Estudiantes espanta a inversores interesados en el club por el fantasma del descenso
La ampliación de capital de cinco millones sigue en marcha. El objetivo es que aparezca uno o varios grandes inversores para asegurar la viabilidad del club más allá del verano
El Movistar Estudiantes pelea ahora mismo en dos frentes. Y en ambos lo tiene complicado. Por un lado intenta evitar el primer descenso de su historia. Y por el otro, sacar adelante una ampliación de capital de cinco millones de euros que asegure su viabilidad a medio plazo. Para ello necesita que uno o varios inversores acudan a ella, pero la situación deportiva y la deuda con la Agencia Tributaria son un freno.
Según ha podido saber El Confidencial, en concreto un inversor que tenía bastante avanzado el proceso con el club ha echado el freno de mano cuando ya se había realizado la 'due diligence'. Y la razón es la mala clasificación del equipo, colista de la Liga Endesa. El club ha declinado hacer declaraciones a El Confidencial.
El Estudiantes solo ha ganado dos de sus últimos 16 partidos. Con el cambio de entrenador se ha visto una mejoría, pero insuficiente para cambiar los resultados. El Estu ganó en el debut en el banquillo de Javier Zamora, pero ha perdido los tres siguientes encuentros y está a dos triunfos de la salvación. Las próximas semanas son clave. Tras recibir el próximo domingo al FC Barcelona, líder de la Liga Endesa, jugará contra el UCAM Murcia, el Montakit Fuenlabrada y el Coosur Real Betis, los tres equipos con los que está luchando por no descender.
El club colegial necesita el dinero, pero también mantenerse. La reducción de los ingresos que supondría un descenso haría muy difícil su continuidad aunque la ampliación de capital fuera un éxito. El motivo es la elevada deuda que mantiene con Hacienda, unos 7 millones de euros.
Ese lastre es lo que le ha llevado a realizar dos ampliaciones de capital en el último año y medio. La primera, por valor 1.020.000 euros, fue lanzada en noviembre de 2018 y fue suscrita casi en su totalidad por los accionistas que ya tenían buena parte del capital. En noviembre de 2019 aprobó otra que preveía un aumento del capital social cinco veces mayor que el anterior: 4.999.998 euros.
A comienzos de enero, el presidente, Fernando Galindo, dijo que se estaban cubriendo los objetivos. Un mes de después el Consejo de Administración decidió ampliar el plazo hasta el 13 de abril. Según fuentes conocedoras de la situación, ahora mismo el club se daría por satisfecho con cubrir tres de esos cinco millones de euros. La razón de la prórroga está en la negociación con la Agencia Tributaria. Antes del 13 de abril, el Estudiantes espera haber suscrito un nuevo convenio singular para el pago de su deuda, lo que despejaría una parte de las reticencias de los inversores.
Sería el tercer convenio, después de los firmados en 2011, tras el final del proceso concursal, y 2017. Este último estipulaba un pago anual de 1,4 millones de euros hasta 2023 que ha ahogado al club y le ha empujado a buscar inversores para evitar su desaparición. Un nuevo calendario de pagos que reduzca esa cuota permitiría al club vivir sin tantos apuros.
El Movistar Estudiantes pelea ahora mismo en dos frentes. Y en ambos lo tiene complicado. Por un lado intenta evitar el primer descenso de su historia. Y por el otro, sacar adelante una ampliación de capital de cinco millones de euros que asegure su viabilidad a medio plazo. Para ello necesita que uno o varios inversores acudan a ella, pero la situación deportiva y la deuda con la Agencia Tributaria son un freno.