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La ACB ofrece redención al Real Madrid y Barça, apagados en Europa, o un cambio de ciclo
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La ACB ofrece redención al Real Madrid y Barça, apagados en Europa, o un cambio de ciclo

No se trata de clubes acostumbrados a cerrar años sin celebrar trofeos. Este año, por diferentes caminos, se encuentran ambos ante la misma encrucijada: solo vale la ACB

Foto: Madrid y Barça, ¿favoritos? (Europa Press)
Madrid y Barça, ¿favoritos? (Europa Press)

Después de la apoteosis baloncestística en las competiciones europeas, en España se ha podido vivir un cierto valle de tensión competitiva, con la mayor parte de los “premios iniciales” repartidos. A los previsibles descensos de los dignos Leyma Coruña y Covirán Granada, se sumó una adjudicación prematura de las plazas de play-off, de los que se descabalgaron opciones que hace un tiempo parecían probables, como Manresa o Murcia.

En cualquier caso, no fue hasta el viernes, que las eliminatorias por el título quedaron definidas, ofreciendo un cuadro de lo más resultón. Dada la trayectoria errática que durante el curso ofrecieron algunos de los favoritos, concretamente Barcelona (5º) y Baskonia (8º), que se enfrentarán respectivamente a Unicaja (4º) y Real Madrid (1º), a partir del martes, en lo que parece ser un “grupo de la muerte” con el presumible cuarteto más potente de la liga española.

Pero antes, este lunes comienza el lío con los enfrentamientos de los otros cuatro, concretamente Valencia (2º) y Gran Canaria (7º) y, por otra parte, La Laguna Tenerife (3º) frente a Joventut de Badalona (6º).

Hablar de un favorito claro no parece ser la opción más sensata a estas alturas, en que con cerca de setenta partidos en las espaldas, algunos de los mejores equipos llegan medio renqueantes a esta fase. Los equipos de Euroliga (Madrid, Barça, Baskonia) soportan de largo la mayor presión competitiva durante toda la temporada, aunque el resto también han debido completar sus deberes continentales: la Eurocup en la que participaron Valencia, Gran Canaria (subcampeón) y la Penya; por otra parte, en la Basketball Champions League alinearon (dominantes) Unicaja (de nuevo campeón) y La Laguna, además de Manresa y Murcia.

Así es que el extenuante calendario y la sucesión de lesiones manifiestan un impacto que en algunos de los equipos está siendo decisivo. A ver, una lesión comporta siempre una dificultad, pero en ocasiones abre una puerta a otro componente del roster que tiene la oportunidad de brillar y que, en otro caso, apenas hubiera dispuesto de minutos. Sin embargo, como a continuación se irá analizando, algunas ausencias son sin duda muy relevantes para sus clubes.

La Euroliga que viene

Por cierto, una breve mención a la Euroliga, conseguida brillantemente por Fenerbahçe. El basket español se quedó en esta ocasión sin representación en la Final Four, en un contexto de crecimiento competitivo (léase “presupuesto”) de los consabidos equipos turcos y griegos. Con la novedosa incorporación de los monegascos de la Rocca Team, que en el Principado contempla la singular propiedad compartida de un magnate ruso y otro ucraniano y, como con la saca repleta de chelines todo se consigue más fácilmente. Pues, así, AS Monaco ya cuenta hace tiempo entre los equipos más potentes del continente. Y se viene otra pareja de clubes peculiares (y “pecuniares”) como son Hapoel Tel-Aviv y Dubai BC, soportados ambos por dineros muy contundentes.

Viene esto a cuento por la creciente dificultad para, por ejemplo, los equipos españoles, cuya rentabilidad y competitividad (dos términos casi mutuamente excluyentes) no se soporta en conceptos como los mencionados (ricachones aficionados al baloncesto), más allá del apoyo nada desdeñable de la sección de fútbol (Real, Barça), de mecenas importantes (Valencia), instituciones públicas, etc… aunque este es un melón que podrá debatirse en otra ocasión (conjuntamente con la monetización de este deporte, retorno de las competiciones, marketing, o derechos televisivos mediante, con el aterrizaje de la NBA que ya se otea en el horizonte).

Real Madrid, teórico primer favorito

Al bajonazo futbolero todavía le queda una hermosa bala en la recámara. El novedoso Mundial de Clubes supone la oportunidad de salvar mínimamente la temporada en un club (de fútbol) que aprecia mucho más los títulos internacionales que los domésticos, pero que este año ha estado lejos de cumplir las expectativas iniciales y mueve sus ánimos entre rumores y confirmaciones de fichajes y despedidas.

