El futuro de Pablo Laso cada día se aleja más del banquillo del Real Madrid

Tiempo de reflexión, de análisis respecto al futuro de Pablo Laso. La decisión la quieren tomar en frío, dejando pasar unos días tras la derrota del pasado jueves ante el Barcelona y que supuso el adiós a la Liga ACB. El técnico sabe que no puede ser muy optimista respecto su futuro. Laso, mientras, continúa trabajando, pero según van pasando los días, su presencia en el banquillo del Real Madrid la próxima temporada es una posibilidad más lejana. Los responsables de la sección deben reunirse con Florentino Pérez y tomar decisiones, pero el equipo se ha venido abajo en la parte decisiva de la temporada, factor que juega en contra del entrenador.

Lo que se presumía como año plácido y de éxitos, ha terminado siendo una temporada con Supercopa y Copa como logros además, claro está, de esos récords y buen juego que han servido para llenar el Palacio y sembrar unas expectativas que no se han cumplido. Esa manera de entender el baloncesto quedó sepultada en Milán y ya no volvió a aparecer, teniendo como consecuencia la pérdida de la Euroliga, de la Liga ACB y de esa identidad que Pablo Laso consiguió dar al equipo. Es ese al punto al que han llegado los dirigentes del Real Madrid en sus primera análisis reflexivos y sin el carácter de urgencia que permite tener hasta cuatro meses hasta que la competición vuelva a caminar para la sección de baloncesto.

El técnico, herido en plena batalla, está en el punto de mira. El equipo dejó de ser eso, un equipo. La pérdida de la Euroliga desorientó por completo a unos jugadores que abandonaron el sentimiento del colectivo, dejando paso a comportamientos individuales llevados al límite dentro de la cancha. Lejos de ella, algunos mantuvieron las costumbres de equipo, pero las diferencias se acentuaron. De hecho, hablan del bloque de jugadores extranjeros como lo que han permanecidomás unidos.

En lo deportivo, Laso ha dejado de contar, o por lo menos ha reducido, los minutos de determinados jugadores. Carroll, tras la lesión, pasó de ser clavea ser un jugador más, uno más dentro de la rotación, pero sin especial aportación en los momentos decisivos. De ser referente y renovar por tres años, a jugar un papel secundario. Slaughter pasó a ser testimonial, con apenas seis minutos por partido, mientras que Mejri no ha pasado de esos doce minutos que ha tenido asignados durante toda la temporada.

Los jugadores españoles, especialmente Mirotic, han dimitido en la serie final. Tan solo un gesto de Felipe Reyes, ya con Pablo Laso expulsado, hizo que el equipo volviera a pensar en común. Pidió cabeza a sus compañeros, juego colectivo y el Real Madrid casi termina remontando en el cuarto partido. Con la aparición de los nervios, los jugadores se volvieron individualistas. Sergio Rodríguez, Rudy y Llull empequeñecieron al olvidarse de los compañeros, circunstancia que Laso no consiguió variar.

En este punto del análisis se encuentra el club. La tranquilidad de los primeros días, ya da paso al análisis y ahora la duda radica en saber si Laso puede volver a ilusionar al grupo, a ese núcleo duro formado por los jugadores españoles y que si en su día dieron carácter e identidad al equipo, en el momento decisivo se ha encogido por las aspiraciones individuales de cada uno. Y Laso no ha podido reconducirlo.