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Obradovic quiere agigantar su leyenda tras enterrar al Baskonia
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su Fenerbahce se mide al CSKA de Moscú

Obradovic quiere agigantar su leyenda tras enterrar al Baskonia

El veterano y laureado entrenador serbio busca con el Fenerbahce su novena Copa de Europa en la gran final en la que se medirá al CSKA de Moscú en Berlín

Foto: Zeljko Obradovic, durante el Fenerbahce-Laboral Kutxa Vitoria (EFE)
Zeljko Obradovic, durante el Fenerbahce-Laboral Kutxa Vitoria (EFE)

Es la final esperada, aunque estuvo muy cerca un equipo español de destrozar todos los pronósticos. El Laboral Kutxa tuvo la oportunidad de enterrar al Fenerbahce en una de las semifinales de la Final Four de Berlín, pero el decisivo tiro no entró y en la prórroga el 'efecto Obradovic' entró en juego para enterrar las ilusiones del equipo vasco. Nueva final para el veterano técnico serbio que se encuentra ante la oportunidad de ganar su novena Copa de Europa. Zeljko, el viejo zorro de 56 años, dirigirá desde la banda una nueva final. El coleccionista de títulos puede agrandar su leyenda con el equipo turco. De ganar al CSKA de Moscú, habría ganado este torneo con un quinto club, tras haberlo conseguido con Real Madrid (1), Partizán (1), Joventut (1) y Panathinaikos (5). Un mito en plena forma.

Lo ha ganado todo. Pocas cosas le faltan. A lo largo de su longeva carrera, el éxito siempre ha sido su fiel compañero. En todos los lugares en los que ha estado ha impuesto su gen ganador, que finalmente ha impregnado todo su entorno. Además de esas copas de Europa, durante los 23 años que lleva de profesional, se llevó una Eurocup con el Real Madrid o la Copa Saporta con el Benetton, aunque fue en la caliente Grecia donde hizo historia de verdad. En el Panathinaikos, además de esos cinco entorchados europeos, ganó diez ligas y seis Copas. En los Juegos de Atlanta, además, sumó una plata con Yugoslavia. Una trayectoria con sus correspondientes y dolorosas derrotas, pero a la vista de su hoja de servicios es evidente que se imponen las sonrisas a las lágrimas.

Tras una longeva y exitosa etapa en Grecia, optó por tomarse un año sabático para soltar todo el estrés acumulado tras tantas y exigentes temporadas. Le tocó respirar, descansar y meditar para volver a la lucha. Recibió un buen puñado de ofertas, que estudió a conciencia antes de dar el paso definitivo. Y finalmente eligió el Fenerbahce, una decisión arriesgada al no ser considerado un grande en términos históricos. Sí en lo económico, con un potencial superior. Se la jugó por un club en el que imponiendo su estilo y con tiempo, intuía que podía ser un buen lugar para trabajar... y ganar.

Un club maldito

En verano de 2013 firmó por el club turco. Un club maldito desde hacía tiempo. Con una capacidad económica espectacular, siempre fallaba cuando llegaba la hora de la verdad. El objetivo era ganar la Euroliga, pero todos los intentos naufragaban. Los rectores apostaron por el único entrenador que tarde o temprano garantiza ese éxito. Obradovic aceptaba el reto, sabiendo que se le exigía ganar el título más grande. "No he venido aquí, a Estambul, para conseguir resultados mediocres", dijo el día de su presentación oficial. Con una ficha de 3 millones de euros, se embarcaba en una aventura con una marcada meta final. El día señalado ya ha llegado tras fallar en los dos primeros intentos.

El Fenerbahce tiene un presupuesto superior, cercano a los 30 millones de euros. Pero se mide al CSKA, que maneja más dinero. Muchos ojos estarán puestos en los banquillos de ambas escuadras porque se medirán el maestro, Zeljko Obradovic, con el alumno, Dimitrios Itoudis, que tantos éxitos consiguieron juntos en las filas del Panathinaikos durante 13 temporadas. El preparador griego del CSKA afronta su segunda final en dos años. La final europea la disputarán los dos mejores equipos de todo el campeonato, pero ambos llegan a este último choque por caminos muy distintos, sobre todo, teniendo en cuenta las dos semifinales que disputaron moscovitas y turcos.

23 triunfos y sólo 5 derrotas

Sobre el parqué del Mercedes Benz Arena de Berlín pelearán por el título continental dos clubes que no han medido sus fuerzas esta temporada y que se presentan con 23 triunfos y sólo 5 derrotas, un idéntico balance que hace presagiar la igualdad en el último asalto de la temporada de la competición europea. Esta final supondrá una oportunidad para que el club otomano levante su primer título de Euroliga, mientras que su rival ruso intentará alzar su séptimo trofeo después de 8 años.

Zejko Obradovic y Dimitris Itoudis esperan una final muy disputada en la que los dos equipos lo darán todo y tratarán de explotar al máximo sus individualidades y su espíritu de grupo. "Todavía no hemos jugado en esta temporada contra el Fenerbahce. Creemos que va a ser una final muy disputada, pues ellos tienen grandes jugadores guiados por un gran entrenador como Obradovic", dijo Itoudis en la conferencia de prensa previa a la final. Según Obradovic, para él Itoudis fue más que un asistente y su trabajo con él lo forzó a replantearse permanentemente muchas cosas. "Me volvía loco en cada entrenamiento, discutíamos todo el tiempo", recordó Obradovic, cuyo equipo es el primer club turco que llega a la final de la Euroliga.

Fuerza defensiva

Obradovic elogió altamente al CSKA, que parte como favorito en la final y al que ve fuerte en todos los aspectos, por lo que cree que el partido será altamente difícil. "El CSKA es un equipo especial. Van a explotar su fuerza defensiva y también sus muchas posibilidades en ataque. Es un equipo que puede hacerlo todo. No puede decirse que contrarrestar uno u otro aspecto sea la clave, todo es importante", dijo Obradovic.

Tampoco, según Obradovic, basta con tratar de controlar un jugador clave, pese a la importancia que tiene para el CSKA Nando de Colo, elegido como el mejor jugador de la temporada europea y que el viernes le marcó 30 puntos al Lokomotiv Kuban. "Jugamos cinco contra cinco, no hay que olvidar eso. No se trata de un sólo jugador. Itoudis tiene a su disposición muchos jugadores que juegan un excelente baloncesto", dijo el veterano técnico.

Es la final esperada, aunque estuvo muy cerca un equipo español de destrozar todos los pronósticos. El Laboral Kutxa tuvo la oportunidad de enterrar al Fenerbahce en una de las semifinales de la Final Four de Berlín, pero el decisivo tiro no entró y en la prórroga el 'efecto Obradovic' entró en juego para enterrar las ilusiones del equipo vasco. Nueva final para el veterano técnico serbio que se encuentra ante la oportunidad de ganar su novena Copa de Europa. Zeljko, el viejo zorro de 56 años, dirigirá desde la banda una nueva final. El coleccionista de títulos puede agrandar su leyenda con el equipo turco. De ganar al CSKA de Moscú, habría ganado este torneo con un quinto club, tras haberlo conseguido con Real Madrid (1), Partizán (1), Joventut (1) y Panathinaikos (5). Un mito en plena forma.

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