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La 'bomba' Navarro, la carrera de una leyenda irrepetible marcada a golpe de triples
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consigue superar los 1000 en ACB

La 'bomba' Navarro, la carrera de una leyenda irrepetible marcada a golpe de triples

Fiable como pocos desde más allá de la línea de tres puntos, repasamos los catorce años en la élite de uno de los mayores símbolos del baloncesto patrio

Foto: Navarro agradece al público del Palau la ovación tras alcanzar su triple número 1000 en ACB. (Efe).
Navarro agradece al público del Palau la ovación tras alcanzar su triple número 1000 en ACB. (Efe).

El redondo número se hizo esperar más de la cuenta en un hombre pocoacostumbrado a titubear más allá de mágica línea de tres puntos. Las inoportunasmolestias físicas han impedido que su figura emergieraen todo su esplendor en este arranque de curso. Hasta elpasadodomingo. Corría el minuto inicial del último acto del apacible encuentro ante el CAI Zaragoza cuando Juan Carlos Navarro decidió que había llegado el momento. Se levantó desde más allá de la línea de 6,75 para lograr sutriple número 1000 en ACB.

El partido se detuvo y, en medio de una calurosa ovación, sus dos pequeñas, Elsa y Lucía, acudieron a abrazar a su padre en medio del parqué. Breve saludo a la entregada parroquia y a culminar el trabajo. Cayeron otros dos para un total de 15 puntos (5/7 en triples), deteniendo el contador en 1002 triples anotadosen su partido número 554 en la competición doméstica. Enésimo día de inspiración en la carrera de un hombre apegado al triple, una suerte que, además de su emblemática ‘bomba’, domina a la perfección y que ha sido el orgullo del baloncesto patrio en los últimoscatorce años.

En el horizonte sólo se atisba la figura de un superlativo tirador como Alberto Herreros, líder histórico en este apartado. En sus 654 apariciones ACB el alero madrileño logró 1233 triples, 129 más que Navarro. “Por supuesto que me gustaría alcanzarle, pero es muy difícil. Quedan muchos triples”, aseguró el escolta del Barcelona. Con una proyección de 1,81 triples por noche, el de Sant Feliú necesitaría de al menos tres temporadas para lograrlo. Sus 33 años y el contrato en vigor con la entidad azulgrana al menos hasta 2015 hacen que el reto se antoje difícil. Aunque viniendo de una mente maravillosa, sólo las lesiones podrán impedir que alargue su presencia al máximo nivel alguna campaña más, cercenando un nuevo hito en su ya de por sí exitoso y ornamentado palmarés.

Un viajea lo largo de losdías de vino y rosas en la vida de Navarrocon el triple como telón de fondo. No será sencillo. Y es que se cuentanpor decenas las noches en las que el estado de flujo le iluminó para goce de los aficionados a la canasta. Superarse siempre ha sido una máxima en su vida. Por esto, el pasado 30 de diciembre, en el Clásico ante el Madrid, Navarro adelantó la celebración del Año Nuevo:33 puntos (5/5 en triples)en la que es su mayor anotación en ACB hasta la fecha, superando los 30 puntos que también endosó a los blancos allá por el curso 03/04. Es sólo un retal de una dilatada lista de exhibiciones dentro de nuestras fronteras.

Cada verano, salvo contadas y obligadas excepciones, la convocatoria con la selección era una cita envidiable. Con permiso de suconfidente PauGasol y el resto miembros de una generación envidiable, Navarro ha sido el encargado de llevar a nuestro baloncesto a conocer, con permiso de los artífices de la Plata de Los Ángeles ’84, las mayores cotas de la historia. Un Mundial, dos Eurobasket y dos platas Olímpicas, así como dos platas y un bronce continental más, que relucen en lo más alto de nuestro palmarés.

En 2011, Lituaniapresencióin situ dos actuaciones memorables de Navarro con la selección española. En la fase final del torneo, previa al encomiable trabajo coral en la final para acabar con los Parker, Noah, Diaw, Batum y compañía, Navarro se empachó a meter triples. En cuartos destrozó a una aguerrida Eslovenia con26 puntos (4/8 en triples), 17 en el tercer cuarto. Ya en semifinales, la Macedonia de Pero Antic y Bo McCalebb ponía fin a un brillante torneo por culpa de un extraterrestreNavarro: 35 puntos (5/9 en triples), 19 en el tercer cuarto.

La Euroliga: una competición a su medida

Europa pronto fue testigo de su capacidad para aniquilar rivales. Todo empezó hace mucho tiempo. Liga, Copa del Rey y levantar la Euroliga en un templo como el Palau Sant Jordi. 2003 fue un año para enmarcar en la vida de nuestro protagonista. La tercera edición de la extinta Copa de Europa tenía sabor español. Escudado pormaestros como Bodiroga (20 puntos y 8 rebotes), Jasikevicius o Gregor Fucka (17 puntos), y un ‘loco’ del baloncesto como Pesic en el banquillo, Navarro lograba el cetro continental por primera vez tras superar(76-65)a la Benetton de Treviso de Tyus Edneyy un incomprensible talento fugadocomoJorge Garbajosa.

