Es noticia
Pablo Lolaso, el trol que se cargó a su personaje: "En el día a día, puedo ser infinitamente más faltón"
  1. Deportes
  2. Baloncesto
El hombre detrás de la pantalla

Pablo Lolaso, el trol que se cargó a su personaje: "En el día a día, puedo ser infinitamente más faltón"

Miguel Sánchez publica su primera novela juvenil con 'Enzo Brown'. Entre el alter ego y el pseudónimo, repasa su vida en Twitter/X y la actualidad del Real Madrid de baloncesto

Foto: Miguel Sánchez posa con su nueva novela. (Cedida)
Miguel Sánchez posa con su nueva novela. (Cedida)

Muchos conocen a Pablo Lolaso y cada día más a Miguel Sánchez. Su rostro dejó de ser anónimo después de tocar el cielo (tuitero). Empezó siendo una parodia de Pablo Laso en X —aunque la siga llamando Twitter—, alcanzó una enorme popularidad en la red social a base de vaciles y troleos; de caricaturizar al ahora entrenador del Baskonia a reírse de Ante Tomic y su fichaje por el FC Barcelona; y, poco a poco, se convirtió en analista de baloncesto.

En la actualidad es presentador de 'Colgados del Aro' (una de las tertulias de baloncesto más reconocidas de los medios españoles, que destaca por utilizar el humor como vía de transmisión) junto a Juanma Iturriaga y Toñín Llorente. Orgulloso madridista, maestro de primaria, oficio que nunca dejó, y trol, oficio que ahora solo ejerce a jornada parcial, Sánchez acaba de publicar Enzo Brown: loco por el basket (Penguin).

Es su primera incursión en la novela juvenil, cuyo panorama en lo relacionado con el deporte está copada por el fútbol y, muy a su pesar, sin espacio para el baloncesto. Siempre irónico y sin renunciar a la fama de Pablo Lolaso, Miguel atiende a este periódico por videollamada, entre pausas para atender a los pequeños de la casa. Dejar el anonimato tuitero no le quitó ni un punto a su humor negro, algo que reivindica.

***********

PREGUNTA. La historia nos presenta a Enzo Brown. Un chavalín que trata de poner de moda el baloncesto en un patio de colegio dominado por "los futboleros". ¿Cómo surge este libro?

RESPUESTA. El colegio de Enzo no es un colegio especial. Todos los colegios están dominados por futboleros. Todas las sociedades están dominadas por los futboleros. Tengo otras dos novelas para adultos antes [Todo esto era campo atrás y Cualquier tiempo muerto pasado (Penguin)], que querían rellenar un hueco de la literatura que estaba por explorar: mezclar ficción y baloncesto. Había series de dibujos, pero no había ninguna novela de ficción. Había lectores que eran padres que me demandaban: 'Oye, a ver si haces algo de baloncesto más adecuado para mis hijos, para niños'. Mis dos novelas previas tenían lenguaje un poquito soez y chabacano, era un personaje un poco torrentiano que cogió a un entrenador en un pueblo y pasaban cosas un poco turbias... Para niños no valía. Entonces recogí ese guante.

Foto: Preámbulo de la sentencia a Molinas en el juicio de apelación. (NYSC Archives)

Soy maestro de primaria desde hace 15 años. Pues veía que también había un nicho ahí por explorar, porque hay muchas novelas de aventuras; todas las que quieras de fantasía; todas las que quieras unicornios, hadas, estatuas de Egipto...; fútbol muy explorado, Futbolísimos sigue siendo un boom. Irán por el libro veintipico. Pero no había casi de baloncesto. Se me ocurrió que fuera un niño que viniera a un colegio nuevo y que estuviera invadido por los futboleros. Casi que lo primero que se me ocurrió fue el nombre. Fíjate que me hacía gracia que fuera un hombre que mezclara un nombre de pila que valiera casi para cualquier lugar del planeta porque Enzo se usa en España, también en países anglosajones, en Italia... Después de Enzo, el jueguecito con Brown me vino solo. El apellido tendrá relevancia en la historia, pero eso ya lo veréis.

P. Para ti, la futbolización de cualquier deporte es negativa. Ves el fútbol y los futboleros como demasiado invasivos. De hecho, es el conflicto más importante de la novela. ¿Qué hacemos con el fútbol?

R. A ver, el fútbol no tiene la culpa de nada. Es un deporte en el que hay una pelota, dos equipos de once jugadores, o cinco o siete, que compiten por meter un gol. Hasta ahí ningún problema. Luchar por meter gol no tiene ningún problema. El tema es todo este entorno mediático que se ha construido en las últimas décadas alrededor del fútbol que, desde mi punto de vista, es tóxico y no es educativo, no es formativo, no ayuda a la formación de nuestros chavales.

