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Llull pudo vestirse de Petrovic en el día de la "vuelta perfecta" para el Madrid
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UNICAJA PAGÓ LOS PLATOS ROTOS DE MOSCÚ

Llull pudo vestirse de Petrovic en el día de la "vuelta perfecta" para el Madrid

El Real Madrid se quitó el mal sabor de boca del jueves ante el CSKA y barrió de la pista a Unicaja, que no logró desactivar el huracán de los blancos

Foto: Carroll durante un momento del partido (Efe).
Carroll durante un momento del partido (Efe).

"Salíamos con muchas ganas después de perder en Moscú". Sergio Llull, al término del partido frente al Unicaja, razonó el porqué de una primera parte tan apabullante. En 17 minutos de choque, el Real Madrid llevaba 51 puntos anotados y el de Mahón, líder de su equipo y MVP del partido, había anotado 6 de 6 en triples. Con 23 minutos por delante, estaba a uno de igualar la marca de la temporada -7 de Carroll-, a tres de igualar el récord del Real Madrid, -Drazen Petrovic con 9- y en números de los 11 de Oscar Schmidt. Ese acierto de Llull estuvo acompañado por sus compañeros ya que tuvieron al final del partido casi el mismo porcentaje de tiros de 2 (53%) que de 3 (50%).

Ese hito de 'vestirse' de Petrovic se perdió en el camino para Llull ya que sus números desde la línea de 6,75 se quedaron ahí. El público que llenó el Palacio de los Deportes se tuvo que 'conformar' con otro tipo de récord, el de una primera vuelta completada con sólo victorias, algo inaudito en esta época de ACB. Unicaja, que llegaba como cuarto clasificado, aguantó como pudo el huracán de la primera parte aunque con un 4 de 22 en triples frente a los 14 de 28 de su rival...

Es difícil hacer frente a un equipo que realiza un total de 17 tiros y sólo falla 4 nada más saltar a la pista. Unicaja, hasta la mitad del primer periodo, tenía más o menos controlado a un Real Madrid que estaba sólo un par de canastas por delante. Pero un tiempo muerto pedido por Pablo Laso desató la muñeca de Llull que con tres triples seguidos, más otro de Bourousis, dejaron con la boca abierta a Joan Plaza, sus jugadores, y los espectadores. 5 de 6 en triples en este comienzo de partido situaron en el electrónico un 27-18.

El estado de gracia de Llull era espectacular: 5 de 5 en triples y 1 de 1 en tiros de dos. 17 puntos en 13 minutos con un sólo tiro libre fallado. La ovación fue sonora cuando Laso le cambió en el segundo periodo por el Chacho, quien tuvo que esperar más de lo habitual para saltar a la cancha ante la exhibición del menorquín. De hecho, Sergi sólo estuvo tres minutos en el banco. Volvió a salir: triple forzado... y dentro. Además de un libre adicional. 6 de 6 en triples para Llull y 10 de 13 para el Madrid, que unos días antes en Moscú cosechó en este apartado un discreto 9 de 24. Desde que Laso pidió aquel tiempo muerto en el primer periodo el parcial fue de 22-6. Demoledor. A menos de dos minutos para coger aire en el vestuario, el Madrid estaba con un 51-29.

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Desde ese momento parece que los blancos desenchufaron la máquina y, aunque de cuerpo presente en la pista, la intensidad ya se había ido. El Unicaja aprovechó para enlazar un parcial de 8-1. Que aumentó a un 16-3 en los cuatro primeros minutos del tercer cuarto. Hasta Llull falló un triple. Los de Plaza se situaron a 9 y, de repente, dieron vida al Madrid con fallos inoportunos como cuatro balones perdidos en tres minutos o tres jugadas en las que agotó la posesión sin lanzamiento. Con estos despropósitos de no tirar a canasta el conjunto local devolvió un parcial de 9-0. Tiempo muerto de Joan para dar una 'bofetada' a los suyos. Algo hizo con otro nuevo parcial para ellos de 4-0 para concluir un pobre tercer periodo que concluyó con un empate a 12. Las pilas estaban agotadas aunque el partido controlado para los blancos. Rudy, con cuatro puntos, hizo su aportación más destacada en este periodo hasta ese momento. En esta fase del partido había arreones, no intercambio de golpes.

Darden desatascó al Madrid por unos momentos el arma que había acribillado a Unicaja en el inicio del coche, los triples. El estadounidense cortó una racha de seis fallos consecutivos desde el exterior (dos de ellos de Llull, que se le complicaba definitivamente la opción de igualar al histórico Petrovic). Un par de jugadas después, Sergio Rodríguez hizo lo propio. Y Darden, también. Estos triples ayudaron a un parcial de 14-0 que situó 20 puntos por delante a los locales a menos de 4 minutos. El trabajo estaba hecho y los 11.600 espectadores podían celebrar un 17-0 en victorias para completar una vuelta con el expediente impecable y siendo la mejor defensa (70) y el mejor ataque de la temporada (87). Registros nunca antes vistos en la época ACB. "Muy contentos de esta primera vuelta perfecta", admitió Llull al final del choque.

88-67. 21 puntos que casi se quedaron cortos mirando el marcador a los 17 minutos de partido, cuando llevaba medio centenar de puntos anotados. En ese tiempo, Unicaja pagó los platos rotos del encuentro ante Moscú. Y es que muchos equipos querían provocar la primera derrota del Real Madrid de Laso, pero pocos encontrárselos en el siguiente partido. La apisonadora continúa con paso firme.

"Salíamos con muchas ganas después de perder en Moscú". Sergio Llull, al término del partido frente al Unicaja, razonó el porqué de una primera parte tan apabullante. En 17 minutos de choque, el Real Madrid llevaba 51 puntos anotados y el de Mahón, líder de su equipo y MVP del partido, había anotado 6 de 6 en triples. Con 23 minutos por delante, estaba a uno de igualar la marca de la temporada -7 de Carroll-, a tres de igualar el récord del Real Madrid, -Drazen Petrovic con 9- y en números de los 11 de Oscar Schmidt. Ese acierto de Llull estuvo acompañado por sus compañeros ya que tuvieron al final del partido casi el mismo porcentaje de tiros de 2 (53%) que de 3 (50%).

Sergio Rodríguez Sergio Llull Pablo Laso Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB)
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