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España ya no brilla, pero gana cuando tiene que hacerlo: victoria y a cuartos del Mundial
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ganó a italia por 67-60

España ya no brilla, pero gana cuando tiene que hacerlo: victoria y a cuartos del Mundial

España ganó sin brillo a Italia, pero ganó y ya está en cuartos de final. Jugará contra Argentina o Polonia depdendiendo del duelo entre esos dos equipos y de su partido contra Serbia

Foto: Sergio Llull anotó 11 puntos en la victoria de España ante Italia. (EFE)
Sergio Llull anotó 11 puntos en la victoria de España ante Italia. (EFE)

Es cierto, España siempre va a ir de menos a más. También en este Mundial. Pero su primera fase dejó tantas dudas y el equipo anda tan corto de talento comparado con campeonatos anteriores que esa mejoría no podía ser muy pronunciada. La Selección comenzó la segunda fase mejor que como acabó la primera, pero eso no era muy difícil. Contra Italia, una victoria le daba el pase a los cuartos de final; una derrota le empujaba a jugarse la clasificación con Serbia, que era casi lo mismo que decir que la eliminaba. El triunfo (67-60) evita un partido a vida o muerte con los bálcánicos e insufla a confianza a un grupo que se sabe menos dominante, pero que sigue conservando una competitividad por encima de la media. Tenía que ganar y ganó. Como lleva haciendo mucho tiempo.

La Selección no es lo que era. Es fácil recordar a equipos de Sergio Scariolo reaccionar tras un inicio al trantrán, pero esos equipos teníán a Pau Gasol, Jan Carlos Navarro, José Manuel Calderón o un Rudy Fernández en plenitud. Ahora no tiene nada de eso. España sigue siendo una de las grandes selecciones, pero ya no es la número 2 del mundo. Ahora, además de Serbia, su próximo rival, hay más equipos de su nivel y superior. Ahora tiene que sudar mucho más, jugar de otra manera. Eso fue lo que hizo contra Italia.

De todos los problemas que mostró en la primera fase, la debilidad defensiva había sido el más grave. Que equipos como Túnez, Puerto Rico e Irán le crearan problemas en su canasta era mucho más importante que la falta de acierto en el triple. Ahí es donde tenía que mejorar la Selección. E Italia, que promediaba 90 puntos por partido, iba a poner a prueba ese paso adelante.

Ese paso adelante llegó. Y aunque no fue acompañado de un buen partido en ataque, bastó para ganar. Fue un partido con muy poco acierto, con los dos equipos por debajo del 40% y con actuaciones desastrosas, como el 3/16 de un Marco Belinelli que pejudicó a su equipo con sus insistencia en el lanzamieto. España defendió bien, por momentos muy bien, protegiendo la zona y con una concentración altísima durante los 40 minutos. Mención especial para Víctor Claver, siempre señalado y siempre cumplidor atrás.

"Hay que dar la enhorabuena a los jugadores por el esfuerzo y la intensidad que han puesto. Todo el mundo ha dado lo mejor de sí aparte del inicio. Los que han salido del banquillo nos han dado un empuje y los que han empezado luego han recuperado confianza", resumió Scariolo.

Habla muy bien de España que ganara a pesar de que Marc Gasol realizara uno de sus peores partidos con la Selección. El pívot terminó con solo dos puntos, los que anotó a poco más de un minuto del final. Tampoco Ricky Rubio tuvo su mejor actuación, aunque terminara como el segundo mejor anotador del equipo con 15 puntos. Falló mucho (4/11), jugó muy precipitado durante muchos minutos y perdió siete balones. No los necesitó a su mejor nivel España para lograr un resultado que parecía imposible por la dependencia de sus dos mejores jugadores. Apagados su dos faros, la defensa y la segunda unidad iluminó el camino a los cruces.

El mal inicio del base de los Suns lo arregló Sergio Llull con siete puntos seguidos que recortaron la primera diferencia importante a favor de Italia. El madridista cortó la sangría de pérdidas y España se centró. Desacertado Belinelli y controlados Gentile y Datome, Gallinari era el único italiano que anotaba con facilidad. Asumible para España, que consiguió igualar el marcador al descanso.

placeholder Marco Belinelli falló 13 de sus 16 lanzamientos. (EFE)
Marco Belinelli falló 13 de sus 16 lanzamientos. (EFE)

En el tercer cuarto, Juancho Hernangómez dio el paso adelante que le había pedido Scariolo y anotó siete puntos seguidos que lanzaron a España. Se sumó Ricky con 2+1 que celebró con rabia con un golpe en pecho. Por primera vez, España controlaba el partido, aunque la diferencia seguía siendo escasa. Los árbitros, que pitaron dos técnicas a la Selección, castigaron más a los jugadores españoles que a los italianos en los tres primeros cuartos, aunque en los últimos minutos el número de faltas se igualó.

En los últimos minutos, España estuvo segura en los tiros libres y dejó con su defensa que Italia se enredara en ataque. Hacía tiempo que la Selección no ganaba un partido tan importante jugando tan mal en ataque. Es lo que tiene esta nueva era del equipo: ahora sufre mucho más, pero las victorias siguen sabiendo muy bien. Esta le mete en cuartos de final del Mundial, a un paso de la lucha por las medallas.

Es cierto, España siempre va a ir de menos a más. También en este Mundial. Pero su primera fase dejó tantas dudas y el equipo anda tan corto de talento comparado con campeonatos anteriores que esa mejoría no podía ser muy pronunciada. La Selección comenzó la segunda fase mejor que como acabó la primera, pero eso no era muy difícil. Contra Italia, una victoria le daba el pase a los cuartos de final; una derrota le empujaba a jugarse la clasificación con Serbia, que era casi lo mismo que decir que la eliminaba. El triunfo (67-60) evita un partido a vida o muerte con los bálcánicos e insufla a confianza a un grupo que se sabe menos dominante, pero que sigue conservando una competitividad por encima de la media. Tenía que ganar y ganó. Como lleva haciendo mucho tiempo.

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