"¡Mono, mono!". El episodio que muestra cómo el racismo en el deporte va más allá de Vinícius
Ocurrió en el partido de Eurocup entre el Joventut de Badalona y el Ratiopharm, cuando una aficionada local insultó a Yago Dos Santos por su color de piel, captada por la retransmisión
El deporte vuelve a estar en boca de todos por cuestiones desagradables: el racismo. En las últimas semanas, Vinícius Júnior ha recibido continuos insultos racistas que, desgraciadamente, se han ido sucediendo en diferentes campos de España. El caso del brasileño no es aislado. Yago Dos Santos, jugador de baloncesto del Ratiopharm, los sufrió al visitar el Pabellón Olímpico de Badalona.
"¡Mono, mono!", gritó una aficionada desde la grada al jugador del Ratiopharm, en el partido de Eurocup que su equipo jugó frente al Joventut, siendo captada con claridad por las imágenes de la retransmisión. Ante este ataque, el propio Vinicius salió al corte en su cuenta de Twitter: "Hay que empezar a castigar a esta gente o volveremos a ser como antes. Mientras ellos no hagan nada, nosotros seguiremos luchando por los nuestros. ¡Mi hermano!".
En las imágenes, se ve cómo la aficionada gritó los insultos racistas al baloncestista brasileño entre risas con sus compañeros de butaca, mientras Dos Santos aguantaba el chaparrón. Se le notaba impotente porque entendió el insulto a pesar de no hablar español. Hay que erradicar como sea este tipo de comportamientos en los estadios, lugares frecuentados por niños. Más aún en un club tan familiar como es el Joventut.
La condena del Joventut
El Joventut no se demoró en emitir un comunicado en el que condenó lo acontecido en el pabellón. "Rechazamos enérgicamente cualquier tipo de comportamiento y/o comentario intimidatorio, vejatorio, racista y/o xenófobo en nuestras instalaciones y en cualquiera de los campos donde nuestros equipos disputan sus partidos".
Las cámaras captaron a la aficionada. El club también se ofreció a colaborar con las autoridades mediante la puesta a disposición de las imágenes que consideraran necesarias. "Como siempre, el Club Joventut Badalona colaborará en lo que sea necesario con las autoridades y acatará las decisiones que se deriven", aseguró el Joventut en el comunicado.
"Los valores de la Penya, desde su fundación en 1930, han sido presididos por un profundo amor por el deporte en general y por el baloncesto en particular. Una estima que no se entiende sin el absoluto respeto por rivales, árbitros y aficionados que vienen a visitarnos al Olímpic de Badalona".
El caso de Juan Cala
El deporte no está exento de este tipo de comportamientos, que se han visto más que nunca en los últimos eventos. Tras la eliminación de España a manos de Marruecos en el Mundial, muchos marroquíes salieron a las calles a celebrarlo. Solo eso bastó para que las redes se llenaran de comentarios de odio. Para algunos, no tenían derecho a celebrar que su país estaba entre los ocho mejores de la Copa del Mundo.
Juan Cala, que vivió el episodio con Diakhaby hace dos años, cree que no racismo en el fútbol: "Lo que ocurre con Vinícius es por su forma de jugar, no por su color". Aquel Cádiz-Valencia se reanudó 15 minutos más tarde después de que los jugadores valencianistas abandonaran el terreno de juego por el presunto insulto a su compañero. La investigación interna de LaLiga no encontró pruebas del supuesto insulto racista de Cala a Diakhaby, quien se mostró afectado por lo sucedido en el terreno de juego. El ente presidido por Javier Tebas confirmó recientemente que el caso los ataques a Vinícius están pasando el límite, anunciando la creación de una comisión especial. "La liga española no puede tener un jugador que va a todos los campos y es insultado y con insultos muy graves", afirmó Tebas.
El deporte vuelve a estar en boca de todos por cuestiones desagradables: el racismo. En las últimas semanas, Vinícius Júnior ha recibido continuos insultos racistas que, desgraciadamente, se han ido sucediendo en diferentes campos de España. El caso del brasileño no es aislado. Yago Dos Santos, jugador de baloncesto del Ratiopharm, los sufrió al visitar el Pabellón Olímpico de Badalona.