"El entorno del fútbol es tóxico, no es educativo y ni formativo"

Consumo fútbol como adulto, no hay problema. Hacen cosas que no me gustan, 'pues menudo gilipollas este, que se tira o que pierde tiempo'. A mí no me gusta, pero no me genera un problema a mí como adulto, pero sí genera conflictos en los niños. Las faltas, el fingir, el encararse, protestar, no respetar al árbitro... Hay padres jugando a ser ultras con niños de 6, 7 u 8 años. No es culpa del fútbol como deporte, es del entorno del fútbol. ¿Qué hay que hacer? Pues tampoco te creas que tengo la solución, pero por lo menos ofrecer alternativas, aunque sea con una obra de entretenimiento como esta.

Los niños son esponjas. Mi hijo no ve fútbol, tiene seis años. En mi casa se ve poco y cuando lo veo además es muy tarde. Él nunca ha visto a Mbappé y sabe que existe. Me ha pedido la camiseta de Mbappé, y se la he regalado. Yo soy madridista y me encanta que Mbappé marque muchos goles. Pues mi hijo da una patada a cualquier cosa y hace el gesto de celebración de Mbappé. ¡Y nunca ha visto un gol suyo! Nada de malo, eh, pero para que veamos hasta qué punto los niños imitan lo que ven. Y aprenden de ello. Pues imagínate cuando ven a un futbolista tirarse, fingir y que luego milagrosamente se levante porque no le pasaba nada.

P. Hablemos de algo que está muy presente en el libro: Las collejas. Mi favorita pasa justo antes de una gran frase de la madre de Enzo: "Luka, no pegues a tu hermano en la cabeza, que tiene que estudiar". Lo cotidiano forma parte del libro.

R. Hay costumbrismo [risas]. Es una novela dirigida al público infantil, pero quería que los adultos que la fueran a leer también pudieran disfrutarla. Mi idea era meter pildoritas para que se vieran representados en las relaciones de madre e hijo. Esa madre y ese abuelo en casa tienen frases, expresiones y maneras de actuar que todos nos podemos ver reflejados. Luego hay detallitos como cuando el abuelo le mete en el almuerzo pequeños regalos como un tazo o una moneda antigua. Hay una referencia a Chiquito de la Calzada que a mí me hizo mucha gracia meterlo y habrá muchos niños, bueno, muchos no, todos los niños del contexto actual, que no sabrán ni quién es. No saben ya que le siguen toda la calzada. También con el tema de la playlist del libro. Tengo esta oportunidad de que escuchen otro tipo de música diferente a Bad Bunny, Aitana y Lola Indigo... que a tope con ellos y que no pasa nada, que todo tiene su momento, pero que hay más géneros en la música, no solo el trap y el reguetón y la música latina.

placeholder Presentación de 'Enzo Brown'. (Cedida)
Presentación de 'Enzo Brown'. (Cedida)

P. Eres padre por duplicado, profesor de primaria y fanático del baloncesto. ¿Te ha costado poco ponerte en la piel de Enzo?

R. Me gusta presumir de que todavía me acuerdo de cuando era niño [risas]. Además, ya estoy dejando de ser de los profes jóvenes, pero presumo de que les entiendo y ellos saben que yo les entiendo porque soy joven, eso quiero pensar al menos. Entonces todavía no me resulta complicado meterme en la mente de niños de 12 años porque también estoy rodeado de ellos todos los días durante muchas horas. Sí que es verdad que si no trabajara como profe es fácil desconectarte.

Desde la editorial a veces sí me han dicho: 'Oye, esta frase no lo diría un niño de 12 años'. Se me pueden escapar cosas que diría yo con mis 40 años y ha habido un trabajo continuo con Victoria Blanco de Penguin, hemos trabajado codo a codo con esta historia.

P. La novela está repleta de referencias. La más clara, su protagonista: Enzo Brown. ¿Le has enviado una copia a Lorenzo Brown? Hasta has puesto que es de Albacete.

R. Como no habla español... Voy a esperar a ver si la editorial tiene bien en algún momento que esto se traduzca al inglés y se la enviaré. No sé si a él le hará gracia o no le hará gracia. Quizás no importe.

