Olvídese de la Masía de Messi: bienvenidos a L'Alqueria de Juan Roig
Abre sus puertas la escuela del Valencia Basket, en la que Juan Roig ha invertido 18 millones para convertirla en referencia de nuevos valores del baloncesto tras el éxito de la última ACB
Bienvenidos a la historia. Así, con estas palabras presentan los directivos del Valencia Basket a la prensa L’Alqueria del Basket. La frase puede parecer presuntuosa, pero tanto para el club como para su afición no lo es. Vienen de peregrinar con su escuela de baloncesto por naves industriales vacías o canchas prestadas por colegios. A partir de esta semana lo harán en las que aseguran que son las mejores instalaciones para el aprendizaje de este deporte de Europa. “Y hemos estado viendo muchas por ahí”, afirma José Puentes, director de Operaciones y Relaciones Institucionales del complejo inaugurado este miércoles con todo el boato de autoridades políticas locales y capitostes del universo nacional del baloncesto.
Nueve pistas cerradas (una de ellas con gradería), cuatro más el aire libre, vestuarios, gimnasio, salas de formación, parqué de la mejor calidad, marcadores electrónicos en cada rectángular... L'Alqueria del Basket es el sueño de los niños y niñas de los 49 equipos infantiles y juveniles, femeninos y masculinos, que componen la base del club que la temporada pasada ganó su primera la liga ACB después de 30 años y 200 millones de inversión salidos del bolsillo del propietario, Juan Roig, dueño a su vez de Mercadona. Roig es el “mecenas”, el artífice, con su dinero, de que el equipo exista, el ‘capo di capi’ que ha soltado los 18 millones que ha costado el que pretende ser el centro de formación de jugadores de referencia a nivel nacional. Lo saben desde el consejero delegado del Valencia Basket, Paco Raga, quien le dio la idea germen de crear la escuela, hasta el último utillero. “Sería un orgullo que de aquí saliera el próximo capitán o capitana de la selección española de basket”, ha dicho el empresario valenciano en un acto multitudinario.
La escuela, que dependerá de la Fundación Valencia Basket, concentrará los 49 equipos dispersos que ahora componen la base del club. Situado junto al pabellón de la Fuente de San Luis, la ‘Fonteta’, como se conoce popularmente por la afición, ocupa una extensión de 15.000 metros cuadrados y tiene capacidad para enseñar a entre 750 y 800 niños, aunque actualmente la cifra de inscritos es de 500. Aprender a jugar al baloncesto en la casa naranja no ha sido gratis hasta ahora y no va a seguir siéndolo. El curso cuesta anualmente 600 euros (equipajes incluidos), que nutrirán principalmente el presupuesto del centro, unos 500.000 euros al año, según Puentes. La iniciativa ha generado inquietud en el resto de escuelas de baloncesto de la ciudad, conscientes de que la del Valencia Basket, con sus instalaciones lustrosas y el imán naranja del club, va a ser la primera elección de cualquier chaval que quiera iniciarse y aprender este deporte.
No habrá alojamiento para las promesas que lleguen de fuera. No está previsto. La vocación del club es construir cantera propia procedente de la Comunidad Valenciana, aunque cuenta con un sistema de becas para ayudar a jugadores amateurs seleccionados previamente. El club hace una diferenciación entre cantera y escuela. “La cantera son los niños que pueden llegar a jugar al baloncesto (profesionalmente); la escuela son los niños que quieren jugar al baloncesto. Aquí puede venir cualquier niño y los medios que van a tener todos serán iguales”, ha explicado Chechu Mulero, director deportivo del Valencia Basket, en un desayuno con medios de comunicación previo al acto oficial de presentación.
También habrá espacio para formación de entrenadores, árbitros... y padres. La primera lección para ellos es que estarán separados de la cancha cuando sus hijos estén entrenando. Las pistas cuentan con una grada en altura de una sola fila, sin acceso a pistas, donde podrán observar a sus vástagos sin intervenir. Los padres entrarán por un sitio, los hijos y hijas, por otro.
El edificio se ha construido en poco más de 15 meses tras cinco años de “burocracia” para obtener los permisos, ha lanzado Roig medio en broma, medio en serio como reproche a la administración, con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde, Joan Ribó, sentados enfrente. El suelo sobre el que se levanta es de titularidad municipal. El Ayuntamiento de Valencia lo ha cedido por 50 años con compromiso de reversión. El estudio de arquitectura encargado de la edificación es ERRE Arquitectura, del que es socia Amparo Roig, hija de Juan Roig, si bien el encargado de mostrar las instalaciones como responsable del proyecto ha sido José Martí, también socio del despacho. Es el mismo estudio que proyectó el edificio de Marina de Empresas junto al Puerto de Valencia o que acomete la restauración del palacete renacentista que la vicepresidenta de Mercadona y mujer de Roig, Hortensia Herrero, está restaurando para albergar un centro cultural y de arte en el casco histórico de Valencia.
Las 13 pistas pueden albergar partidos al mismo tiempo y entre los planes del club está también que L'Alqueria del Basket sirva de escenario de eventos nacionales e internacionales ligados al baloncesto. La Fundación, obesionada con generar cultura del baloncesto en la ciudad y su entorno de influencia, fomenta la mitomanía y ha bautizado algunos espacios con nombres de protagonistas de la historia del equipo, empezando por Miki Vukovic, técnico del equipo que ganó el primer título del club en 1998, que dará nombre a la sala de entrenadores. Las pistas cubiertas 1 y 2 llevan los nombres de Víctor Luengo y Nacho Rodilla, respectivamente, dos de los jugadores que más partidos han jugado con la camiseta 'taronja'; y la sala de estudio se denomina Sala 16 de junio de 2017, en memoria de la fecha en que el Valencia Basket se proclamó ganador de la Liga Endesa.
L’Alqueria del Basket es una extensión más del proyecto empresarial-social de Juan Roig y su familia, los grandes agitadores socio-económicos privados en la Comunidad Valenciana. Lo demuestra el hecho de que gran parte del universo Mercadona se ha volcado en la organización y cobertura del acto de inauguración o ha asistido al mismo. Personal de EDEM, la escuela de negocios de la Asociación Valenciana de Empresarios; de Lanzadera, la aceleradora de empresas de la Marina de Valencia; de la Fundación Trinidad Alfonso; o de la Fundación Hortensia Herrero.
Bienvenidos a la historia. Así, con estas palabras presentan los directivos del Valencia Basket a la prensa L’Alqueria del Basket. La frase puede parecer presuntuosa, pero tanto para el club como para su afición no lo es. Vienen de peregrinar con su escuela de baloncesto por naves industriales vacías o canchas prestadas por colegios. A partir de esta semana lo harán en las que aseguran que son las mejores instalaciones para el aprendizaje de este deporte de Europa. “Y hemos estado viendo muchas por ahí”, afirma José Puentes, director de Operaciones y Relaciones Institucionales del complejo inaugurado este miércoles con todo el boato de autoridades políticas locales y capitostes del universo nacional del baloncesto.