La eternidad de Luis Scola, una leyenda que sigue sentando cátedra con 39 años
Argentina ganó a Francia 80-66 y será el rival de España en la final del Mundial. Luis Scola fue el mejor con 28 puntos y 13 rebotes
Dos abrazos. El primero, un 28 de agosto de 2004 sobre el parqué del OAKA. Luis Scola y Manu Ginóbili celebran el oro olímpico, el mayor éxito de la historia del baloncesto argentino. El segundo, un 13 de septiembre de 2019. Los mismo protagonistas festejan la clasificación para la final del Mundial que acaba de conseguir la albiceleste. Una diferencia entre ambos momentos: Ginóbili lleva un año retirado, tres fuera de la selección. Scola no solo sigue jugando, sino que continúa siendo uno de los mejores. El pívot lideró con 28 puntos y 13 rebotes la victoria de Argentina contra Francia por 80-66.
Ginóbili es el mejor jugador de la historia de Argentina, pero Scola es el mejor jugador de la historia de la selección. Es, además, un jugador intergeneracional. Uno de los pilares de la Generación Dorada que aún sigue jugando y que lidera a una nuevo grupo que ya ha conseguido bastante más de lo que podía imaginar cuando se juntó a comienzos de verano para participar en los Juegos Panamericanos, primero, y en el Mundial.
Muchas semanas antes de que comenzara el primero de esos dos torneos, Scola ya estaba entrenando. Tras el final de la temporada en China a comienzos de la primavera, se refugió en su casa. Allí había construido una cancha en la que trabajó durante semanas con un entrenador y un preparador físico persona. A sus 39 años, Scola sigue teniendo hambre de baloncesto. Mientras todos sus compañeros de generación están retirados hace tiempo, él sigue jugando. Y a un muy buen nivel.
Sus estadísticas en el Mundial de China son excelentes. Tras siete partidos promedia 19,3 puntos y 8,1 rebotes. Y tiene un 45,8% de acierto en el triple, un arma que ha añadido a su juego siendo bastante veterano.
Scola es uno de los pocos jugadores que llegaron al Mundial sin equipo. Su compromiso con el baloncesto, dijo antes del torneo, era solo hasta el final del Mundial. Pero ahora tendrá que buscarse uno porque Argentina jugará los Juegos Olímpicos del año que viene y sus compañeros ya están presionando para que siga jugando. ¿Dónde? Ha demostrado tener nivel para volver a Europa y jugar en un equipo de Euroliga, pero parece poco probable que lo haga. Quizá seguir en China sea la mejor opción, pues le permitiría tener varios meses sin competición antes de la cita olímpica.
A Tokio, Scola llegará con 40 años. De momento su edad sea un problema. Desde que se cortó el pelo y perdió la melena que había lucido durante toda su carrera, parece que ha rejuvenecido. O al menos, que el tiempo no pasa por él. Con Argentina sigue siendo el jugador decisivo que siempre ha sido. Y que España ha sufrido en varias ocasiones. El domingo volverá a hacerlo en partido por el oro.
Dos abrazos. El primero, un 28 de agosto de 2004 sobre el parqué del OAKA. Luis Scola y Manu Ginóbili celebran el oro olímpico, el mayor éxito de la historia del baloncesto argentino. El segundo, un 13 de septiembre de 2019. Los mismo protagonistas festejan la clasificación para la final del Mundial que acaba de conseguir la albiceleste. Una diferencia entre ambos momentos: Ginóbili lleva un año retirado, tres fuera de la selección. Scola no solo sigue jugando, sino que continúa siendo uno de los mejores. El pívot lideró con 28 puntos y 13 rebotes la victoria de Argentina contra Francia por 80-66.