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El sótano que esconde los tesoros de la historia del baloncesto español
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El sótano que esconde los tesoros de la historia del baloncesto español

El Museo FEB, en Alcobendas, es desconocido para gran parte del público. En su exposición y en su archivo hay auténticas joyas de la historia del baloncesto español

En septiembre de 1987, un sobre procedente de Atlanta llegó al Pabellón de Ausiàs March en Badalona, por entonces la casa del Joventut. El destinatario era José Montero y en su interior contenía un contrato al que solo le faltaba su firma para convertirse en jugador de la NBA. Montero, el segundo jugador español en ser elegido en el 'draft', había sido seleccionado por los Hawks en el puesto 113 en junio. Nunca llegó a jugar en la liga nortemaricana, pero para retener sus derechos Atlanta estaba obligado a ofrecerle de manera formal un contrato, en ese caso de una temporada con un sueldo de 75.000 dólares.

Tres décadas después, ese documento está en del Museo de la Federación Española de Baloncesto (FEB) tras ser donado por el propio Montero, actual vicepresidente de la FEB. Pero no está expuesto, sino en el Centro de Documentación e Investigación del Baloncesto, en el sótano. Por ahí pasan todos los artículos para ser catalogados antes de pasar a la exposición y están guardados un sinfín de artículos que dan testimonio de la historia del baloncesto español.

placeholder La carta en la que Atlanta Hawks le ofrecía un contrato a José Montero. El jugador nunca lo llegó a firmar. (Foto: D. O.)
La carta en la que Atlanta Hawks le ofrecía un contrato a José Montero. El jugador nunca lo llegó a firmar. (Foto: D. O.)

El Museo FEB

El contrato que Montero nunca llegó a firmar es uno de los cientos de artículos que componen la colección del Museo FEB, un edificio poco conocido y que recibe pocas visitas de aficionados, pero que guarda mucha historia entre sus paredes. En su exposición, abierta de lunes a viernes salvo que haya algún acto de la federación, puede verse desde un facsímil con las 13 normas originales del baloncesto elaborado por el nieto de James Naismith a los trofeos ganados por las selecciones femenina y masculina, pasando por un balón firmado por el 'Dream Team' de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 o una camiseta de Drazen Petrovic en el Real Madrid. También hay una biblioteca con todas las revistas de baloncesto publicadas en España.

El Museo FEB tiene su origen en la Fundación Pedro Ferrándiz, creada en 1991 con el objetivo del cuidado y la difusión cultural del baloncesto. Su sede, en la Avenida Olímpica de Alcobendas, es el actual museo (el edificio también acogió el Espacio2014 y la oficina oficial de la Copa del Mundo celebrada en España hace cuatro años). La fundación del exentrenador del Real Madrid alimentó también la Casa del Baloncesto de la FIBA en Mies (Suiza).

La colección de Ferrándiz sirvió como base del museo. A eso se sumó el fondo documental que ya tenía la FEB y todos los artículos que ha ido recuperando en los últimos años, algunos de ellos gracias a donaciones de exjugadores o sus familiares, como la que hizo la familia de Emilio Alonso, presente en el primer partido de la selección española en 1935. Un libro cedido por su mujer o una camiseta utilizada por Juan José Vías en el premundial de 1950 son de las piezas más antiguas de la exposición (lo anterior a la década de los 60 es más difícil de recuperar). El Museo FEB también tiene en depósito parte de la colección de Fernando Iturralde, un coleccionista particular.

placeholder El Centro de Documentación e Investigación del Baloncesto, en el sótano del Museo FEB. (Foto: E. T.)
El Centro de Documentación e Investigación del Baloncesto, en el sótano del Museo FEB. (Foto: E. T.)

La copa perdida de 1993

También hay grandes lagunas. Por ejemplo: en su colección de camisetas, la FEB no tiene ninguna del EuroBasket 2001, torneo en el que España ganó el bronce y que vio debutar a Pau Gasol con la selección masculina absoluta. Más grave aún es la ausencia del trofeo del EuroBasket 1993 conquistado por la selección femenina. "Tenemos las medallas, pero no la copa", reconoce Carlos Lainez, uno de los trabajadores del museo y antes de la Fundación Ferrándiz. "Hay muchas cosas perdidas que nunca han llegado a estar aquí. La federación está trabajando para recuperar ese material y volver a tenerlo para exhibirlo a los aficionados al baloncesto", añade.

Todo lo que el Museo FEB recupera o recibe tras una donación van a parar al Centro de Documentación e Investigación del Baloncesto, en el sótano del edificio. Allí, apilados en estanterías y armarios, hay un montón de libros y revistas de España y toda Europa, trofeos, balones, carteles... En uno de los carteles se puede ver a un imberbe Juanma López Iturriaga con la selección española de minibasket de 1971.

Lainez abre un armario que guarda de decenas de camisetas, como una de la última temporada de Pau Gasol en el FC Barcelona firmada por él. También hay zapatillas, como una de Wonny Geuer, la madre de los hermanos Hernangómez. Geuer es de una de las jugadoras campeonas de Europa en 1993. Ella ganó la copa que luego desapareció.

placeholder La carta en la que John Wooden invitaba a Antonio Díaz-Miguel a UCLA. (Foto: D. O.)
La carta en la que John Wooden invitaba a Antonio Díaz-Miguel a UCLA. (Foto: D. O.)

Wooden y Díaz-Miguel

Sobre una mesa hay un carta fechada el 22 de septiembre de 1970. En ella, el histórico entrenador de UCLA John Wooden escribe a Bill Wall, entrenador del MacMurray College, para decirle que Antonio Díaz-Miguel es bienvenido en sus entrenamientos. "Estaré encantado de reservar tiempo para realizar la visita con él y hablar de este gran juego en el que tenemos un interés mutuo", dice Wooden.

En el sótano también hay una videoteca, hace unos años muy valiosa y ahora mucho menos relevante porque casi todo ese material se puede encontrar en internet. "Salió mucho material. De 14.000 vídeos catalogados que llegó a haber quedan unos 8.000/9.000", dice Lainez, responsable de la creación de esa colección videográfica. "Alguna productora sí nos pide cosas, pero casi todo lo pueden encontrar en internet", apunta.

El plan de la FEB es seguir recuperando parte de su historia perdida y ampliar su fondo documental. No todos los artículos son luego expuestos en el museo, aunque la exposición se va actualizando. La FEB también organiza exposiciones itinerantes. "La idea es crear un museo del siglo XXI", dice Lainez.

En septiembre de 1987, un sobre procedente de Atlanta llegó al Pabellón de Ausiàs March en Badalona, por entonces la casa del Joventut. El destinatario era José Montero y en su interior contenía un contrato al que solo le faltaba su firma para convertirse en jugador de la NBA. Montero, el segundo jugador español en ser elegido en el 'draft', había sido seleccionado por los Hawks en el puesto 113 en junio. Nunca llegó a jugar en la liga nortemaricana, pero para retener sus derechos Atlanta estaba obligado a ofrecerle de manera formal un contrato, en ese caso de una temporada con un sueldo de 75.000 dólares.

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