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Tras su marcha de Baskonia, Odom repite fracaso en su intento de jugar en Europa
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fichó por besiktas en 2011 pero no debutó

Tras su marcha de Baskonia, Odom repite fracaso en su intento de jugar en Europa

De esta forma cae en saco roto el segundo intento de jugar en Europa para el ganador de dos anillos de la NBA con los Lakers. Un grande venido a menos

Foto: Lamar Odom saluda a la entregada afición vitoriana. (Efe)
Lamar Odom saluda a la entregada afición vitoriana. (Efe)

“See you soon, te veo pronto”. Con estas palabras, Lamar Odom se despedía deSergio Scariolo, técnico del Laboral Kutxa. Lo hacía el pasado miércoles minutos antes de coger un vuelo que le llevaría de regreso a Nueva York donde se vería con su médico de confianza a fin de encontrar un diagnóstico a sus persistentesproblemas de espalda.Este sábado conocíamos el desenlace que, lamentablemente, esperaban. "Las pruebas realizadas en Nueva York por el equipo médico de confianza de Lamar Odom, con el conocimiento del club, han determinado que el jugador padece una radiculitis lumbar que podría mantenerle de baja durante un periodo de hasta dos meses de duración, por lo que el jugador acaba su actual relación contractual con la entidad baskonista”, rezaba el comunicado emitido por el conjunto vitoriano. 25 días después de su llegada y tras 23 minutos en cancha repartidos en dos exiguasapariciones, el 'salvador' del Baskonia se va por la puerta de atrás.

El pasado 18 de febrero Odom firmaba un contrato de dos meses, a razón de 50.000 dólares al mes, con el Baskonia. Una unión que el club podíaextender hasta final de temporada si así lo creía conveniente. Al final la 'broma' salió más económica. Según informa El País, en virtud de las claúsulas establecidas en el contrato, el jugador se habría embolsado 20.000 dólares por el tiempo que ha durado su vínculo con el equipo. En el seno del club eran conscientes del riesgo que entrañaba la operación, así que fueron previsores y optaron por blindarse para hacer frente a posibles contratiempos. Detrás del ruido mediático, se esconde un paupérrimo impacto en la cancha. Nueve días después de aterrizar se producía el esperado debut ante Unicaja (71-81) en el 'Top-16' de la Euroliga. El estadounidense disputó seisminutos en los que acreditódos rebotes. Ya en Liga Endesa, su estreno llegó en la Fonteta en el partido ante el Valencia Basket (67-55): dos puntos, capturó dos rebotes y dos tapones recibidos en17 minutos sobre el parqué.

Con la misma soltura que movía los pies en la pintura, Odom tiró de retórica para dejar entrever que su ‘adiós’ es un ‘hasta luego’. El viaje no ha terminado, así que tengo que cuidar esta lesión y lo voy a hacer aquí pero sigo representando a Baskonia y lo que quiero es tratar de volver a la cancha y dar un buen espectáculo a la gente de Vitoria. Quiero hacerlo con integridad y orgullo. Quiero hacerlo sin perjudicar ni al club, ni al equipo ni a mí. Creo que todo pasa por alguna razón y ahora en Vitoria y en Baskonia tengo un hogar que me espera. Es un lugar al que siempre volveré. Me gustaría volver a la cancha lo antes posible, tratar esta lesión y ser contundente y demostrar en la cancha que ya me siento mejor".

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De esta forma cae en saco roto el segundo intento de jugar en Europa para el ex jugador de Clippers, Heat, Lakers y Mavericks. Corría el mes de noviembre de 2011 cuando, con el cierre patronal poniendo en serio peligro el arranque del curso en la NBA, Lamar Odom decidió unirse a la nutrida nómina de temporeros que hicieron las maletas con el firme propósito de seguir jugando, al tiempo que evitaba ver reducidos a cero sus ingresos. El destino era el Besiktas turco. De esta forma, el por entonces jugador de unos Lakers con quienes terminaría la temporada regular consiguiendo el premio de ‘Mejor Sexto Hombre’, se comprometía con el conjunto otomano hasta final de temporada. De terminar el curso en Estambul, Odom percibiría dos millones de dólares limpios de polvo y paja. Además, como ocurría en la inmensa mayoría de los contratos de emergencia rubricados en aquellos meses, figuraba una cláusula de salida que le permitía regresar volver a la NBA si se desbloqueaba la situación. Finalmente el paro tocó a su fin poco antes de cruzar el charco.

Detrás de estas decisiones emerge la mano del agente más poderoso en el concierto del basket continental: Misko Raznatovic. Como ha ocurrido en su fugaz estancia en España, el serbio, máxima autoridad de la empresa de reperesentación ‘Beobasket’, compañía que acomete las gestiones de hasta casi 200 jugadores y técnicos, ha sido el principal artífice de sus efímeras aventuras europeas. “La primera vez que nos encontramos fue en Belgrado en 2010, en la Diamond Ball, y me gustó. Durante el lockout, y después del fichaje de Deron Williams, yo también le conseguí un contrato por el Besiktas, pero durante la preparación de su vuelo y los detalles del fichaje, los jugadores NBA firmaron el nuevo convenio, y él nunca tuvo la opción de venir a Estambul a jugar. Todavía tengo el contrato en mi oficina. Pero de ese tiempo recuerdo como él no aceptaba estar mucho tiempo sin entrenamientos ni sin jugar, quería desesperadamente jugar, por lo que entendí que no habría cambiado mucho en cuatro años con respecto a ese aspecto. Y tenía razón, él todavía quiere jugar”, recordaba a los compañeros la web ‘Planeta ACB’ cuando se hizo oficial el fichaje de Odom por Baskonia.

