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La reválida de Sergio Llull y los tres triples que cambiaron la final de la Supercopa ante el Barça
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LLEGARON EN EL MOMENTO CLAVE

La reválida de Sergio Llull y los tres triples que cambiaron la final de la Supercopa ante el Barça

Un ataque de furia del jugador balear en el tercer cuarto, con tres triples y dos asistencias, sirvió para cambiar el signo de un partido que se había puesto muy a favor del Barcelona y que obligó a los blancos a seguir creyendo en sí mismos

Foto: Sergio Llull, uno de los grandes responsables del éxito madridista. (EFE/José Manuel Vidal)
Sergio Llull, uno de los grandes responsables del éxito madridista. (EFE/José Manuel Vidal)

Real Madrid y Barcelona se veían las caras por primera vez en la temporada y lo hacían, como ya es habitual, en la final de la Supercopa. Durante los últimos cuatro años, la final ha sido un Clásico y, hasta la fecha, las cuatro han caído del lado blanco. Pero este domingo, el equipo ahora entrenado por Chus Mateo tuvo que sudar —y mucho— para llevarse una victoria que, en buena parte —y con permiso de Walter Tavares— tuvo un claro protagonista. ¿Su nombre? Sergio Llull.

El jugador balear se convirtió en el gran revulsivo del Madrid en el momento más crítico del partido y en el gran responsable de que los blancos siguieran creyendo hasta el final, merced a tres triples y dos asistencias en poco menos de dos minutos que permitieron a su equipo seguir confiando. Y es que tras un primer cuarto de tanteo entre Madrid y Barcelona, los blancos se atascaron en ataque en el segundo periodo y los azulgranas pusieron la directa hacia el título.

Foto: El Real Madrid, campeón de la Supercopa. (EFE/Jose Manuel Vidal)

El Barça se ponía ocho puntos arriba antes del descanso, un parcial que fue ampliado al comienzo del tercer cuarto por los azulgranas, que se aprovechaban de su velocidad en ataque y el atasco madridista, especialmente desde el triple, con uno de nueve intentos. Fue en ese momento, con poco menos de tres minutos para llegar al final del tercer periodo, cuando Llull hizo acto de presencia sobre la pista y todo cambió: entró en ebullición y dio alas a su equipo.

Llull entró en trance y, con dos triples consecutivos y dos asistencias, difuminaba la diferencia en el marcador para poner al Madrid por delante. Y, solo unos segundos más tarde, se inventaba otro triple aún más difícil para llevar al Madrid con ventaja al último cuarto (55-49). En ese momento, cambió el partido: los de Chus Mateo estaban bloqueados, sin chispa y con los brazos bajados. La explosión anotadora del jugador español hizo creer a su equipo que se podía ganar.

Sería en el tramo final del partido, prórroga incluida, donde Tavares y Gaby Deck se antojarían fundamentales para conseguir el título, pero la dinámica del choque cambió gracias al acierto de Llull. Sin ese ataque de furia, de juego y de coraje, nada de lo que pasó habría tenido lugar. Nueve puntos seguidos sirvieron para mandar un mensaje al Barça: el Madrid nunca se rinde, y mucho menos si Llull está en pista. Cada vez cuenta con un físico más limitado, pero aún marcando la diferencia.

Fue la gran reivindicación de Llull, un jugador que no ha tenido suerte con las lesiones y que desde que se rompiera aquel cruzado anterior de la rodilla derecha no ha podido gozar de la continuidad que hubiera tenido en caso de estar sano. Esa lesión le ha provocado recaídas y problemas musculares por los cambios en el apoyo y, de hecho, uno de ellos le impidió jugar el Eurobasket del que España salió campeón hace escasos días. Por eso, este domingo tenía más ganas que nunca.

"Confío en mí mismo y el equipo también confía en mí. Ni era tan malo al principio cuando no he metido ninguna, ni soy tan bueno después por haber metido tres seguidas. Sigo trabajando e intentando ayudar al equipo, aportando cosas positivas como mis compañeros, y creo que hemos hecho un gran trabajo para conseguir este primer título", explicaba Llull al término del partido. Un líder humilde que fue la gran razón de que el Real Madrid tenga un título más en sus vitrinas.

Real Madrid y Barcelona se veían las caras por primera vez en la temporada y lo hacían, como ya es habitual, en la final de la Supercopa. Durante los últimos cuatro años, la final ha sido un Clásico y, hasta la fecha, las cuatro han caído del lado blanco. Pero este domingo, el equipo ahora entrenado por Chus Mateo tuvo que sudar —y mucho— para llevarse una victoria que, en buena parte —y con permiso de Walter Tavares— tuvo un claro protagonista. ¿Su nombre? Sergio Llull.

Sergio Llull
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