Tras algún revésy años de dudas, en laEuroliga de2010, en el decisivo tercer encuentro de cuartos de final ante el Real Madrid,Navarro volvió a asumir responsabilidades. Victoria por 84-73 con24 puntos (4/6 en triples)que sirvieron para silenciar al Palacio de Vistalegre, sentenciar en el Palau y optar a saborear las mieles del éxito continental por tercera vez en el último lustro. Siete años después, Navarro no dejó pasar el tren. Tras vencer a CSKA en unasemifinal que ganó quien menos erró (64-54), llegó el momento de brillar con luz propia.

El faraónico proyecto de Olympiacos, que a golpe de chequera lograba unir en un mismo vestuario a Teodosic, Papaloukas, Kleiza, Bourousis, Vujcic, Childress o el actual ‘rocket’ Patrick Veverly, saltaba por los aires por culpa de un excelso Juan Carlos Navarro:21 puntos (4/9 en triples). El final de la historia ya la imaginan. Desde el pasado mes de febrero, Navarro, que ya atesoraba el honor de ser el máximo anotador en la historia de la Euroliga, superaba a su excompañeroGianluca Basiley se convertía en el máximo triplista de la máxima competición continental.

Una metralleta también desde el 7,25

A diferencia de otros mitos del baloncesto continental contemporáneo, Navarro siempre quiso probar suerte en la NBA. No fue sencillo. Muchas fueron las voces que dudaron de su capacidad de adaptación a un baloncesto donde el talento se ve sepultado por el músculo. Una incertidumbre que se esfumó, curiosamente, a base de triples. En su rol de escolta tirador, Navarro se sintió como pez en el agua. Su talento innato, su descaro y la madurez de sus años al máximo nivel en Europa, allanaron un proceso de adaptación siempre complejo.

Triples y más triples en un año que sirviópara darse cuenta de que era capaz de mirar de tú a tú a las bestias americanas. Llegó al último encuentro de temporada regular con la única motivación de superar al fino Kerry Kittles -158 triples como debutante en la temporada 96-97- como el novato que más triples anotaba en su primer año en la liga. La empresa no era fácil. Debía anotar 7 triples desde más allá del 7,25.

Pese a poner todo su empeño y lanzar como si no hubiera un mañana (4/14) paró su cuenta en 156 triples. En su epílogo como jugador NBAfaltó una inspiración que logró exhibir en otras citas durante su periplo americano. En la memoria aquel 16 de noviembre de 2007 cuando se fue a casa tranquilo tras anotar un marciano8/9 en triples-récord de triples anotados por un novato en un partido- ante los por entonces New Orleans Hornets.

Tras vivir la experienciay cumplir sobre el parqué con unos más que decentes 10,9 puntos, 2,6 rebotes y 2,2 asistencias en 25,8 minutos, en Barcelona se le esperaba con los brazos abiertos para continuar como si nada hubiera cambiado. Eso sí, el carácter globalizador de la NBA nos ha permitido disfrutar de alguna exhibición más de un Navarro, que entra en ebullición cuando se trata de subir la exigencia un par de escalones. En la pretemporada 2008/2009, Navarro regresaba a Estados Unidos con el Barcelona para medirse a los Lakers de su íntimo amigo Pau Gasol. Agónico triunfo (108-104) de los de oro y púrpura y nuevo recital de Navarro:34 puntos con7/13 en triples.

También con la elástica de la selección fue una pesadilla para el combinado'yankee'.En la final de Pekín ‘08, en uno de los momentos más épicos de nuestro baloncesto, Navarro no pudo anotar (0/2) desde más allá del arco. Extraño acontecimiento que logró reparar con 18 puntos en 25 minutos en una derrota (118-107) que nunca supo tanto a triunfo.Cuatro años después, ambos contendientes se volvieron a citar en la final olímpica de Londres ’12. El sudor y la exuberancia de los españoles no fueron suficiente contra el omnipotente influjo de la selección estadounidense. Navarro (21 puntos con 4/9 en triples) se batió en duelo contra los elementos y todo un Kevin Durant para volver a aguardar con amargura en las puertas de unagloria que ha visitado en numerosas ocasiones.

La estadística de triples de Navarro por competiciones:

Liga ACB:553 partidos / 1002 de 2563 triples (39,1%).

Copa del Rey:34 partidos / 55 de 160 triples (34,4%).

Euroliga:241 partidos / 472 de 1220 triples (38,7%).

NBA:82 partidos / 156 de 432 triples (36,1%).

Selección Española:187 partidos / 371 de 911 triples (40,7%).

Total:1097 partidos/2051 de5279 triples (38,9%).

El redondo número se hizo esperar más de la cuenta en un hombre pocoacostumbrado a titubear más allá de mágica línea de tres puntos. Las inoportunasmolestias físicas han impedido que su figura emergieraen todo su esplendor en este arranque de curso. Hasta elpasadodomingo. Corría el minuto inicial del último acto del apacible encuentro ante el CAI Zaragoza cuando Juan Carlos Navarro decidió que había llegado el momento. Se levantó desde más allá de la línea de 6,75 para lograr sutriple número 1000 en ACB.

Juan Carlos Navarro
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