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Pablo Laso, desquiciado con los jugadores y los recortes en los fichajes del Real Madrid
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el entrenador ve un equipo frágil

Pablo Laso, desquiciado con los jugadores y los recortes en los fichajes del Real Madrid

La segunda derrota en la Euroliga saca a relucir los problemas de rendimiento en la plantilla y los de una planificación en los despachos que no logró reforzar el equipo en la posición de cinco

Foto: Pablo Laso, cabizbajo, durante el partido de la Euroliga entre el Real Madrid y el Valencia Basket. (Efe)
Pablo Laso, cabizbajo, durante el partido de la Euroliga entre el Real Madrid y el Valencia Basket. (Efe)

Un equipo diésel, falta intensidad, el declive de Llull, el agujero que dejará Campazzo cuando se marche a la NBA, jugadores viejos y con un gravísimo problema en la pintura porque Walter Tavares no tiene sustituto. El Real Madrid de Pablo Laso ha pasado de la euforia a la depresión en menos de un mes. Con la victoria en la Supercopa de España contra el Barcelona de Jasikevicius los análisis reforzaban el carácter competitivo de un bloque hecho y unido. El equipo perdió este jueves contra el Valencia Basket, la segunda derrota consecutiva en la Euroliga, y salen a la luz los verdaderos problemas que tienen desquiciado a Pablo Laso.

Al entrenador del Real Madrid de baloncesto se le reconoce por tener una fuerte personalidad, vehemente y en ocasiones fuera de tono. Es habitual que las cámaras recojan sus broncas deportivas, con palabrotas, en los tiempos muertos. Se les llaman ‘Lasinas’ y no se les suele dar demasiada importancia, hasta parecen simpáticas vista desde fuera, porque se interpretan como una forma de picar el orgullo y provocar la reacción de los jugadores.

placeholder Pablo Laso se queja de una jugada en el partido contra el Valencia Basket. (Efe)
Pablo Laso se queja de una jugada en el partido contra el Valencia Basket. (Efe)

Pero Pablo Laso ha pasado una línea que molesta a sus jugadores. Les acusa de falta de actitud después de un pésimo partido contra el Valencia Basket. Una dura derrota en el regreso al WiZink Center que se suma a la del estreno en la competición contra el Baskonia en el Buesa Arena de Vitoria. El Real Madrid perdió (77-93) contra el Valencia Basket, la peor derrota como local desde el año 2012 cuando sucumbió ante el Siena (69-88), y Pablo Laso estalló. “Si hay alguno que quiera hacer la guerra por su cuenta, no jugará. No me preocupa”, es el duro mensaje de un entrenador que arremete contra la plantilla. Pero que calla con la planificación que se ha hecho desde el club y tiene como responsable a Juan Carlos Sánchez, director de la sección de baloncesto.

El fallido fichaje de Ante Zizic

Pablo Laso no dio nombres. Acusó de bajo rendimiento y se mordió la lengua para señalar a los culpables o los que él cree que no están teniendo la actitud que debe tener un profesional en la alta competición. Anthony Randolph es uno de los que están señalados. Hay más porque el nivel competitivo en líneas generales sufre un bajón y las alarmas se encienden muy pronto, en el segundo partido de la Euroliga. La preocupación entre los aficionados es que la plantilla haya perdido nivel y que las broncas o ‘Lasinas’ del entrenador ya no tengan efecto.

El problema de fondo, del que no habla públicamente ni abiertamente el entrenador, es de la planificación de una plantilla que echa de menos haberse reforzado con un pivot y que está en vilo a la espera de que Facundo Campazzo haga las maletas para marcharse a la NBA. Puede ser a final de año o principios de 2021. Pero el gran error en la planificación está en no haber acometido el fichaje del croata Ante Zizic cuando estaba apalabrado y solo faltaba firmar los contratos. El Madrid no dio el paso por los problemas económicos y la incertidumbre que genera la bajada de ingresos por el coronavirus. Ante Zizic, que tenía el objetivo de jugar en el Madrid, se cansó de esperar y fichó por el Macabbi Tel Aviv. Llegaba como agente libre y su sueldo era de 1,6 millones de euros brutos. Un mazazo para Pablo Laso, que se ha quedado sin un sustituto de Tavares desde que se marchó Gustavo Ayón. Ni Randolph ni Tompkins son un cinco.