Así es que, de nuevo, la sección de basket puede venir a interpretar un rol, otras veces visto: lustrar con una buena victoria el triste año que, en cuestión de trofeos, ha vivido también el club. Hasta el momento, los bien merecidos patinazos sufridos ante Unicaja, sin opción alguna en ambos, tanto el inicio de la competición con la Supercopa, como la apetitosa Copa del Rey de febrero. Después, la eliminación incuestionable en Euroliga ante Olympiacos, a pesar de los detalles.

placeholder Llull, retirado de la Selección y Chus Mateo. (Europa Press)
Llull, retirado de la Selección y Chus Mateo. (Europa Press)

Invierte una buena cifra el club en el baloncesto, aunque genera un retorno importante en cuanto a la consolidación de su prestigio internacional: es un asunto indiscutible, por el peso histórico del equipo en el ecosistema FIBA y porque son millones los aficionados a este maravilloso deporte. Y tiene sentido contemplar también los movimientos que se puedan producir a medio plazo con el desembarco de la NBA en el continente europeo.

En fin, si la Euroliga fue inalcanzable, el segundo trofeo en importancia parece estar bien a tiro de los madridistas, donde ha dominado la fase regular con notable contundencia, mostrando claramente el nivel del equipo: no han sido top en Europa, pero sí lo son en España, donde han completado una segunda vuelta impecable extendida, de hecho, hasta las 22 victorias consecutivas.

A pesar de la evidente brillantez de las cifras, la sensación en el juego colectivo no ha entusiasmado tanto en la fase ofensiva y en bastantes ocasiones se han resuelto los partidos por el propio talento individual; naturalmente que es un buen recurso, pero ante los equipos más fuertes puede adolecer de la necesaria versatilidad de herramientas, cuando la cosa se pueda complicar. Por el contrario, la intensidad defensiva ha sido referencial, la mejor del campeonato y con diferencia.

Parece que de momento Deck permanecerá entre algodones, Musa es baja indefinida con su esguince de tobillo e Ibaka participa de manera discontinua. Por el contrario, el gran estado de forma de Hezonja, Feliz o Abalde combina muy bien con la creciente aportación de los jóvenes Ndiaye y González. Si, además, Tavares y Campazzo logran ser dominantes, con un mejorado Fernando en la recámara, Chus Mateo tendrá recorrido buena parte del sendero que conduce hacia la victoria final.

Las dificultades de Baskonia

Ha terminado el Baskonia como un tiro, con 315 puntos anotados en sus tres últimos partidos. Le dio una buena cera al Barça, de la mano de un Howard intratable (8/11 en T3, 34p) pero con solamente nueve jugadores en la partida. Luego otra centena a sus vecinos de Bilbao y otra más en Coruña para rematar, ya sí, con una participación coral una vez resuelto el asunto de la clasificación y con algunos lesionados de regreso a la pista.

Porque el año de Pablo Laso ha sido de todo menos sencillo. No parece un equipo fácil de gestionar y el regreso del mito madridista a su Vitoria natal parece que todavía se está fabricando. La propia clasificación para playoff era incierta hasta el otro día, como quien dice.

Pero la verdad es que uno mira la plantilla y ve que hay talento, hay potencia física, hay experiencia, hay liderazgo y hay contexto social de lo más favorable. Qué leches, es el Baskonia. El tradicional equipo de guerrilleros brillantes que ha dado lustre a este deporte, que nos enseñó a los argentinos inolvidables; que, en definitiva, procuró prestigio sobresaliente al baloncesto español.

placeholder Laso, en una imagen reciente. (EFE/Enric Fontcuberta)
Laso, en una imagen reciente. (EFE/Enric Fontcuberta)

Hoy día al equipo no se le reconoce tanto, más allá de ese Markus Howard incontenible, fundamental en este equipo. Es insoportable el tipo, o para el rival, o para su parroquia. Pero es uno de los elementos angulares para el devenir del futuro vitoriano. Cuenta Laso con la totalidad de su plantilla, una vez que Rogkavopulos ha superado sus problemas físicos, y con Hall y Moneke en modo “on”.

En todo caso, después del errático año del equipo, que a día de hoy contempla 33 victorias y 35 derrotas (19/15 ACB, 14/20 Euroliga), darle por favorito en su visita al coliseo de Goya se antoja poco menos que intrépido. Si tuviese que invertir unos chelines que no necesite, por aquello de acertar con una sorpresa, no sería éste el caso.

