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Y Hezonja demostró que es la estrella que necesita el Real Madrid
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EN LA EUROLIGA

Y Hezonja demostró que es la estrella que necesita el Real Madrid

Los blancos lograron una apretada victoria ante el Baskonia de Pablo Laso en casa. El partido fue trepidante y un triple del croata, que se reivindicó, lo decidió sobre la bocina

Foto: Hezonja completó un gran partido ante el Baskonia. (Europa Press)
Hezonja completó un gran partido ante el Baskonia. (Europa Press)

A la vista del resultado podría pensarse que fue un partido brillante. No llegó a tanto, aunque fue competido, no podía ser de otra manera en la nueva visita de Pablo Laso al Palacio de los Deportes. La motivación del entrenador se reflejó en la intensidad que su equipo aplicó sobre el parquet, en una situación de urgencia considerable en lo que atañe a la clasificación de los vitorianos en la Euroliga, aún más acuciante tras la derrota del jueves (90-89).

La igualdad presidió el encuentro, con escapadas puntuales de los unos que antes o después eran enjugadas por los otros. Marcus Howard comenzó en el banquillo y se incorporó mediado el primer cuarto para convertir un triple que igualaba el marcador. Y ya no hizo más que un par de fallos y dos faltas que iba a reducir su participación posterior.

Las segundas unidades mantuvieron la inercia del encuentro en el segundo cuarto, aun en el tercero, donde, con más titulares en el juego, ya empezaban a descollar las figuras del partido. Campazzo por los blancos, Forrest y Rogkavopoulos por los azulgranas, que finalizaron en ventaja 64-67 con una acción del griego sobre la bocina.

El último periodo parecía otorgar una ventaja definitiva al Madrid, que inició el cuarto a toda pastilla (7-0 en minuto y medio) pero la goma se estiraba y se encogía cada pocos ataques. Una avalancha liderada por Facu y Musa dislocó el marcador (84-75, M38), pero fue de nuevo un espejismo enjugado en 80 segundos por Baskonia, con un parcial meteórico de 0-13 al entrar en la última vuelta del segundero. Las pérdidas del Madrid (Mario, Mario, Musa) se sucedían inexplicablemente y solamente restaba colocarle el lacito al hermoso regalo que se iban a llevar los alaveses a Vitoria. Un fallo desde el triple, contestado por Hezonja con uno bien lejano, dieron el último aliento a un Madrid que, aupado por tres tiros libres fallados, concedió una última jugada con diecisiete segundos por jugar. Y lo hablado en el tiempo muerto estuvo lejos de salir, porque Facu perdía el balón que apenas recuperaba Tavares para abrirlo a Super Mario que, finta mediante, decidió con un buzzer beater matador a falta de dos décimas.

Foto: El Chus Mateo pide intensidad a sus jugadores. (EFE/Fernando Galindo)

La jugada de Hezonja

Una liberación para el croata, cuya clase y talento son extremos, pero que no estaba cuajando un gran partido hasta ese minuto final. Tras la bocina, la explosión colectiva contempló a Mario Hezonja liberado, abriendo los brazos en una foto para la eternidad, aunque se trate de un partido de la fase regular. Tiene una enorme importancia la victoria porque se vienen duelos decisivos que conviene afrontar en la mejor situación posible, dada la extrema igualdad existente este año.

Y tiene sentido revisar lo acontecido las tres citas jugadas como local: del zafarrancho de ataque con defensa de brazos caídos ante Maccabi, a la derrota con Olympiacos con evidente inferioridad, para rematar con una victoria agónica ante Baskonia.

placeholder Chus Mateo mira a las tribunas del Wizink Center. (Europa Press)
Chus Mateo mira a las tribunas del Wizink Center. (Europa Press)

La guardia pretoriana de Chus Mateo

Regresó Mateo al concepto de la guardia pretoriana, con solamente seis jugadores por encima de los 13 minutos (con un notable Garuba incluido), aunque participaron los 12. Y conviene analizar los motivos por los que Baskonia logró veinte capturas bajo el aro madridista, como veinte lanzamientos de campo separaron las estadísticas de unos y de otros.

Una derrota hubiese sido un palo anímico, pero un excelente triple final convirtió en balsámica victoria y en gran noticia. La apoteosis final en un Palacio entregado puede alimentar una dinámica emocional muy positiva para las próximas fechas, Copa del Rey incluida.

A la vista del resultado podría pensarse que fue un partido brillante. No llegó a tanto, aunque fue competido, no podía ser de otra manera en la nueva visita de Pablo Laso al Palacio de los Deportes. La motivación del entrenador se reflejó en la intensidad que su equipo aplicó sobre el parquet, en una situación de urgencia considerable en lo que atañe a la clasificación de los vitorianos en la Euroliga, aún más acuciante tras la derrota del jueves (90-89).

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