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FIBA-Euroliga: una cumbre que puede definir el futuro del baloncesto europeo
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FIBA-Euroliga: una cumbre que puede definir el futuro del baloncesto europeo

Las dos partes se reúnen este martes en su sede para intentar llegar a un acuerdo. La Euroliga no comparte el sistema de ventanas del nuevo calendario de la FIBA

Foto: Patrick Baumann, secretario general de la FIBA (Efe)
Patrick Baumann, secretario general de la FIBA (Efe)

El futuro del baloncesto europeo está en juego. La FIBA recibirá este martes en su sede a una delegación de la Euroliga para una reunión trascendental. Sobre la mesa, varios asuntos, como el rechazo al nuevo calendario o la propuesta de nueva competición que la federación internacional hizo hace unos meses a los clubes. Pero lo importante es el trasfondo: la lucha entre ambos organismos por el control de las competiciones de clubes.

Hay dos opciones: o se mantiene el 'statu quo', con cada una de las dos partes disfrutando de una parte del pastel, o todo pasa a estar bajo un mismo paraguas, como es intención de la FIBA. La federación lanzó una ofensiva antes del verano. Creó una competición de segundo nivel para competir con la Eurocup (organizada por la Euroliga) y se reunió con ocho de los clubes más potentes del continente para hacerles una propuesta de competición. La respuesta que recibió, el 8 de julio, fue una carta en la que los once clubes con Licencia A de la Euroliga avisaban de que la propiedad de la competición era una línea roja y emplazaban a la FIBA a sentarse a negociar a partir del 1 de noviembre.

Ese encuentro se va a celebrar este martes a las diez de la mañana. A un lado de la mesa estarán Patrick Baumann, secretario general de la FIBA; Turgay Demirel, presidente de FIBA Europa; y José Luis Sáez, miembro del Central Board y el comité ejecutivo, entre otros. Enfrente, una comisión de la Euroliga con Jordi Bertomeu, CEO de la competición, y representantes de los once clubes con Licencia A: Juan Carlos Sánchez, director de baloncesto del Real Madrid; George Skindilias, vicepresidente del Olympiacos; Maurizio Gueradini, mánager general del Fenerbahçe; Shimon Mizrahi y David Federman, dueños del Maccabi.

En estos cuatro meses, la postura de FIBA no se ha movido ni un centímetro, por lo que el martes volverá a encontrarse con el rechazo. Los clubes dirán que no a una nueva competición de 16 equipos, formato de liga, Final Four y 30 millones de euros en premios (bastante más que ahora) si eso significa perder el control. Las posturas están alejadas, aunque hay algún punto en común. Por ejemplo, el formato de competición propuesto por FIBA es el mismo que la Euroliga estudia implantar ya la próxima temporada.

"Sería un fracaso salir sin un mensaje positivo"

"Es un acto de responsabilidad. Si no salen de allí con un mensaje positivo, consideraría que los agentes habrán fracasado", confiesa José Luis Sáez. El presidente de la Federación Española de Baloncesto espera que la reunión sirva para acercar posturas y abrir un canal de comunicación, pero tampoco quiere que la situación actual se alargue. Además de la actual, sólo queda otra temporada antes de la entrada en vigor del nuevo calendario: en noviembre de 2017 está prevista la primera ventana de selecciones, el origen de todo el conflicto. La Euroliga cree que el proyecto tiene cosas buenas (el EuroBasket cuatrienal, la Copa del Mundo en año impar para no coincidir con la de fútbol), pero no está dispuesta a ceder a sus jugadores.

La reforma del calendario que la FIBA aprobó hace ya tres años establece que las selecciones nacionales vuelvan a jugar durante la temporada. De 2017 a 2019 habrá seis ventanas clasificatorias para el Mundial 2019 en las que las competiciones tendrán que parar. La NBA, que ha apoyado la reforma, ha anunciado que no va a hacerlo ni va a ceder a sus jugadores, lo que bajará mucho el nivel de esos partidos. La Euroliga también se niega, pero su posición no es tan fuerte como la de la liga norteamericana, que come aparte aunque trabaje con la federación internacional. La guerra FIBA-Euroliga no va con ella.

El futuro del baloncesto europeo está en juego. La FIBA recibirá este martes en su sede a una delegación de la Euroliga para una reunión trascendental. Sobre la mesa, varios asuntos, como el rechazo al nuevo calendario o la propuesta de nueva competición que la federación internacional hizo hace unos meses a los clubes. Pero lo importante es el trasfondo: la lucha entre ambos organismos por el control de las competiciones de clubes.