El Barcelona presenta credenciales sólidas

A ver. Si se dan ustedes un garbeo por los ambientes blaugranas, ya no hay crisis. Ni económica, ni social, ni deportiva. Una liga de fútbol no es poca cosa. Tampoco es una Champions. Pero tiene mucho contenido, por lo que supone vencer al eterno rival cerca del final, además de haberlo conseguido cuatro veces en el año, dieciséis goles en los enfrentamientos directos, con un Barça estelar que ha encontrado la nueva piedra filosofal en el talento de Lamine Yamal y otra chavalería, descarada y brillante, que apareció gracias a la consabida crisis económica. Así que, por ese lado, la entidad barcelonista transita feliz estos días, con la guarnición de los consabidos éxitos en otras secciones deportivas.

Sin embargo, el baloncesto, la segunda sección del club por presupuesto, llega al momento actual tras un itinerario problemático que dura años. Los fichajes fallidos, la sucesión de entrenadores... y después las consabidas ausencias por lesión (Laprovittola, Vesely, Metu, Núñez, Punter), que mermaron el rendimiento de los catalanes durante un buen tramo del curso.

Foto: El presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta. (EFE/Alberto Estévez)

A pesar de ello, el equipo ha seguido una línea de crecimiento que a punto estuvo de llevarlos a la mismísima Final Four. En la ACB terminaron por consolidar un 5º puesto (a más no se podía optar) que ahora les remite a visitar Málaga con desventaja de campo.

Parece ser que, ya con Punter en plenitud, el probable regreso de Vesely a corto plazo puede apuntalar un poco más la plantilla donde Brizuela lleva tiempo siendo diferencial, junto a los consabidos Parker y Anderson. Willy, Fall o Parra pueden decantar el peso de esta plantilla, que a pesar de las ausencias, puede optar sin duda alguna por el título final.

Unicaja Málaga, el tercero en discordia

El brillante año de Unicaja se ha plasmado hasta ahora en la consecución de tres títulos: Supercopa, Copa del Rey y Basketball Champions League. El equipo de Ibon Navarro ha dado sensaciones de ser imparable, parapetado en unas buenas individualidades, pero también en un juego colectivo de una gran intensidad y variedad de recursos tácticos. La profundidad de su plantilla es notable y además no hay bajas que la puedan debilitar.

Es cierto que los últimos meses ha disminuido de manera notoria su rendimiento en ACB (8 derrotas en 17 partidos de la segunda vuelta), lo que le ha impedido llegar más allá de esa 4º posición final. Pero, como demostró en la final de la BCL en Grecia frente a Galatasaray, el equipo está preparado y en condiciones.

Foto: Usman Garuba saca las garras. (AFP7)

Queda la duda de si el equipo conseguirá igualar las cotas de perfección que mostró en los primeros meses del año, especialmente tras la sucesión de éxitos conseguidos. Navarro cuenta con todos sus efectivos, que en un equipo coral como es Unicaja, no es poca cosa.

Desde luego, esta eliminatoria contra el Barcelona va a ofrecer un espectáculo impresionante y el vencedor será igualmente candidato al triunfo final.

La imprescindible solidez de La Laguna Tenerife

Tras una temporada brillante, los tinerfeños se dejaron el 2º puesto en el último suspiro de la fase regular, en su postrera visita a Manresa. Y eso que dominaban el partido con relativa comodidad, si es que se puede recurrir a esta palabra. Antes, habían claudicado también frente a Valencia, Unicaja o Real Madrid.

Se trata de uno de los equipos que más han animado este año la competición y eso que, desde su isla tinerfeña, han tenido también que soportar carga de partidos lejanos en la BCL, donde clasificaron hasta la Final Four y perdieron su semifinal (tras vencer los 14 partidos anteriores).

El milagro Marcelinho Huertas continúa manifestándose ante todos los aficionados al baloncesto. Realmente, a sus recientes 42 primaveras, es uno de los mayores enigmas de la longevidad deportiva y en concreto, de la de las canastas, al menos a la altura de Mr LeBron James (que solamente ha cumplido 40). La clarividencia mental del paulista, su rapidez y acierto ofensivos son estremecedores.

De su mano y de la de los abueletes que le acompañan (33 años es ser joven en este roster), Chus Vidorreta ha conseguido armar un equipo que ha demostrado una reconocible solidez durante todo el año. Y jugando muy bien. Así andan de contentos por el Santiago Martín de La Laguna.

