¿Gasol? ¿Kukoc? Cuando el padre de la última aparición del baloncesto español pide calma

Hace dos semanas, a Santi Aldama no lo conocía casi nadie fuera del pequeño círculo que sigue de cerca las categorías de formación. Jugaba en el Canterbury, una academia con solera en la base, pero que ni siquiera es el equipo más importante de Gran Canaria, donde ha crecido. Ahora lo comparan con Pau Gasol y Toni Kukoc. ¿Qué ha pasado para que este espigado alero de 2,11 metros se haya convertido en la nueva sensación del baloncesto español? Una fantástica actuación en el EuroBasket sub-18 ganado por España, con 'MVP' incluido, en la que se intuye un gran jugador de futuro.

El baloncesto español, afligido por el ocaso de los Júniors de Oro, la mejor generación de su historia, necesita ilusionarse. Y Aldama ilusiona quizá más que ningún otro jugador joven. Por las reacciones a su irrupción, por encima de otros que ya han debutado en la ACB. Es el caso de Carlos Alocén, solo once días más viejo que él (aunque de un año antes), o de su compañero en la Selección Usman Garuba, un año más joven. Las comparaciones con Aldama apuntan muy alto. En opinión de su padre, puede que demasiado.

"Cuando hay algún joven que despunta se buscan comparaciones, pero hay que tener mucho cuidado para no meter una presión excesiva a un chico de su edad", declaró el progenitor a 'EFE'. "Tiene un talento importante y ha hecho un campeonato excepcional, pero se le está comparando con Pau Gasol, que es el mejor. Hay que tener los pies en el suelo".

El apellido Aldama ha vuelto a los medios. Fue común en los 90, cuando otro Santi Aldama se ganaba la vida en la ACB. Zaragoza, Peñas Huesca, Gran Canaria, Valladolid... También participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Ahora, mucho tiempo después de su retirada, ve crecer a su hijo y pide un poco de calma. "Santi tiene 18 años y está abrumado por todo lo que está viviendo", explicó. "Él no ha estado en un club ACB donde se centran más los focos en los chicos que despuntan, sino que ha venido jugando en su colegio de siempre (Canterbury) y no está acostumbrado a estar en boca de todos".

De camino a Baltimore

Su hijo jugó la Minicopa 2015 invitado por el Gran Canaria y el Torneo de L'Hospitalet de 2018 invitado por el FC Barcelona, pero no se ha movido de su club de toda la vida, donde ha compaginado deporte y estudios, su prioridad. Por eso siempre ha tenido claro que quería irse a la NCAA. En unas semanas aterrizará en Baltimore (Estados Unidos) para jugar y estudiar Empresariales en la Universidad de Loyola Maryland.

"Lo hemos mantenido en el Canterbury porque ahí no tenía problemas de horarios para compaginar las clases con sus entrenamientos. Ahora irá a Estados Unidos y reconozco que me gustaría que en el futuro jugase en el Granca, como hicimos su tío Santi Toledo y yo mismo", comentó su padre. "Santi nos tiene como referentes a su tío y a mí, pero nos gustaría que nos dejase a ambos a la altura del barro porque eso sería muy bueno para él".

A edades tan tempranas, la evolución de los jugadores puede ser muy rápida, pero Aldama no se ha convertido de un día para otro en unos de los mejores jugadores jóvenes de España. Una de las claves la dio su futuro entrenador en Loyola Maryland, Tavaras Hardy. "Mucha gente había visto a Santi, pero no les gustó porque pensaban que era demasiado delgado, aún sabiendo que iba a ser capaz de seguir creciendo a lo largo de los años", dijo en una entrevista en 'Fullbasket'. Eso, sumado a jugar en Canarias y no estar cerca de los principales focos, seguramente ha evitado un reconocimiento anterior y explica esta súbita exaltación de sus cualidades. Hace un año fue el último descarte de la Selección que cayó en octavos de final del EuroBasket sub-18 disputado en Letonia.

Desde entonces, explican quienes le han visto jugar, ha mejorado física y técnicamente, lo suficiente para ser el mejor jugador del EuroBasket sub-18 con promedios de 18 puntos, 7,6 rebotes, 2,6 asistencias, 2,3 tapones y 1,9 robos. Los jugadores como Aldama llaman mucho la atención, más aún si se tiene como referencia a Pau Gasol. En España, la comparación con el catalán es inevitable cuando aparece un joven espigado y huesudo que es capaz de jugar de cara al aro y tirar bien de tres. Es un elogio, pero también puede ser una pesada losa.