Llull mete la canasta del año en la ACB para derrotar al Valencia sobre la bocina

El Valencia Basket celebraba la victoria cuando un obús sobrevoló el cielo de la Fuente de San Luis y fue a parar directo a su canasta. Era el tiro de Sergio Llull, que había lanzado desde más de 20 metros en busca de un milagro, un triple a la desesperada, de esos que normalmente no tocan ni el tablero y acaban impactando en los espectadores de las primeras filas. Pero esta vez, para fortuna del Real Madrid, entró limpio y le dio la victoria por 94-95 al equipo blanco.

Fue la traca final a un partido espléndido que dominó el Valencia y al que el Madrid se agarró a base de triples (16/31). Los locales cantaron victoria a 1,3 segundos del final con una canasta de Antoine Diot. Nada que reprocharles; en la inmensa mayoría de las veces, la canasta del francés habría sido la ganadora. Pero esta vez no lo fue por culpa de Llull. Solo unas horas después de que Stephen Curry asombrara a todos en Oklahoma City, el menorquín lo hizo en Valencia con un "churro", como lo calificó él mismo. "Entra una de cada 1.000", dijo a ACB.com.

No es la primera vez que Llull silencia la Fonteta. Hace ocho meses, en el tercer partido de las semifinales de la pasada Liga Endesa, metió el triple ganador a falta de 1,8 segundos. En su currículum hay varias canastas decisivas (también varios fallos: es lo que tiene jugársela), como la de la final de Copa del Rey contra el Barcelona en 2014. El último ejemplo de su capacidad de brillar cuando más quema el balón lo dejó en la reciente Copa del Rey, cuando anotó los últimos ocho puntos del Real Madrid en la semifinal contra el Laboral Kutxa.

Contra el Valencia, sin Sergio Rodríguez a su lado por lesión, le tocó asumir la responsabilidad. Y anotó 11 puntos en el último cuarto, 8 en los últimos 70 segundos. "Me gusta coger la responsabilidad en esos momentos, no me gusta perder, lo doy todo para que me equipo gane", dijo Llull. Con sus puntos, el Real Madrid remontó la diferencia de 9 puntos en contra (91-82) que tenía a 3:47 para el final. El Valencia Basket, exuberante en ataque hasta entonces, solo anotó una canasta más en ese tiempo: la de Diot. La defensa madridista apareció en el momento más oportuno.

Hasta entonces, el Madrid había ido a remolque ante el líder de la Liga Endesa, con diferencias que superaron los diez puntos en el tercer cuarto. El Valencia, que había perdido en el último mes su condición de invicto y había sido eliminado en la Eurocup y en los cuartos de final de la Copa, recuperó su mejor juego. Con la dirección de Guillem Vives, el acierto en el lanzamiento de Rafa Martínez y la consistencia en la pintura de Bojan Dubljevic (17 puntos y 8 rebotes) y Luke Sikma (15 puntos y 7 rebotes) dominó al Madrid durante más de 35 minutos.

Durante ese tiempo, el Chapu Nocioni (17 puntos y 5/5 en triples: todos en el primer tiempo) y Jaycee Carroll (18 puntos) fueron el sostén del Madrid. Luego apareció Llull para decidir en un final caótico. Con 92-90, a Maciulis le pitaron cinco segundos de saque y el Madrid perdió la posesión. En la siguiente jugada, Vives perdió la bola. Y después Llull empató con una penetración a cinco segundos del final. Era el momento de los héroes, como Diot, pero el francés solo pudo saborear esa condición unos segundos.