Navarro y el Barça se aferran al Palau para poder medirse al Real Madrid en la Final Four

Mientras Juan Carlos Navarro siga vistiendo la camiseta del Barcelona, jamás se podrá dar por muerto a este equipo. El capitán, a un 60% de sus condiciones físicas, es el mejor jugador del concierto europeo. Los de Xavi Pascual tenían una auténtica reválida en el OAKA ante Panathinaikos y la espada de Damocles pendía sobre las cabezas de los azulgranas. O vencían o se quedaban fuera de la presente edición de la Euroliga, a las puertas de unas semifinales de la Final Four donde ya espera precisamente el Real Madrid.

Y es aquí, en este tipo de partidos, donde a otros se les encoje la mano y no saben tomar decisiones, en los que la ‘Bomba’ más a gusto se encuentra. Es cierto que la temporada está siendo complicada para él por las lesiones, pero el día que se le necesita ahí está. Panathinaikos venía de hacer dos grandes partidos en el Palau, ganando uno de ellos y así recuperando el factor cancha, y venciendo en su pabellón el pasado martes, dejando su pase para Londres a falta de darle la puntilla al equipo español. La euforia era palpable en un OAKA que se prestaba a celebrar su clasificación para una nueva Final Four. Pero no contaron con el capitán culé y todo su séquito.

A los 17 puntos de Navarro se unieron los 16 de Tomic y los 10 de Marcelinho Huertas. El Barça entendió perfectamente lo que el partido requería, una tremenda intensidad desde los primeros compases, tanto en defensa como en ataque, y la vigilancia especial que merece Diamantidis (se quedó sin anotar). Desde el principio, el dominio fue azulgrana, llegando a desesperar al equipo de Argiris Pedoulakis, que no encontró la forma de meter mano a su rival e ir recortando las distancias que desde el salto inicial empezaron a cobrarse los españoles. El guión se le había cambiado al excéntrico técnico griego, que a pesar de cambiarle el ritmo al Barça con tiempos muertos, no era capaz de acertar con la forma de parar a Navarro y compañía.

Y a todo esto, el Real Madrid descansando en su casa. Los blancos, clasificados desde el martes para una de las semifinales, observan como su eterno rival y el Panathinaikos se pelean y se desgastan con el objetivo de estar entre los cuatro mejores equipos del continente en la cita del fin de semana del 10 al 12 de mayo en la capital británica. Cuando todo parecían indicar que los griegos tomaban la iniciativa y asestarían el golpe definitivo, el decorado ha cambiado de forma radical gracias al sensacional partido del mejor Barcelona. En el OAKA salió el equipo que maravilló en el Top-16 (con trece victorias y solo una derrota), sobreponiéndose a la importante baja de Pete Mickeal y demostrando que hay Barça para rato, al menos hasta el quinto partido.

Tras el traspié del segundo duelo, los de Xavi Pascual tienen la serie donde querían, en el Palau. El pabellón culé decidirá quién se enfrentará al Madrid en Londres. Lo peor ya ha pasado para el conjunto azulgrana. Superado el infernal ambiente de Atenas, ahora será la afición del Barça la que debe aupar a su equipo a una nueva cita con la gloria. La ansiada semifinal española en el O2 está más cerca, y todo gracias a un tipo que sabe jugar muy bien a esto y que es un maestro de este deporte, el señor Juan Carlos Navarro. 

Ficha técnica

60 - Panathinaikos (10+17+11+22): Xanthopoulous (-), Diamantidis (-), Maciulis (11), Gist (4), Schortsanitis (13) -cinco inicial- Ukic (4), Tsartsaris (1), Bramos (15) y Lasme (12).

70 - Barcelona Regal (20+11+20+19): Huertas (10), Navarro (17), Abrines (2), Lorbek (8), Jawai (7) -cinco inicial- Ingles (5), Wallace (-), Tomic (16), Jasikevicius (5) y Sada (-).

Árbitros: Borys Ryzhyk (UCR), Milivoje Jovcic (SRB), Matej Boltauzer (SLO). Sin eliminados.

Incidencias: Cuarto partido del 'play-off' de cuartos de final de la Euroliga de baloncesto disputado en el OAKA de Atenas ente 17.900 espectadores.