La máquina de Laso amenaza con triturar al Estudiantes en el Centenario del derbi

El Palacio de los Deportes acogerá este domingo (18.00 horas, Teledeporte) un partido realmente especial. Y es que el coso madrileño, hogar compartido por ambos contendientes, será testigo del derbi número 100 entre Real Madrid y Estudiantes. Dos realidades, dos mundos antagónicos que se darán cita sobre el parqué madrileño. Una máquina perfectamente engrasada que marcha viento en popa a toda vela ante la duda y la incertidumbre de un equipo que navega en aguas turbulentas. El todopoderoso Madrid de Laso frente a la búsqueda de una identidad colegial que se pierde por momentos.

Tiempo de sonrisas perennes en el bando madridista. Los locales se presentan al choque con una hoja de servicio inmaculada. Catorce partidos oficiales (seis en ACB, seis en Euroliga y dos en la Supercopa Endesa) y otras tantas victorias así lo acreditan. Más allá del qué se encuentra el cómo. El Madrid apabulla (93 puntos por partido uniendo competición doméstica y continental) y destroza aros rivales gracias a un sistema infalible queasfixia y ahoga (recibe poco menos de 67 puntos). Paliza tras paliza, trámites donde los triunfos son solventados por una media de 24 puntos, el equipo blanco se ha ganado a pulso la cataratade elogios en la que vive inmerso. Motivadopor las exigencias propias de unequipo hecho para ganar,este Madrid se ha transformado en una bestia descontrolada,un grupo insaciable que no baja la intensidad ni un ápice.

Cualquier atisbo de distensión choca con uno de los principales artífices de esta racha esplendorosa: Pablo Laso.En la semana de su renovación hasta 2016, el técnico vitoriano sigue sentando las bases de un equipo llamado a la saborear las mieles del éxito. Sin embargo, pese a encandilar a Europa con abrumadores resultados semana tras semana, su carácter competitivo no deja lugar para la relajación: “Desde que soy entrenador, no conozco un Estudiantes fácil contra el Real Madrid. En estos encuentros siempre se ve al mejor Estudiantes”, constata Laso haciendo una llamada a la concentración de sus hombres.

En el bando estudiantil siguen corriendo tiempos difíciles. Una victoria en seis partidos (frente al Valladolid, 80-66, única ocasión en llegar a 80 puntos) unida a unos más que mejorables 71,3 puntos por noche hacen presagiar un nuevo curso de agonía y sufrimiento. El nuevo patrocinador y la inyección económica no ha encontrado, hasta el momento, su fruto sobre la pista. Son dos guerras distintas, dos polos opuestos que no se ven ni de lejos. Como muestra,un botón: hay que trasladarse hasta la campaña 2004/2005 para verel último triunfo visitante del Estudiantes en un derbi. Fue en el segundo asalto de las semifinales del'Playoff' ACB cuando los Jiménez, Azofra, Loncar y un bisoño Sergio Rodríguez tumbaban con contundencia al vecino rico por 67-89. Nostalgia y romanticismo que no sirve para explicar la situación que vive uno de los grandes del baloncesto patrio.

Cuando la única opción es mejorar

Un Sergio Rodríguez que salió del Ramiro en busca de un futuro mejor. Y vaya si lo ha encontrado. El base tinerfeño es uno de los hombres más en forma del momento y junto a Rudy Fernández y un excelso Nikola Mirotic vertebran un grupo compacto donde todos han conseguido delimitar sus roles a la perfección. Aunque la estadística y la historia caen del lado madridistaen los enfrentamientos directos(64-35, 39-13 como local), en Serrano 127 no tienen nada que perder y tratarán de complicarle las cosas al que, en palabras del técnico estudiantil,Txus Vidorreta, “es el mejor equipo de Europa en estos momentos”.

Muchas de las opciones del Estudiantes residen en la figura de Kyle Kuric. El escolta americano está viviendo un incio de campaña aciago en el tiro en general y en su especialidad, el triple, en particular. Un desastroso 3/30 en triples en estas primeras seis jornadas son un fiel reflejo de la ansiedad y precipitación del tirador. Tras la marcha de Carl English, el ex de la universidad de Louisville se erigía, a priori, en uno de los estiletes ofensivos del equipo del Ramiro. Vidorreta zanja el debate ofreciendo una fe ciega en su pupilo: “De esta minicrisis que está pasando va a salir un mejor jugador”. Algo extensible al resto de compañeros, pues Estudiantes es el peor equipo en la Liga Endesa desde más allá de la línea de 6,75, desde donde sólo acredita un pésimo 28% de acierto.

El mal arranque hace que el peso del factor psicológico supere al puramente deportivo. En este sentido, el que fuera preparador de Alicante y Bilbao tiene claro que el problema está en la cabeza: “Necesitamos que todos recuperen las buenas sensaciones porque es un equipo que da gusto entrenar”. Pura psicología.

Ante un panorama plagado de contrastes y abismales diferencias -económicas, deportivas y anímicas– pocos son los osados que, sobre el papel, pronostican una victoria colegial. Tras el salto inicial, sólo la magia de un derbi,la motivación de enfrentarse a lo más parecido a la excelencia sobre un parqué, podrán voltearestas tendenciasdifícilmente rebatibles.