Reciben al Joventut con ventaja de campo, aunque con la notabilísima baja de Fran Guerra, lo que reducirá el potencial del equipo “al cinco”, frente a las torres de Badalona, Tomic y Pustovyyi. El pronóstico es incierto.

El eterno retorno de la Penya

Un año más acuden los de Badalona, histórico de la liga española donde los haya, a su cita con los play-offs. Visitan Tenerife con desventaja de campo, pero con una buena tendencia de resultados las últimas semanas y buenas victorias ante Baskonia o Unicaja. En el año de la retirada del capitán Pau Ribas, la ausencia de Kassius Robertson (su mayor anotador) es la mayor dificultad que habrá de gestionar su excelente entrenador Daniel Miret, que culminará una temporada en la que todo lo que venga, será para premio.

De la mano de Ante Tomic, que sigue a lo suyo como si no pasara el tiempo (otro siguiendo la estela de Marcelinho, a sus 38 palos) y con un buen puñado de jugadores que aportan puntos, rebotes y defensa, no es descabellado pensar que puedan dar la (relativa) sorpresa en Tenerife.

Si las tendencias y las dinámicas son importantes en el deporte y en la vida, desde luego la Penya muestra credenciales en este sentido y la eliminatoria, será de todo menos decantada a priori.

Valencia, un ciclón ofensivo con lagunas

Noventa y siete puntos anotados, de media, en los 34 partidos de la fase regular. Se dice pronto. Pedro Martínez ha creado un monstruo ofensivo en el que prácticamente una decena de jugadores bombardean desde el triple sin el menor miramiento. De hecho, lanzan más de dos que de tres, en la línea de las últimas tendencias estadísticas que, en cierto sentido, están desnaturalizando este deporte. Será asunto para otro artículo, en el futuro, acerca de la evolución de las normativas.

Pero este comentario no pretende ser una crítica hacia la labor del Valencia Basket este año, sino todo lo contrario. Probablemente no se trata del equipo más pulcro desde el punto de vista táctico, porque recurre al desorden entrópico como recurso, lo que puede ser un martillo pilón para el rival.

Ir a la Fuente de San Luis a ver basket, puede contar como “hacer deporte”, tal es la velocidad de los partidos o la duración de las posesiones. Por cierto, ya se desea contemplar por la parroquia el nuevo Roig Arena, que sin duda supondrá un crecimiento adicional para el equipo taronja. Se dice que en septiembre quedará inaugurado.

Las ausencias de Happ, Brimah o Jovic no parecen ser muy trascendentes en la dinámica del equipo, una vez consumado el regreso de Chris Jones, cuya ausencia hizo más daño, sin duda, al rendimiento del equipo.

Así es que Valencia, que en el rally final accedió a una valiosa 2º posición, recibirá a Gran Canaria como gran favorito para pasar de ronda, en la que se presume la eliminatoria más clara de las cuatro. Que los pronósticos se hacen para fallarlos, queda claro.

La ilusión de los Claretianos

El Dreamland Gran Canaria, el Colegio Claret de toda la vida, una maravillosa institución emocionalmente volcada con las misiones y la educación. En alguna de las numerosas ubicaciones del Colegio el deporte consiguió dar el paso diferencial que, en el caso de Claret Gran Canaria y tras una encomiable labor, le permitió acceder a la ACB en 1985. Así que, con el paso de los años, el club reconvertido en SAD, ha continuado su presencia de manera habitual en la élite del baloncesto español, donde regresa de nuevo este año y también en este caso, cualquier logro adicional será, como decían en la Biblia, por añadidura.

Este año, ha transitado el equipo por un sendero de pendiente variable: del buen inicio, a un tramo intermedio que se hizo duro y un final que invita al optimismo. El prestigio de Jaka Lakovic ha ganado enteros con su trabajo como entrenador. Se escucha por ahí que tiene ofertas para cambiar de aires. Pero eso será más adelante.

Porque de momento, tendrá que viajar a Valencia a intentar lo que se antoja difícil pero no imposible. El ánimo del equipo está intacto, con todas sus unidades disponibles, aunque no pueda disponer de una profundidad de plantilla tan amplia, en términos competitivos, como su rival levantino.

Después de la apoteosis baloncestística en las competiciones europeas, en España se ha podido vivir un cierto valle de tensión competitiva, con la mayor parte de los “premios iniciales” repartidos. A los previsibles descensos de los dignos Leyma Coruña y Covirán Granada, se sumó una adjudicación prematura de las plazas de play-off, de los que se descabalgaron opciones que hace un tiempo parecían probables, como Manresa o Murcia.

Barcelona Valencia Tenerife