El deportista a seguir | Curry puede estar muy tranquilo: su sucesor es el aprendiz de Ginóbili
Con solo 12 años, Brandin Podziemski ni siquiera había jugado al baloncesto: ahora, un par de años después, es una de las grandes sensaciones de la NBA de la mano de Steve Kerr
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Golden State Warriors no podrá luchar por el título de campeón de la NBA. Se apaga en semifinales el sueño de Stephen Curry que, lesionado, se ha perdido parte de la serie frente a Minnesota Timberwolves, pero ha servido para que la franquicia californiana descubra una realidad: el estelar base, a pesar de ser uno de los jugadores más en forma del campeonato, puede estar tranquilo, pues tiene un relevo generacional que también está llamado a marcar una época.
La distensión muscular sufrida por Curry en el primer partido de la serie ante los Timberwolves suponía la primera ausencia del base en un partido de playoff desde 2018, cuando una lesión de rodilla lo dejó fuera en las semifinales del Oeste. Es cierto que su equipo ha notado su baja, pues quién podría sobreponerse sin problema a la ausencia de su mejor jugador. Pero, dentro del dramatismo, la mejor noticia es que Steve Kerr sabe que tiene otra estrella en ciernes.
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A veces, las oportunidades llegan de la manera más inesperada y eso es lo que ha ocurrido con Brandin Podziemski, que se ha convertido en uno de los jugadores a seguir en Golden State Warriors casi por casualidad. Así es como así descubrió su gran pasión y, sobre todo, que el baloncesto podía convertirse en su vía para encontrar la felicidad y también como ha llegado su confirmación. Quién le iba a decir hace siete años que sería uno de los nombres de moda en la NBA.
Podziemski, nacido en Wisconsin hace 20 años pero de origen polaco, siempre fue un niño apasionado de los deportes. Desde muy temprana edad, era habitual verle jugando en las calles o el colegio, aunque con una pelota mucho más pequeña: su gran pasión era el béisbol. Jugó varios años, demostrando ser un más que decente deportista, pero a los 12 años algo cambió. Tras quedarse sin equipo, perdió la ilusión por el deporte de su vida. Necesitaba nuevas experiencias.
No dudó en buscar nuevos retos y el baloncesto se cruzó en su camino. El béisbol era su pasión, pero los partidos le resultaban tediosos por la velocidad del juego y él buscaba acción. Por ello, tras encender la televisión, Podziemski no tuvo dudas de que probaría el deporte de la canasta: "Pensé que parecía muy divertido y que tenía que probar", declaraba hace poco. ¿El problema? Ya era casi un adolescente y no había jugado en su vida.
Como cualquier niño nacido en época de las nuevas tecnologías, no dudó en acudir a las plataformas para ver vídeos de jugadores zurdos, como él, para aprender. No tardó en quedar prendado de un nombre: Manu Ginóbili. Podziemski se pasaba horas viendo sus movimientos, su mecánica de tiro y su juego de pies para aprender. Pero, pese a ello, era un habitual del banquillo de sus equipos. Solo su altura le daba una razón para tener minutos.
Con 1,90 metros, comenzó jugando como pívot pero, poco a poco -y a falta de que aumentara su estatura, fue yendo hacia fuera, hasta convertirse en un jugador exterior. Jugador de rotación en el instituto, llegó a la universidad como alguien de plantilla, un buen complemento. Tras pasar por Illinois, ficharía por Santa Clara, donde cambiaría su suerte: decidió dar un paso adelante y convertirse en el líder de su equipo. No solo lo logró, sino que en el Draft de 2023 se puso a tiro.
Lo que nadie esperaba es que Steve Kerr se lanzase a por él como 19ª elección. Tenía un plan: convertirlo en el sucesor de Klay Thompson. Tenía buena mano, gran movilidad y excelente predisposición para aprender. Como no podía ser de otra manera, llegaba para ir entrando en dinámica... hasta que todo explotó el pasado año, curiosamente también ante los Timberwolves: con Stephen Curry lesionado, las expulsiones del propio Thomson y de Draymond Green hicieron un agujero.
Kerr dio la alternativa a Podziemski y no se arrugó lo más mínimo: con 23 puntos, fue el jugador revelación del partido. A partir de ahí, comenzó a tener minutos y su aportación empezó a ser muy importante, hasta el punto de convertirse en el cuarto rookie de las últimas dos décadas en firmar los números que estaba consiguiendo. Su entrenador lo tenía claro: "Va a jugar todas las noches. Se lo ha ganado. Seguro que será alguien importante para nosotros".
Desde ese día, Podziemski ha visto incrementada de manera exponencial su participación en pista y sus números siguen asombrando. El pasado curso disputó 74 partidos y, esta temporada, 64. Y, de nuevo sin Curry ante los Wolves en los playoffs, dio un paso adelante. En el último partido, a pesar de caer eliminados, Podziemski firmó 28 puntos, además de capturar seis rebotes, repartir cuatro asistencias y lograr dos robos. Quién sabe dónde estará su techo.
Golden State Warriors no podrá luchar por el título de campeón de la NBA. Se apaga en semifinales el sueño de Stephen Curry que, lesionado, se ha perdido parte de la serie frente a Minnesota Timberwolves, pero ha servido para que la franquicia californiana descubra una realidad: el estelar base, a pesar de ser uno de los jugadores más en forma del campeonato, puede estar tranquilo, pues tiene un relevo generacional que también está llamado a marcar una época.