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Salvadores: una estrella emergente, fan de Torres y con Estados Unidos en sus sueños
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brilla en el mundial femenino sub-17

Salvadores: una estrella emergente, fan de Torres y con Estados Unidos en sus sueños

Sus 40 puntos en la final del Mundial sub-17 ante Estados Unidos ponen a esta leonesa en el punto de mira del baloncesto femenino. El futuro le pertenece

Foto: Ángela Salvadores recibe el MVP que le acredita como jugadora más valiosa del Mundial sub-17. (FOTO: FIBA.COM)
Ángela Salvadores recibe el MVP que le acredita como jugadora más valiosa del Mundial sub-17. (FOTO: FIBA.COM)

Con los brazos sobre sus rodillas y la mirada fija en el parqué, rota por el cansancio y la desilusión, Ángela Salvadores (Oviedo, 1997) trataba de encontrar una explicación a una derrota injusta. Sus 40 puntos (16/29 TC, 5/7 30 y 3/6 TL) no pudieron evitar la profunda tristeza que invadía su ser. La selección española femenina sub-17 acababa de caer derrotada en la final del Mundial disputado en la ciudad checa de Pilsen ante Estados Unidos por 77-75. La historia se repetía y, como ya ocurriera en Holanda hace dos años (75-62), el combinado español volvía a sucumbir ante los encantos de la todopoderosa selección yanqui. Esta vez se quedaron a punto de saborear las mieles del éxito gracias al influjo de una jugadora a quien aguarda un prometedor futuro.

Aunque en la tarde-noche del domingo su inconmensurable actuación le valió ser nombrada MVP del torneo por méritos propios (19,9 puntos, 7,4 rebotes, 3,6 asistencias y 3,7 recuperaciones), lo cierto es que la alero de 17 años lleva tiempo acaparando el foco. Pocas jugadoras en Europa tienen el talento, el descaro, la madurez y la sangre fría que posee la alero-escolta leonesa Ángela Salvadores. Su debut oficial con la selección llegó hace dos años, cuando con 15 años la convocaron para disputar el Europeo Sub-16. “Ojalá pudiera ganarme la vida jugando al baloncesto, es lo que me gustaría y para eso entreno duro todos los días”. En Hungría fue incluida en el quinteto ideal del torneo y ya tenía en mente convertir el deporte de la canasta en una forma de vida. Apenas un año más tarde, a las órdenes de Evaristo Pérez Torices, la historia se repetiría. Ya con su generación, cayó un nuevo oro en el Europeo disputado en Bulgaría. Sus 22 puntos en la final y ser la máxima anotadora de la cita también le valieron el reconocimiento como la jugadora más valiosa de forma unánime.

A pesar de nacer en Oviedo, la líder de la halagüeña generación junior creció en el municipio leonés de Astorga. Desde muy pequeña rebosaba baloncesto por los cuatro costados. Su padre, Jorge Salvadores, jugó en el Baloncesto León y su madre, Ángela Álvarez llegó a jugar varias temporadas en Liga Femenina 2. Desde que jugaba en minibasket en la cantera de los Maristas San José de la capital leonesa apuntaba maneras. Pero no fue hasta que dio el salto al Aros León en infantiles cuando se produjo el despegue. Tras despuntar en los campeonatos de España vistiendo la camiseta de la Federación de Baloncesto de Castilla y León, el centro de tecnificación barcelonés Segle XXI puso sus ojos en una chica decidida a luchar por un sueño.

Desde 2011 se apostó decididamente por el descaro y la habilidad de la jugadora de 1,77. Allí compatibiliza sus estudios con su carrera deportiva de forma equilibrada. Con 16 años, durante la temporada 2012-2013, ya formó parte de la plantilla del equipo de Liga Femenina 2. Pese a ser junior, este curso, el técnico Ramón Jordana Dot le otorgó el bastón de mando para, con 15,4 puntos, 4,8 rebotes y 2,2 asistencias liderar al equipo catalán a su record de victorias en la categoría de plata del baloncesto femenino español. El pasado mes de abril, dando muestras de una enorme sencillez, la joven escolta relataba su rutina diaria en el centro de alto rendimiento. “Nos levantamos a las 6.45 y entrenamos de 7 a 8.45, nos duchamos, desayunamos y nos vamos a clase hasta las 14.30. Después comemos, descansamos un poco y entrenamos de 16.15 a 18.15. Cuando acabamos tenemos tiempo para estudiar, estar con el ordenador…tiempo libre. ¡Y pronto a la cama que sino no aguantamos!, comentaba en una entrevista para en el blog Falsonueveblog”. Una adolescente más con una pasión incontrolable por la pelota naranja.

Futbolera y del Atleti, creció viendo a Fernando Torres haciendo las delicias del Calderón durante las siete temporadas que el canterano pasó en el primer equipo rojiblanco. Con su marcha al Liverpool, Ángela siguió siendo fiel al delantero fuenlabreño. De su estancia en Anfield nación una pasión por el conjunto 'red' y su emblemático ‘You will never walk alone’. “En mi familia son todos muy del Atleti y cuando se fue Torres coincidió que había bastantes españoles y desde ahí. Ahora tengo una camiseta una bufanda, unos pantalones… ¡soy muy del Liverpool!”, reconoce en la mencionada charla. Aunque espera disfrutar de un agradable verano, su principal objetivo es probar suerte en una Universidad estadounidense. Algo que en su día hizo Leticia Romero, cuya enredada historia narrábamos hace un par de meses. “Lo importante cuando acabe aquí es estudiar y para eso una buena opción es irse a Estados Unidos porque allí puedes sacarte una carrera y jugar al máximo nivel a la vez, cosa que en España es muy difícil”, comenta con decisión.

Víctor Lapeña, el arquitecto

“Ángela es una jugadora que disfruta mucho con el baloncesto, especialmente pidiendo el balón en los momentos importantes. Con capacidad para anotar desde cualquier posición es una amenaza constante para los rivales”. El seleccionador, Víctor Lapeña, definía antes del torneo a uno de los diamantes en bruto que inundan un vestuario que promete seguir dando muchas más alegrías a nuestro baloncesto.

Más allá de individualidades, la plata conquistada el pasado domingo no tendría sentido sin la encomiable labor del entrenador Vícor Lapeña. Pese a ser destituido se su cargo como director técnico del Perfumerías Avenida, la Federación Española de Baloncesto siguió confiando en él como preparador de las categorías inferiores. Tras la lograda en tierras holandesas hace dos años, el técnico aragonés conquista su segunda plata mundial. Un nuevo éxito antes de dar el siguiente paso en su carrera. Con Alberto Miranda como reemplazo en Salamanca, Lapeña podría dejar momentáneamente el baloncesto femenino para enrolarse en ACB como ayudante de Sito Alonso en el Bilbao Basket.

Con los brazos sobre sus rodillas y la mirada fija en el parqué, rota por el cansancio y la desilusión, Ángela Salvadores (Oviedo, 1997) trataba de encontrar una explicación a una derrota injusta. Sus 40 puntos (16/29 TC, 5/7 30 y 3/6 TL) no pudieron evitar la profunda tristeza que invadía su ser. La selección española femenina sub-17 acababa de caer derrotada en la final del Mundial disputado en la ciudad checa de Pilsen ante Estados Unidos por 77-75. La historia se repetía y, como ya ocurriera en Holanda hace dos años (75-62), el combinado español volvía a sucumbir ante los encantos de la todopoderosa selección yanqui. Esta vez se quedaron a punto de saborear las mieles del éxito gracias al influjo de una jugadora a quien aguarda un prometedor futuro.

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