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El arreón final de Navarro no evita el triunfo del CSKA en el partido de consolación
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LOS RUSOS, GRANDES FAVORITOS AL INICIO DE LA FINAL FOUR, ACABAN TERCEROS

El arreón final de Navarro no evita el triunfo del CSKA en el partido de consolación

Algún año de estos, la Euroliga se dará cuenta que el duelo por el tercer y cuarto puesto no tiene ningún sentido. Mientras tanto, los equipos

Foto: El arreón final de Navarro no evita el triunfo del CSKA en el partido de consolación
El arreón final de Navarro no evita el triunfo del CSKA en el partido de consolación

Algún año de estos, la Euroliga se dará cuenta que el duelo por el tercer y cuarto puesto no tiene ningún sentido. Mientras tanto, los equipos tendrán que padecerlo. En esta ocasión, los grandes damnificados fueron CSKA de Moscú y Barcelona Regal, quienes tras un inicio insulso, terminaron brindando un bonito espectáculo. Finalmente, el todopoderoso equipo de Ettore Messina termina en tercera posición esta Final Four, mientras que los de Xavi Pascual lo hacen con un triste balance de dos partidos y dos derrotas: 74-73.

La intrascendencia del partido se dejó notar, primero en la grada del O2 Arena, que presentaba una imagen desoladora, y tras el salto inicial, también en la pista. Nula motivación por parte de dos equipos que tan sólo 48 horas antes habían recibido un golpe moral devastador. Con esas premisas, las expectativas para el partido no eran nada esperanzadoras. Y así se reflejó durante los primeros diez minutos (15-12), que no tuvieron ninguna intensidad defensiva, los porcentajes de tiro eran pésimos y nada hacía presagiar algo bueno para este duelo entre los grandes derrotados de la jornada del viernes.

Pero afortunadamente, el impás entre el primer y el segundo cuarto supuso una regeneración absoluta. La primera jugada de este período fue reveladora. Sonny Weems puso un espectacular tapón a Alex Abrines para correr el contragolpe y realizar un mate espectacular que levantó al público (ya algo más numeroso) de sus asientos. Con esta acción, el partido se fue caldeando. Los jugadores ya se ‘pegaban’ dentro de la zona, acertaban más en el tiro y todo se parecía más a un partido de baloncesto. Incluso las aficiones de ambos equipos, muy poco representadas en el pabellón (muchos habían cogido su vuelo de vuelta tras las ‘semis’), coreaban gritos de ánimo a los suyos. La segunda unidad del Barça empezó a carburar, con Abrines e Ingles como artilleros, mientras en CSKA, Weems y Khryapa seguían lavando la cara del equipo que había llegado a Londres como máximo favorito. Con algo más de aliciente, desde luego no por lo que había en juego, se llegaba al descanso (35-35).

La ‘Bomba’ no fue suficiente

¡Pero qué mal le sentó el paso por vestuarios al conjunto de Xavi Pascual! Desconexión absoluta de los azulgranas (en este caso iban de verde enfermero) y parcial moscovita de 13-0. En un abrir y cerrar de ojos, el partido se le había puesto muy cuesta arriba al Barça. Tocaba remar contra corriente, y dado los condicionantes psicológicos del partido, no era la mejor noticia para el equipo español. En la recta final del tercer cuarto, el espectáculo ya no estaba en la pista, sino en la grada. La hinchada de Olympiacos empezaba a calentar motores para la gran final, mientras en la cancha, Juan Carlos Navarro reclamaba su cuota de protagonismo. Ocho puntos en minuto y medio del capitán azulgrana dejaban la desventaja en cinco puntos (59-54). Había partido, o pseudopartido mejor dicho.

El gen competitivo de un profesional hace que cuando salte a la pista siempre quiera ganar. Y a pesar de lo mucho que le costó entrar en el encuentro a casi todos los jugadores, llegábamos a la hora de la verdad. Eso sí, para ser tercero o cuarto en esta Final Four. Daba igual, ya estaban todos metidos en faena. Además, mediado este último período, una técnica pitada al banquillo del Barça y una antideportiva sobre Alex Abrines terminaron por levantar a la grada. Ninguno de los contendientes quería irse a casa con una nueva derrota. El marcador ya se movía en diferencias mínimas, aún a favor de los de Messina y entrábamos en los últimos dos minutos. Apareció Navarro para anotar dos triples y poner al Barça por delante (72-73) a falta de menos de un minuto. No había margen para el error. En la siguiente jugada, Aaron Jackson anotaba dos tiros libres, dejando la última posesión para los azulgrana. Pero en ella, Marcelinho no encontró a la ‘Bomba’, el Barça se enredó y terminó perdiendo también el complicado partido de consolación.

Algún año de estos, la Euroliga se dará cuenta que el duelo por el tercer y cuarto puesto no tiene ningún sentido. Mientras tanto, los equipos tendrán que padecerlo. En esta ocasión, los grandes damnificados fueron CSKA de Moscú y Barcelona Regal, quienes tras un inicio insulso, terminaron brindando un bonito espectáculo. Finalmente, el todopoderoso equipo de Ettore Messina termina en tercera posición esta Final Four, mientras que los de Xavi Pascual lo hacen con un triste balance de dos partidos y dos derrotas: 74-73.

Juan Carlos Navarro