El ambiente se ha enrarecido en la plantilla del Real Madrid con la rajada de Pablo Laso porque esto ya no es una ‘Lasina’. Es algo más que un toque de atención a unos jugadores que saben que pueden mejorar, pero que también entienden que la plantilla está incompleta. El Real Madrid se ha reforzado con el fichaje del alero Alberto Abalde (pagó la cláusula de 1,5 millones de euros) y regresó Carlos Alocen de su cesión al Casademont Zaragoza. Pero no ha llegado el deseado cinco que necesita Laso y los jugadores. El club decidió renovar una temporada más a Felipe Reyes (40 años) y apostar por el joven Usman Garuba (18 años), que inicia su segunda temporada en el primer equipo.

placeholder Sergio Llull en el partido contra el Valencia Basket. (Efe)
Sergio Llull en el partido contra el Valencia Basket. (Efe)

Los recortes afectan de lleno a la planificación en el Real Madrid de baloncesto que ha estado todo el verano pendiente de saber qué pasaría con Facundo Campazzo y su marcha a la NBA. El argentino tendría que pagar 6 millones de euros para ejecutar su salida. Empezó la temporada, fue el MVP en la final de la Supercopa de España contra el Barça y ahora descuenta los días para cumplir su sueño de jugar en la mejor liga de baloncesto del mundo. Los que están y se van a quedar atraviesan un bajón como el de Llull y Laprovittola. Se señala una plantilla vieja, de treintañeros, que no se ha renovado con Felipe Reyes (17 temporadas), Llull (14), Rudy Fernández y Carroll (10 años).

“No creo que haya ningún equipo en Europa, ni por supuesto en la NBA, que mantenga una estructura de tantos jugadores y un entrenador tantos años. La Euroliga es el título por excelencia. A los equipos de la categoría del Real Madrid se les mide por las Copas de Europa y es el título que más ilusión nos hace”, son las palabras que pronunció Juan Carlos Sánchez, en el canal del club, tras la celebración de la Supercopa de España. El director de la sección de baloncesto está igual de preocupado que el entrenador por el mal comienzo en la Euroliga, con dos partidos que ofrecen un preocupante rendimiento.

Pablo Laso empieza su décima temporada en el banquillo y acaba contrato al final de esta campaña. Todavía no ha renovado. Lo deja para más adelante un entrenador que llegó en 2011 y ha conseguido 20 títulos. Se va a dar un tiempo. De lo que no hay duda es que se trata de uno de los grandes en el banquillo junto a Pedro Ferrándiz (13 temporadas y 27 títulos) y Lolo Sainz (14 temporadas y 22 títulos). Pero Laso necesita comprobar si el proyecto tiene energía y él se siente capacitado para poner al equipo y estos jugadores a un alto nivel competitivo.

Un equipo diésel, falta intensidad, el declive de Llull, el agujero que dejará Campazzo cuando se marche a la NBA, jugadores viejos y con un gravísimo problema en la pintura porque Walter Tavares no tiene sustituto. El Real Madrid de Pablo Laso ha pasado de la euforia a la depresión en menos de un mes. Con la victoria en la Supercopa de España contra el Barcelona de Jasikevicius los análisis reforzaban el carácter competitivo de un bloque hecho y unido. El equipo perdió este jueves contra el Valencia Basket, la segunda derrota consecutiva en la Euroliga, y salen a la luz los verdaderos problemas que tienen desquiciado a Pablo Laso.

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