Tras Odom, la vida sigue igual en Vitoria

Desde que aterrizó, una cámara recogía cada uno de sus movimientos como si de una estrella de rock se tratara. Con la contratación de Odom se perseguía un golpe de efecto que supusiera un giroradical en el rumbo del equipo baskonista. En cada esquina se vendían a bombo y platillo las bondades de una relación simbiótica con un objetivo claro: un hombre al borde del abismo (vital y deportivo) soñaba con volver a ser jugador y un equipo que buscaba renovar la mermada moral de una de las aficiones con más solera del baloncesto patrio."Estoy aquí por el baloncesto, por la vida, por tener un nuevo comienzo", comentaba rebosante de ilusión a su llegada. Un comienzo que deberá esperar. Al menos de momento.

Independientemente del escepticismo generado en torno alrendimiento deportivo que pudiera ofrecer, era innegable que su llegaba suponía una gran oportunidad para la ciudad. Después de tres temporadas en blanco y un presente plagado de irregularidades, la sociedad baskonista pedía a gritos una señal para para seguir creyendo. "Necesitábamos volver a generar ilusión. Esta es una primera medida", indicaba el presidente del club, Josean Querejeta que debían desembocar en una “refundación del Baskonia”. Una refundación que serviría para aumentar las opciones a la hora de encontrar un segundo patrocinador que inyectara liquidez y rebaja la asfixia en las arcas del club. Por extensión, los más optimistas esperaban que supusiera un espaldarazo para un baloncesto ACB que atraviesa momentos complicados.

Sin embargo, se olvidaron del plano deportivo. Lamar Odom dejó de ser jugador profesional cuando abandonó por la puerta de atrás los Lakers. Su paso por los Mavericks y su segunda etapa en los Clippers sólo sirvieronpara evidenciar el descenso a los infiernos de un jugador con un ‘IQ’ privilegiado. Desde mayo sin disputar un encuentro oficial y con los sonados problemas de adicción al alcohol y las drogas, su estado de forma no hacía honor a los logros en la NBA y la selección estadounidense(dos anillos con los Lakers en 2009 y 2010, un bronce en Atenas 2004 y el oro en el Mundial de Turquía de 2010) a lo largo de las 15 temporadas como profesional. Parecía claro que Odom, un hombre perseguido por la tragedia casi desde que nació hace 34 años en el neyorquino barrio de Queens, no era la pieza requerida para salir de la tortuosa senda por la que circula el equipo.

Hablamos del único equipo que ha sido capaz de plantar cara al inevitable histórico bipartidismo impuesto por Real Madrid y Barcelona. Más allá del dominio de madridistas y azulgranas, el conjunto vitoriano es, junto a Unicaja (2006) el único conjunto en auparse con el título de Liga en el siglo XXI (2002, 2008 y 2010). Además de ser uno de los fijos en el ‘Top-16’ de la Euroliga, en su palmarés figuran seis Copas del Rey (1995, 1999, 2002, 2004, 2006 y 2009) y cuatro Supercopas logradas de forma consecutiva (2006, 2007, 2008 y 2009). Los tiempos han cambiado y, a día de hoy, la irregularidad condena a un equipo de una bipolaridad desconcertante: capaz de ganar en Tel-Aviv (Maccabi) o en el imponente OAKA (Panathinaikos) al tiempo que acumula descalabros en los destinos más asequibles sobre el papel.Confirmado el fiasco, Querejeta se lamenta de no haber ido más allá de larepercusión mediática y la forma de generas nuevas vías de financiación. En su lugar, optó por el foco y la incertidumbre que representa, a estas alturas de su vida, un caramelo envenenado llamado Lamar Odom. Era jugársela a cara o cruz y salió cruz.

“See you soon, te veo pronto”. Con estas palabras, Lamar Odom se despedía deSergio Scariolo, técnico del Laboral Kutxa. Lo hacía el pasado miércoles minutos antes de coger un vuelo que le llevaría de regreso a Nueva York donde se vería con su médico de confianza a fin de encontrar un diagnóstico a sus persistentesproblemas de espalda.Este sábado conocíamos el desenlace que, lamentablemente, esperaban. "Las pruebas realizadas en Nueva York por el equipo médico de confianza de Lamar Odom, con el conocimiento del club, han determinado que el jugador padece una radiculitis lumbar que podría mantenerle de baja durante un periodo de hasta dos meses de duración, por lo que el jugador acaba su actual relación contractual con la entidad baskonista”, rezaba el comunicado emitido por el conjunto vitoriano. 25 días después de su llegada y tras 23 minutos en cancha repartidos en dos exiguasapariciones, el 'salvador' del Baskonia se va por la puerta de atrás.

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