P. El chiste de Albacete, si se traduce al inglés o se lee fuera de España...

R. Que Enzo sea de Albacete sí que perdería un poco. Pero así es mi personaje, a diferencia de Lorenzo: de verdad ha nacido en Albacete, se ha criado en Albacete y su familia es de Albacete.

"Pablo Laso era muy parodiable. Iba poniendo tonterías, todo muy hiperbólico"

P. Vámonos a Twitter o X, o como se le quiera llamar. Sé que está bastante contado. Pero, por recapitular, ¿cómo y por qué comenzó Pablo Lolaso?

R. Voy a viajar al pasado: primera temporada de Pablo Laso en el Real Madrid, en el curso 11-12. En privado, había sido bastante crítico con la llegada de Pablo Laso, no me hacía demasiada ilusión que viniera. Pero me fui enganchando poco a poco, me enganché a su figura y a su Madrid, pero, paralelo a eso era un personaje muy parodiable: si recuerdas sus inicios en el Madrid o si los lectores lo recuerdan, pues en los tiempos muertos se equivocaba en algún nombre de jugador, escribía solo cuatro nombres en la pizarra, se pasaba 50 segundos en blanco y al final los últimos 10 segundos escribió algo muy rápido. Era tan pariodiable y en ese momento estaban de moda las parodias en Twitter, cada persona de relevancia tenía uno. Yo hice el de Pablo Lolaso y lo primero que puse fue: "Ya estamos en la final de la Liga, creo que va siendo hora de que me aprenda los nombres de mis jugadores". Iba poniendo tonterías, todo muy hiperbólico.

La gente me río las gracias, que lo peor que se puede hacer conmigo es reírme las gracias, y aquí seguiré hasta que alguien deje de reírse con mis tonterías. Y bueno, pues la bola fue creciendo hasta ahora, que me entrevistan en El Confidencial [risas].

Foto: Juan Carlos Unzué, exfutbolista y miembro de con ELA. (EFE/Raquel Manzanares)

P. Llegaste a la red social cuando las cuentas parodia estaban a la orden del día. Poco a poco fuiste... digamos, transicionando, como paso con otros twitteros como Lassana Diarra, hasta convertiros en personajes propios, no parodias al uso. ¿Cómo fue ese proceso?

R. Fue poco a poco, no sin querer, porque sí hubo decisiones para ir cargándome el personaje. Como así pongo mi biografía de Twitter: Me he cargado el personaje. Me acuerdo que al principio paré de ser un Pablo Laso exagerado cuando me llamaban de algún medio y tenía que intervenir, por ejemplo, en radios no aceptaba. No quería salir y que tuviera voz propia, sentía que se iba a perder la magia. Pero fue cambiando y acepté que saliera mi voz, pero decidí preservar mi rostro. No tanto por ocultar mi cara por ser feo o por protegerme de agresiones [risas], como por proteger el personaje.

"Ahora mismo, Pablo Lolaso es como mi seudónimo o mi alter ego"

Todo tuvo un recorrido y he ido haciendo cambios, me iba cansando. Ya hubo un momento en que dije que tenía que enseñar la cara. En Colgados del Aro, se hacía raro a nivel estético: veías a tres personas y a uno no. El programa ganó y yo creo que gané porque me sentía más libre, también de poder decir más cosas. Nadie me podía acusar de que eso no lo diría si diese la cara. Y al final todo derivó en que, a día de hoy, Pablo Lolaso es como mi seudónimo o mi alter ego. Mi alias en el que me desenvuelvo en el mundo de baloncesto bien sean los medios escribiendo o aquí contigo, pero básicamente soy yo con mis opiniones.

P. Vamos a ser sinceros, tú solías jugar fuerte en Twitter. Un trol con todas las de la ley. Algún día te has calentado, te has ido a la cama y de repente has dicho: 'Joder, qué estoy haciendo, me he pasado de frenada'.

R. Sigo teniendo incendios, pero menos buscados. Igual antes lo pensaba menos, era menos reflexivo. Era más impulsivo y buscaba más la gresca. Tampoco me generaba cargo de conciencia, era mi intención. Es verdad que tenía tweets críticos, que troleaba o me metía con Sergi Llull o con Felipe Reyes o con el propio Pablo Laso. Aunque era una parodia, podían ser ridiculizados. Sí que me llegó que no les hacía gracia. Nadie del equipo me escribió, pero me enteré de que alguna que otra cosa no hacía gracia en el vestuario. Nadie me dijo que parase, pero tampoco estaba ahí para herir a nadie. Esto no lo quiero hacer para ofender. En mi cabeza suena que es gracioso, lo pongo y hay gente que se ríe. Pero, claro, es verdad que a veces que haces esas cosas hacen gracia a unos y a otros les está molestando.

