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"¡Luka, quédate!". El propósito de año nuevo del madridismo es convencer a Doncic
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victoria del madrid ante el estudiantes (96-89)

"¡Luka, quédate!". El propósito de año nuevo del madridismo es convencer a Doncic

El esloveno volvió a ser el mejor de su equipo en un partido en el que protagonizó un fabuloso pique con Sylven Landesberg, que mantuvo vivo al Estudiantes en la segunda parte

Foto: Luka Doncic señala con el dedo al suelo al escuchar los gritos de la afición pidiendo que se quede. (EFE)
Luka Doncic señala con el dedo al suelo al escuchar los gritos de la afición pidiendo que se quede. (EFE)

No había acabado el 2017 y la afición del Real Madrid ya pensaba en 2018. "¡Luka, quédate! ¡Luka, quédate!", cantaba en los últimos instantes del derbi contra el Movistar Estudiantes (96-89). Eso de ir partido a partido está muy bien, pero a veces hay que centrarse en lo importante. Los madridistas disfrutan del presente, pero temen al futuro, un futuro sin Luka Doncic.

La probable marcha del esloveno a la NBA en seis meses es una situación inédita para un club acostumbrado a ganarlo casi todo en los últimos años, a ser el poderoso. El infinito madridismo de Sergio Llull ha servido como escudo en los últimos años, pero es poco probable que el caso de Doncic acabe igual. Por si acaso, la afición ya se ha puesto manos a la obra y le muestra su cariño para convencerle de que se quede y retrase al menos un año su marcha a Estados Unidos. Es su propósito de año nuevo.

"¿Te quieres quedar?", le preguntó directa la periodista de Movistar+ Milena Martín a Doncic en la entrevista pospartido. "Ya he dicho muchas veces que no pienso en el futuro", respondió con una sonrisa. "Estoy en el mejor club posible, esta es mi segunda casa. Lo es ahora y siempre lo será. Muchas gracias a todos los madridistas que siempre me apoyan pase lo que pase. Esta siempre será mi segunda casa", concluyó el jugador, interrumpido por los gritos desde la grada.

Fabuloso pique con Landesberg

Esa misma grada había enloquecido unos minutos antes con un triple suyo que empezó a decantar un derbi fantástico del que fue el gran estrella junto a Sylven Landesberg, referencia ofensiva del Estudiantes y máximo anotador de la Liga Endesa esta temporada. Ambos protagonizaron un pique de los que cuesta ver a este nivel: dos jugadores frente a frente, defendiéndose y acaparando casi todo el juego ofensivo de sus equipos. 24 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias para el esloveno; 29 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias para el estadounidense.

Durante varios minutos del tercer cuarto se jugaron dos partidos: uno entre el Real Madrid y el Estudiantes y otro entre Doncic y Landesberg, que conviertieron el parqué el Palacio en un 'playground' neoyorquino. Hubo canastas, tapones, miradas y palabras desafiantes y algún que otro golpe. Un magnífico espectáculo entre dos de los mejores jugadores de la liga del que salió mejor parado Doncic tras la expulsión de Landesberg a dos minutos del final al recibir una técnica (en la primera parte le habían pitado una antideportiva).

placeholder Sylven Landesberg y Luka Doncic fueron los grandes protagonistas del derbi entre Real Madrid y Estudiantes. (ACB Photo / V. Carretero)
Sylven Landesberg y Luka Doncic fueron los grandes protagonistas del derbi entre Real Madrid y Estudiantes. (ACB Photo / V. Carretero)

El Estu, mejor contra los grandes

No se vieron las caras hasta el tercer cuarto porque antes Landesberg estuvo desaparecido. En todo el primer tiempo solo anotó 3 puntos y a su equipo le costó agarrarse al partido. Doncic había entrado en el segundo cuarto y con 11 puntos en 10 minutos dio la primera gran ventaja al Madrid (42-29). Pero antes del descanso al Estu le entraron los triples que antes escupía el aro y el partido llegó vivo al descanso (46-39).

A partir de ahí, el duelo fue otro. Y la culpa la tuvo Landesberg, que jugó un uno contra cinco del que casi sale vivo. En los 18 minutos siguientes anotó 26 puntos, llegando a poner al Estudiantes por delante y al Madrid contra las cuerdas. El Estudiantes es uno equipo extraño. Solo ha ganado cinco de sus 13 partidos, pero dos de ellos han sido contra el FC Barcelona Lassa y el Valencia Basket. De alguna manera saca lo mejor contra los rivales más difíciles.

Esta vez le temblaron las piernas al final. Ganaba por 79-81 a menos de cuatro minutos para el final, pero recibió un parcial de 10-0 en tres minutos que alejó de la victoria. En ese tiempo, aparecieron Campazzo y Doncic, este con cinco puntos que provocaron que la afición se arrancara pidiendo su permanencia en el equipo. Doncic respondía señalando al suelo con el dedo y diciendo "Esta es mi casa, esta es mi casa". Vayan acostumbrándose: de aquí a final de temporada, esos gritos de ¡Luka, quédate! serán habituales en el WiZink Center.

No había acabado el 2017 y la afición del Real Madrid ya pensaba en 2018. "¡Luka, quédate! ¡Luka, quédate!", cantaba en los últimos instantes del derbi contra el Movistar Estudiantes (96-89). Eso de ir partido a partido está muy bien, pero a veces hay que centrarse en lo importante. Los madridistas disfrutan del presente, pero temen al futuro, un futuro sin Luka Doncic.

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