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Por qué el Real Madrid celebra que Felipe Reyes tuviera vacaciones de verano
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acaba el año a un gran nivel

Por qué el Real Madrid celebra que Felipe Reyes tuviera vacaciones de verano

En los últimos triunfos blancos después de la mala racha en Europa, Felipe ha dado un paso adelante, subiendo sus dígitos con respecto a su misma aportación en la pasada Euroliga

Foto: Felipe Reyes busca el balón ante el Valencia Basket. (Euroleague)
Felipe Reyes busca el balón ante el Valencia Basket. (Euroleague)

Pablo Laso empezó a ganarle al Brose Bamberg con un quinteto difícil de identificar. Todos conocemos a los jugadores, sí, pero el único que formaba parte de la primera plantilla blanca el año pasado era Trey Thompkins, que no era precisamente uno de los que rompía los partidos. La ristra de lesiones ha obligado al entrenador vitoriano a adaptarse y a crear una base que no esperaba conjuntar. En el Real Madrid de Doncic y los tapados, la vieja guardia está desaparecida. Mientras vuelve Llull, el capitán está levantando la cabeza para que se note menos que no están los ausentes.

Felipe Reyes nunca se ha ido. Ahí lleva, trece años, quemando hasta la última gota de sudor por la camiseta del Real Madrid. Con 37 años, a Reyes ya no se le pide que juegue un partido de 25 minutos cada tres días. Nadie mejor que él mismo para comprender el papel que tiene ahora mismo en el equipo. Ni con las lesiones de Ayón y Kuzmic, el pívot iba a ganar protagonismo. Sus minutos son los que son, la idea es amortizarlos al máximo y la evolución en los últimos encuentros no puede ser más positiva.

Foto: Reyes y Taylor celebran con Doncic su triple desde 23 metros contra el FC Barcelona Lassa en la Euroliga. (EFE)

En los últimos triunfos blancos, Felipe ha dado un paso adelante. En ACB, su aportación en las victorias ante UCAM y Obradoiro fueron casi perfectas, tanto en ataque como en su especialidad, el rebote. Ocho rebotes ante los murcianos, nueve ante los gallegos, con 8 y 12 puntos respectivamente. Sobre todo ha surgido como un pilar en la Euroliga para ganar a Barça, Valencia y Brose. 14 puntos le hizo al máximo rival, 12 puntos a los 'taronja' y otros 10 al conjunto alemán. Es una tendencia que está incluso mejorando sus números de la temporada pasada en Europa, ya que ahora promedia 8,1 puntos y 4,8 rebotes por partido, por los 5,3 puntos y 2,8 rebotes del curso anterior.

placeholder Reyes penetra a canasta en el último Madrid-Barça de Euroliga. (Euroleague)
Reyes penetra a canasta en el último Madrid-Barça de Euroliga. (Euroleague)

Prácticamente por primera vez en su carrera, Reyes solo tiene que pensar en una cosa. Lleva desde los 21 años, cuando todavía estaba en el Estudiantes y empezaba a confirmarse como un miembro digno de los 'Juniors de Oro', jugando prácticamente cada verano con la selección española. Y por una vez, se 'libró'. No estuvo en el Eurobasket y sin comerlo ni beberlo, dijo que no jugaría más con el conjunto nacional. "No lo había anunciado oficialmente, pero con tantas preguntas sobre las ventanas de la FIBA no voy a estar mintiendo. Prefiero ser claro y decirlo. No fui este verano a la Selección porque ya decidí terminar mi etapa”, dijo en la presentación de la Liga Endesa. Ni ventanas FIBA ni Mundial. Reyes ahora es solo del Madrid, con el que renovó en verano hasta 2019.

Y le está viniendo de maravilla, las cosas como son. Sin duda Scariolo le echará de menos en las próximas ventanas. Pero Laso lo agradece. Agradece poder forzarle un poco más, sabiendo que no viene con las piernas cargadas del verano ni con la perspectiva del Mundial en el horizonte. Una temporada más, Reyes es un pilar más del Real Madrid, por muchos pívots que vengan a acompañarle (o hacerle frente). Como Pau Gasol y José Manuel Calderón, la vieja guardia sigue al pie del cañón y a un fantástico nivel. Que sigan...

Pablo Laso empezó a ganarle al Brose Bamberg con un quinteto difícil de identificar. Todos conocemos a los jugadores, sí, pero el único que formaba parte de la primera plantilla blanca el año pasado era Trey Thompkins, que no era precisamente uno de los que rompía los partidos. La ristra de lesiones ha obligado al entrenador vitoriano a adaptarse y a crear una base que no esperaba conjuntar. En el Real Madrid de Doncic y los tapados, la vieja guardia está desaparecida. Mientras vuelve Llull, el capitán está levantando la cabeza para que se note menos que no están los ausentes.

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