"Me llegó que había cosas que no hacían gracia en el vestuario del Madrid"

Yo soy madridista y me había enganchado al equipo. Fui crítico al principio, pero luego me encantaron. No quería problemas con gente a la que admiraba, ahí sí que cambié un poquito el chip. Creo que fue ese mismo verano de 2012, fueron unos meses de troleo bien fuerte, luego me empecé a blanquear a mí mismo y seguir troleando, también con otras 'víctimas'.

P. Estamos llegando a un punto en el que ya no hay que justificar que una persona de izquierdas tenga pasta, sino que tenga Twitter. ¿Crees que puede ser progresista y seguir en la red social de Elon Musk?

R. Si nos rasgamos las vestiduras con todos estos conflictos morales que podemos tener siendo de izquierdas, pues no sé hasta dónde podríamos llegar. Siempre me he declarado abiertamente de izquierdas, pero yo vivo en Madrid. Estoy súper a gusto en Madrid, que es una comunidad gobernada históricamente por la derecha y, ¿qué hago?, pero no critico en la Comunidad. En Madrid se vive genial: ¿está todo caro? Sí. ¿Hay problemas con la sanidad? Los hay. ¿Los sueldos no cunden? No cunden, pero Madrid es una comunidad maravillosa. No me genera ningún conflicto. No permito que los políticos o los empresarios que gobiernan el mundo me generen lastres o me pongan muros en las cosas que a mí me diviertan o que me hacen feliz.

"En Twitter hay mucho indeseable. El algoritmo no va a ganar, a bloquear y bloquear"

A mí Twitter me parece una red social fantástica en la que hay mucho indeseable. Por supuesto que lo hay. También lo hay en mi entorno o lo hay en mi país. Twitter es una herramienta, hay que aprender a utilizarla. Yo bloqueo mucho. Trato de ir gobernando el algoritmo. ¿Me viene una horda a atacar? Pues a bloquear, bloquear, bloquear y bloquear. A mí el algoritmo no me va a ganar. Quiero que esto sea un reducto de paz, sin problemas.

P. Hay varios políticos y personalidades que decidieron abandonar la red social.

R. Lo respeto, también hice mi cuenta de Bluesky, no tanto por irme como porque me gusta estar en todas por si acaso. Luego no vaya a ser que alguna la pete [risas], hay que estar en todos lados.

P. Tu éxito en Twitter fue bastante abrumador, un tuitero estrella. Pero como Miguel, seguías siendo anónimo, ibas a tu curro, jugabas tus partidos, etc. ¿Llegaste a disociar en algún momento?

R. En mi vida diaria con amigos puedo ser muchísimo, infinitamente, más faltón de lo que es el Pablo Lolaso en la actualidad. Un humor más negro del que me atrevo a hacer en redes sociales o hacer en 'Colgados del Aro'. Mi último chiste viral fue sobre Peter Dubovsky. Ofendió muchísimo... Eso es Bambi comparado con lo que puedo hacer con mis amigos del baloncesto después de jugar un partido. Pero, claro, el entorno es diferente. En definitiva, a veces hay un poco de Pablo Lolaso en Miguel, incluso ahora mismo hablando.

Foto: El ex entrenador de los Golden State Warriors, Don Nelson, saluda a Stephen Jackson, en 2019. (Getty Images)

P. Vamos a hacer un pequeño experimento. Imagínate que eres Pablo Lolaso, que no existe Miguel. ¿Qué crees que dirías del libro?

R. El Miguel maestro, habría pensado que es un libro para enseñar a mis alumnos. Me considero un lector de libros buenos. Creo que me hubiera gustado cualquiera de mis épocas, a Pablo Lolaso también. Estoy convencido de que sí.

P. Es inevitable preguntar a Pablo Lolaso por Pablo Laso. ¿Piensas que el Real Madrid se portó bien en aquel famoso despido?

R. Fue triste que la salida de Pablo Laso sucediera así. Creo que estamos de acuerdo todos, el propio Madrid, el propio Pablo Laso y la afición. Es triste que le diera un apechusque y saliera por la puerta de atrás.

Entiendo los motivos del Madrid, o sea, sé que hay dos maneras de verlo. Una es que el Madrid aprovechó la coyuntura para quitarse de en medio. Pero que no me terminan de encajar esas piezas porque el Madrid venía de una temporada donde había tenido una racha horrorosa, horrorosa y le podía haber echado [aquella primavera del 2022, el conjunto madridista firmaba los peores resultados de la era Laso]. Fue algo lamentable. No tenía sentido echarle después de ganar la Liga. Es verdad que en la final ya la dirigió Chus Mateo y Laso estaba regular en el vestuario.

