El Real Madrid no encuentra el antídoto para Bourousis y James

No hay peor cuña que la de la misma madera. Ioannis Bourousis parecía la mayor amenaza para el Real Madrid, no sólo por la gran temporada que está haciendo, también porque había alguna cuenta pendiente. De las declaraciones del griego esta temporada no se deduce rencor hacia su exequipo, del que salió por la puerta de atrás hace unos meses. Al contrario. Pero en su actuación este domingo había algo más que el deseo de ganar, como un novio despechado que le dice a su expareja: "Esto es lo que te pierdes". Lo que se pierde el Madrid es el pívot más en forma de la Liga Endesa, quizá de Europa, que lideró la victoria baskonista (86-80) con 24 puntos y 8 rebotes.

Ante los 15.544 espectadores que llenaron el Buesa Arena, récord de asistencia en la ACB, el griego fue el mejor de un equipo al que habrá que tener en cuenta cuando se jueguen los títulos en unos meses. Velimir Perasovic dirige a un grupo con mucho talento ofensivo, algo alocado a veces, pero con una capacidad de anotación enorme y varios jugadores capaces de decidir partidos. En el segundo tiempo contra el Madrid anotó 50 puntos, con Bourousis y James al mando.

Los dos acabaron siendo los protagonistas, pero empezaron en el banquillo. El Baskonia abrió pronto hueco en el marcador, aprovechando la imprecisión del Madrid, que perdió 9 balones en el primer cuarto. Y eso que tuvo un nefasto acierto en el triple (1-6 en los primeros diez minutos, 5/23 al final del partido) que le lastró durante todo el encuentro. Pero los problemas del Madrid eran peores, con un balance defensivo a veces inexistente que permitió a los locales conseguir una cómoda ventaja al final del primer cuarto (23-15).

El partido pintaba muy mal para el Madrid, que venía de perder contra el Barcelona y de sufrir hasta el final para ganar al Brose Baskets. Sin Rudy Fernández, la baja de Sergio Llull es aún más dolorosa. El base es la principal arma ofensiva de los blancos. Sin los dos baleares, y con KC Rivers aún aterrizando, lo poco que le queda al Madrid para apoyar a Sergio Rodríguez es Jaycee Carroll, que apareció en el segundo cuarto para anotar ocho puntos seguidos y apretar el marcador. Laso movió el banquillo y jugó con Doncic, Carroll, Maciulis (hasta que se fue al banquillo por las faltas y volvió Taylor), Nocioni, Ndour, un quinteto que le funcionó.

El joven jugador esloveno no se arrugó y dirigió con oficio; Nocioni su experiencia en partidos de máxima exigencia; y Maurice Ndour se fajó contra los pívots baskonistas. El senegalés adelantó en la rotación a Willy Hernagómez, superado en defensa en el partido contra el Barça, y dejó una buena impresión, sobre todo en la seguda parte. Su problema es que quiere estar en tantos sitios que al final no está en ninguno. Con ese improbable quinteto, el equipo madridista le dio la vuelta al marcador y se fue al descanso con ventaja (36-40).

Bourousis se desata en el tercer cuarto

El Madrid había sobrevivido, pero lo peor estaba por llegar. A la vuelta de los vestuarios, Bourousis se desató. Anotó 14 puntos en el tercer cuarto y volvió a darle la iniciativa a su equipo. Sin acierto en el triple, el Laboral Kutxa se agarró al rebote ofensivo (15), de que vivió sobre todo Kim Tillie (4).Él y Bourousis (3) aprovecharon la debilidad interior del Madrid, que seguía sufriendo en defensa: le pitaron nueve faltas más y lanzó catorce tiros libres menos. Sólo Sergio Rodríguez (20 puntos y 8 asistencias) y Nocioni (13) aguantaban el tipo.

Ambos fueron los culpables de un parcial de 9-0 que puso al Madrid otra vez por delante en el último cuarto (66-70). Fue el enésimo cambio de mando en el marcador, y aún quedaba alguno más. A un triple de Mike James contestó Carroll (17 puntos) con otro (74-75) que colocó por última vez al Madrid por delante. Pero de ahí hasta el final, como antes con Bourousis, no encontró la forma de parar a James, que anotó nueve puntos en los últimos tres minutos y selló la victoria.