fue al vestuario entre los aplausos de los aficionados y su equipo terminó perdiendo un partido que tenía imposible unos minutos antes, pero en el que peleó hasta soñar con una gran remontada.

La jugada protestada por el Tenerife llegó a 20 segundos del final. Lucca Staiger, con un triple, había colocado a su equipo a cuatro puntos (87-83). Solo eso ya era una hazaña. A siete minutos para el final, el equipo canarista perdía por 24 (80-56). Un parcial de 27-7 le permitió tener opciones de victoria. Pocas, pero muchas más de las que cualquiera que estuviera en el WiZink Center podía imaginar un rato antes. "Hemos hecho el bobo (...) Hemos dejado de atacar, de defender, de todo. Un poco más y nos cuesta el partido", declaró Ribas en Vamos.

Tras el triple de Staiger, Kevin Pangos sacó de fondo para Ribas, perseguido por Brussino. El argentino metió la mano por detrás y le robó el balón. Tocó también el brazo y los árbitros pitaron falta, una decisión muy protestada por el Iberostar Tenerife. Vidorretta se arrodilló en la banda y suplicó a los árbitros. Era inútil, pues no podían modificar su decisión. Ni siquiera tras consultarla en el 'instant replay', que solo les permitía comprobar si era antideportiva. No era el caso. Lo más probable es que el Tenerife se hubiera colocado a dos puntos, pues tras el robo de Brussino el balón le cayó a un compañero con vía libre hacia el aro. La victoria estaba muy difícil, pero esa falta acabó con sus mínimas esperanzas.

Vidorreta no se cortó en la rueda de prensa posterior. "Soy periodista, puedo preguntar: ¿hiciste falta?", cuestionó Vidorreta, periodista de formación, a Brussino, que le acompañaba (tras cada partido, el entrenador y un jugador atienden a los medios). "No, toqué balón", respondió el alero argentino. A Vidorreta le preguntaron si era consciente de que su imagen arrodillado iba a pasar a la historia de la Copa. El técnico sacó el móvil con la imagen en la pantalla y respondió: "Me la ha mandado mi hermano. Me ha dicho que mi padre estaría muy orgulloso de mí porque era un buen católico, y yo también. He dicho 'por favor' y me he puesto de rodillas. Si eso es técnica, pues ya está. No pensaba que me iban a expulsar por decir 'por favor' y ponerme de rodillas".

"Ya lo ha dicho Nico (Brussino), ha tocado balón. Se ha visto antes en el marcador la falta de Kuric a Abromaitis y en cambio la última sí la ha pitado. Esa falta decidía el partido, estábamos para ponernos a dos y se pusieron a seis", siguió Vidorreta, que calificó de imposible jugar una final en España si no eres el Barcelona o el Real Madrid. "El Barça, ocho finales en la última década; el Madrid pueden ser nueve. Jugar una final en España a día de hoy es misión imposible. No como del 90 al 99, entonces no había cabezas de serie".

Queda la segunda semifinal y la final de este domingo, pero va a ser difícil que una imagen de esta Copa del Rey supere a la de Txus Vidorreta, entrenador del Iberostar Tenerife, suplicando de rodillas a los árbitros en el último minuto del partido contra el FC Barcelona Lassa (92-86). El bilbaíno les recriminaba una falta que acababan a de pitar a Nicolás Brussino en un robo a Pau Ribas. Sus quejas solo sirvieron para que le pitarán la segunda técnica y lo expulsaran. Se fue al vestuario entre los aplausos de los aficionados y su equipo terminó perdiendo un partido que tenía imposible unos minutos antes, pero en el que peleó hasta soñar con una gran remontada.

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