"Me dio mucha pena que Laso no tuviera una despedida en condiciones"

No compro la teoría de que se quisieran aprovechar. Me creo que hubiera una preocupación real por su salud. Hasta ver qué tal respondía aquello, porque bueno, pues un infarto es un infarto y hay una recuperación y el Madrid tiene mucha tensión y me imagino que nadie quiere que se muera su entrenador. Y luego está la parte de Laso: 'Me ha dado un infarto, vale, pero me he recuperado y los médicos me dicen que estoy bien. Dejadme trabajar'. Entiendo los motivos de ambos, pero estoy de acuerdo en que fue triste.

Me dio mucha pena que Pablo Laso no tuviera una despedida en condiciones del Madrid. Pero no se merecía salir por la puerta atrás. Después de ganar una liga me recordó aquella de Del Bosque en 2003 y también después ganar. La vida ha seguido y al final, no pasa nada, y el Madrid siempre es el Madrid y si hay buenos jugadores pues el equipo fluye... Lo que pasó me apenó mucho.

P. El Real Madrid siempre ha sido cruel en ese aspecto. Lo importante son los resultados.

R. Siempre ha sido así. El entrenador en el Real Madrid nunca ha sido la punta de lanza en los proyectos, en fútbol y el baloncesto. Lo más parecido fue lo de José Mourinho y ya sabemos cómo acabó. Me recuerda a la Cadena SER, tiene programas que funcionan y, cuando se gasta el presentador, pasan a otros. No pasa nada. Bueno, pues el ciclo de Pablo Laso se acabó. Ahora está el de Chus. Veremos.

placeholder Laso, en su regreso al Palacio de los Deportes. (EFE/Juanjo Martín)
Laso, en su regreso al Palacio de los Deportes. (EFE/Juanjo Martín)

P. No está siendo una temporada sencilla para el club blanco. El proyecto de Chus Mateo parece tener demasiados vaivenes y tampoco es que tenga la confianza ciega de la afición.

R. Nunca hubo una gran confianza en Chus. En ningún momento. Igual que cuando vino Pablo Laso no era ilusionante. Chus ganó la Euroliga en su primera temporada. ¿Qué vas a decir? El año pasado fue un poco fiasco. No ganar la Euroliga con el pedazo de plantillón que hubo y estando todo bastante encarrilado... La temporada que eres más favorito no lo ganas y, cuando nadie daba un duro por ti, sí.

Dicho todo eso, este año está habiendo muchos vaivenes, pero mientras el Madrid llegue vivo a abril, confiaré. Lo tiene muy complicado incluso lo de meterse en el play-in y ahí son partidos a vida o muerte. En verano todos hubiéramos apostado por renovar a Walter Tavares, todos le habríamos dado el máximo presupuestario. Luego los fichajes no han sido del todo acertados. Ibaka no ha sido el que recordábamos y no ha encajado del todo. Lo único feliz ha sido la subida de minutos de Hugo González, que es un poco ilusionante y tal, pero luego ni Facu Campazzo, ni Mario Hezonja, ni Džanan Musa, ni Tavares... Si estos llegan bien a final de temporada... Pero ni siquiera dos a la vez han coincidido en plenitud. Es una temporada rara.

P. Casi que la mayor alegría para el madridista está siendo Luka Doncic.

R. Lo sentimos como nuestro. A mí me hace especial ilusión, siempre fui de los Lakers. Me encantaría que consiguiera un anillo junto a LeBron James. A ver si son capaces. Luka nunca ha dejado de ser madridista ni nosotros hemos dejado de seguirle.

P. Y para acabar. Si yo digo: enhorabuena a Ante Tomic...

R. ¡Eso ha prescrito! [Risas] Se fue de donde se fue a ganar títulos.

Muchos conocen a Pablo Lolaso y cada día más a Miguel Sánchez. Su rostro dejó de ser anónimo después de tocar el cielo (tuitero). Empezó siendo una parodia de Pablo Laso en X —aunque la siga llamando Twitter—, alcanzó una enorme popularidad en la red social a base de vaciles y troleos; de caricaturizar al ahora entrenador del Baskonia a reírse de Ante Tomic y su fichaje por el FC Barcelona; y, poco a poco, se convirtió en analista de baloncesto.

Selección Española de Baloncesto Real Madrid
El redactor recomienda